Llegar a una casa nueva de la nada no es nada fácil, mucho menos si es tu primer trabajo como...Niñero, si un niñero. Sin pensarlo dos veces tocó la puerta de la gran casa que parece ser aún más grande que la de mis padres, cosa que resultaría muy difícil pero al parecer no imposible para el dueño de tal mansión.No escucho contestación del otro lado por le que vuelto a tocar con más fuerza sin recibir ninguna respuesta nuevamente, miro a los lados y descubro un timbre el cual no había notado hasta ahora. Bien pude ahorrarme el dolor en los nudillos gracias a la dura madera de la puerta pero una vez más mis nervios no dejan de pensar por mi, tocó el timbre y suspiró peinando un poco mi cabello hacia atrás.Tomo aire llenando mis pulmones de aire en más posible ya que parece que desde que pise el gran portón de este lugar mis cuerpo se quedó sin aire y mis manos Sudán sin parar tanto que miro el pequeño botón asegurándome de no haber dejado una gota de mis fluidos corporales, algo que
El niño no parece estar muy contento con mis palabras ya que casi de inmediato cuando escucha la palabra "niñero" su ceño se frunce en una mueca extrañamente adorable que me causa gracia, solo que por obvias razones no me río frente a él enfadado niño y la sorprendida chica que nos mira.—¿Niñero? —cuestionan ambos a la vez, con la atención puesta en mi.Me levanto rascando mi nuca de manera incómoda, peino mi cabello con el nerviosismo nuevamente aflorando mi piel.—Creo que hay un error, claramente el trabajo era para alguien bueno más...—¿Mujer? —suelto avanzando hasta las sillas largas, sentándome en la primera que encuentro.—¡Si! Digo no, bueno la verdad es que no sabía que esperar —la chica se ve igual de incómoda que yo en estos momentos pero sus ojos tienen un brillo de desconfianza que me hace pensar que tal vez este trabajo aun no es mío después de todo, se acerca quedando frente a mi del otro lado de la encimera. Sus ojos hacen un recorrido muy lento que se me hace un po
Gabe Russo¿Papá? Eso quiere decir que Nicolav está aquí, no solo eso por el grito de Gariel deduzco que está en la cocina ¡Jake también está en la cocina! No puedo creer que esté aquí, se supone que no vendría hasta el fin de semana. Calma tus nervios Gabe, actúa con normalidad. No estás haciendo nada malo y Jake es solo tu niñero, no es como si estuviera pasando algo más entre ustedes, además no tienes que darle ninguna explicación a Nicolav.Termino de cerrar mi maletín y bajo las escaleras en dirección a dónde aún se escuchan las voces, estoy a unos cuantos pasos de distancia cuando escucho con claridad los gritos emocionados de Gariel mientras le cuenta que ahora podrá ir al parque con Jake y Max.Respiro profundamente llenándome de valor y entro a la cocina.Soy recibida por el ambiente tenso e incómodo que se aprecia entre los dos hombre adultos en la habitación.—Nicolav ¿Que haces aquí? —pregunto un poco nerviosa, no quisiera que haga una escena frente a mi nuevo empleado el
Sigo en el baño intentando remover la pintura verde del cabello de Gariel, se remueve inquieto cuanto aplico nuevamente otro poco de jabón en su cabeza. Sus manos diminutas intentan quitar las mías de su cabeza pero no lo permito.—Aah, no quiero suéltame —se suelta de mis manos pero de inmediato tomo la ducha con la mano libre de jabón y le hecho agua en el rostro haciendo que suelte una risa, coloca sus manos intentando evadir el agua—. ¡No! Ayuda.Me río divertido por su negativa aunque ambos sabemos que se está divirtiendo tanto como yo.—Bien, me detendré pero déjame terminar de quitar la pintura de tu cabello. Si tu no hubieras hecho esa "inofensiva" broma no habrías terminado hecho un desastre —le vuelvo a decir recordando el hecho anterior que lo dejó así de sucio. —Esta bien, pero usa el shampoo de color verde es el que mamá usa cuando...—no sabe cómo continuar por lo que soy yo quien termina la oración.—Cuando terminas hecho un desastre de pintura, bien ahora pásame el env
La miro de lejos sin perderme ni un solo movimiento de ella tal y como llevo haciendo desde que me levante de la cama, en una de sus manos sostiene el biberón de Max mientras que con la otra teclea algo en su laptop. Continua sumida en sus pensamientos sin notar que tiene toda mi atención en ella, o si lo nota hace caso omiso. —Mamá, Jake dice que los ositos de goma están hechos con saborintanes de frutas y que eso le hace daño a nuestro estómago —Gariel entra a la cocina con un paquete abierto de ositos de goma en una mano y en la otra sostiene un oso de goma observándolo con el ceño fruncido.—Se dice Saborizantes, y no hacen mucho daño si no comes demasiados como pasa con el resto de las golosinas ¿Cierto Jake? —la madre de los niños me mira con una ceja levantada, podría apostar a que en su mirada me dice "¿En serio le dijiste eso a un niño?" A lo que yo solo me encojo de hombros continuando con mi café.—Muy cierto, además tal vez dentro de unos años de tanto comer ositos de gom
El ruido en mi puerta no me deja dormir, golpean con insistencia. Tanta que me hace pensar que debe ser algo urgente y de suma importancia pero antes de que pueda levantarme por completo la persona que toca mi puerta cual tambor, habla.—¡Jake! —exclama el pequeño niño, dueño de mis ya acostumbrados despertares el cual parece que no aguanta el día sin decir mi nombre por cualquier cosa.Me debato entre haberme el dormido y continuar descansando en la comodidad de mi habitación o levantarme, abrir la puerta y dejar que desastre me despierte por completo. Tras pensarlo mucho, con el sonido de mi puerta de fondo, me voy por la sabía decisión de levantarme y abrir la puerta antes de que el crío detrás de esta la tumbe te tantos golpes.¿De dónde saca tanta fuerza?—¡Ya! Ya voy —persiste aún tocando a lo que suelto un suspiro cansado llevando mis manos a mi cara para estrujar mis ojos aún dormidos, maldigo cuando por pura torpeza mi pie se golpea con el pie de la cama—. ¿Puedes dejar la pu
Este sin duda debe haber sido el viaje en auto más largo que he tenido, por mucho el más incómodo también. Pasamos la mitad de viaje en silencio o al menos el que se permitía gracias al sonido de las notificaciones del celular de Gabe quien casi en automático contestaba cada una, junto a algunos balbuceos e incoherencias por parte del pequeño Max.Luego de un par de minutos más decido romper el silencio llamando la atención de Gariel, sus ojos me enfocan dibujando una mueca que encaja en el perfil prefecto del aburrimiento.—¿Que tal si jugamos un juego? —casi podría sorprenderme de la facilidad con que su cara cambia a una verdaderamente interesada por el tema, me dedica una sonrisa radiante demostrando que está de acuerdo con mi idea hasta que sus cejas se juntan llenas de confusión.—¿Que vamos a jugar? —la pregunta parece llamar la atención de su madre, la cual de inmediato se gira para mirar en nuestra dirección.Titubeó un poco, la verdad es que no pensé en ello.Miro el alreded
—¿Que sucede? —nos pregunta a ambos al mismo tiempo, se acerca a mi para tomar a Max en sus brazos, el bebé se ríe contento de la atención que se le brinda y se agarra de un mechón de cabello de su madre.No se como sentirme en estos momentos.Por un lado me siento feliz de que Gabe hablé de mi con su hermana, en especial al saber que en sus conversaciones se usan las palabras "gustar" y "guapo" para referirse a mi, pero por el otro tengo una especie de discusión interna que no para de pensar en que esto puede que no sea real y que Gariel solo haya escuchado mal las palabras de su madre, algo que dudo.¡Agh! ¿Por qué tiene todo que ser tan complicado?Miro a la mujer dueña de mis pensamientos tortuosos, la cual sonríe sin enterarse de nada, y me rasco la nuca con algo de ansiedad.—Mmm, bueno lo mejor será que entremos ya —le hace un llamado a el mayor de sus hijos para que le siga a lo cual el la sigue ahora sonriente, bien lo mejor será evitar el tema por los momentos y tratar de no