El ruido en mi puerta no me deja dormir, golpean con insistencia. Tanta que me hace pensar que debe ser algo urgente y de suma importancia pero antes de que pueda levantarme por completo la persona que toca mi puerta cual tambor, habla.—¡Jake! —exclama el pequeño niño, dueño de mis ya acostumbrados despertares el cual parece que no aguanta el día sin decir mi nombre por cualquier cosa.Me debato entre haberme el dormido y continuar descansando en la comodidad de mi habitación o levantarme, abrir la puerta y dejar que desastre me despierte por completo. Tras pensarlo mucho, con el sonido de mi puerta de fondo, me voy por la sabía decisión de levantarme y abrir la puerta antes de que el crío detrás de esta la tumbe te tantos golpes.¿De dónde saca tanta fuerza?—¡Ya! Ya voy —persiste aún tocando a lo que suelto un suspiro cansado llevando mis manos a mi cara para estrujar mis ojos aún dormidos, maldigo cuando por pura torpeza mi pie se golpea con el pie de la cama—. ¿Puedes dejar la pu
Este sin duda debe haber sido el viaje en auto más largo que he tenido, por mucho el más incómodo también. Pasamos la mitad de viaje en silencio o al menos el que se permitía gracias al sonido de las notificaciones del celular de Gabe quien casi en automático contestaba cada una, junto a algunos balbuceos e incoherencias por parte del pequeño Max.Luego de un par de minutos más decido romper el silencio llamando la atención de Gariel, sus ojos me enfocan dibujando una mueca que encaja en el perfil prefecto del aburrimiento.—¿Que tal si jugamos un juego? —casi podría sorprenderme de la facilidad con que su cara cambia a una verdaderamente interesada por el tema, me dedica una sonrisa radiante demostrando que está de acuerdo con mi idea hasta que sus cejas se juntan llenas de confusión.—¿Que vamos a jugar? —la pregunta parece llamar la atención de su madre, la cual de inmediato se gira para mirar en nuestra dirección.Titubeó un poco, la verdad es que no pensé en ello.Miro el alreded
—¿Que sucede? —nos pregunta a ambos al mismo tiempo, se acerca a mi para tomar a Max en sus brazos, el bebé se ríe contento de la atención que se le brinda y se agarra de un mechón de cabello de su madre.No se como sentirme en estos momentos.Por un lado me siento feliz de que Gabe hablé de mi con su hermana, en especial al saber que en sus conversaciones se usan las palabras "gustar" y "guapo" para referirse a mi, pero por el otro tengo una especie de discusión interna que no para de pensar en que esto puede que no sea real y que Gariel solo haya escuchado mal las palabras de su madre, algo que dudo.¡Agh! ¿Por qué tiene todo que ser tan complicado?Miro a la mujer dueña de mis pensamientos tortuosos, la cual sonríe sin enterarse de nada, y me rasco la nuca con algo de ansiedad.—Mmm, bueno lo mejor será que entremos ya —le hace un llamado a el mayor de sus hijos para que le siga a lo cual el la sigue ahora sonriente, bien lo mejor será evitar el tema por los momentos y tratar de no
—¡Jake! —Gariel y el otro niño se acercan a mi corriendo sosteniendo una pelota inflable, lo dejo que termine de acercarse mientras que yo termino de aplicar el protector solar en mi cuerpo.Al llegar a mi lado sacude la pelota frente a mi rostro soltando un par de risas cómplices con Demian, suspiro con aburrimiento.Bien creo que justo ahora, en estos momentos me arrepiento con fuerza de haber venido a esta salida. Me giro para vigilar un poco a Max el cual se encuentra en los brazos del tipo loco que se hace llamar Thomas, el cual por cierto ahora se encuentra charlando y riendo tranquilamente con Gabe, no me cae bien el pelinegro por la simple razón de que su comportamiento es fuera de lo común. Se comporta de una manera en la que es imposible saber que piensa o qué clase de persona es, y eso me fastidia.—¿Jugamos a la pelota? —me olvide por completo de los niños que permanecen parados a mi lado esperando una respuesta de mi parte.Finjo pensármelo un poco.—Mmmm, no lo sé...está
Estoy hecho un desastre pegajoso cubierto de helado de fresa y chocolate, Gariel continua pidiendo disculpas al igual que su amigo quién se mira realmente asustado por mi reacción.—Niño, ya callate dije que no es para tanto solo me lavo y ya —aun continuo confundido por el rostro pálido de Demian pero antes de que pueda preguntarle al respecto Thomas y Gabe se acercan en nuestra dirección, el primero solo le presta atención a el niño pelinegro.—¿Todo bien? —se agacha frente a él posando sus manos encima de los hombros del niño el cual se arroja a sus brazos tembloroso, mi ceño se frunce realmente confundido por la reacción de Demian.—Yo quería, te lo prometo —le repite una y otra vez abrazando el cuello del mayor se alejan en dirección al toldo mientras Gabe solo toma un paño de tela que trae en su mano y con ella intenta limpiar el desastre que tiene por hijo.—Lo siento Jake —pide disculpas el niño haciendo muecas raras cuando su mamá le pasa el pañuelo por toda la cara y cuerpo,
Mi teléfono vibra en mi bolsillo al llegar a casa, lo ignoro ayudando a Gabe a meter las cosas dentro junto con Gariel que con mucho esfuerzo carga el bolso que traía conmigo durante el viaje.Veo a su madre sostener a Max junto a su bolsa y la pañalera sin dificultad alguna, cuando se adelanta puedo apreciar de lejos la curvatura de su espalda como también...bueno "otras cosas" que no debería notar en mi jefa.Abre la puerta provocando una risa corta pero dulce por parte del hermoso bebé en sus brazos encantado por lo que sucede a su alrededor, antes de que siquiera lo piense me encuentro arrancándole las bolsas de sus manos para que tenga completa libertad de movimiento.Gariel no se pierde ninguna acción de mi parte entrecerrando los ojos con suma atención intercalando su mirada de su madre a mi en repetidas ocasiones, el resultado de su escrutinio parece dejarlo satisfecho ya que con una sonrisa en sus labios camina rápidamente rebasando a su madre y a mi desapareciendo dentro de
Ella ahora se gira mirando hacia la pared mientras que yo me coloco rápidamente unos boxers junto a unos pantalones anchos de pijama y una camiseta común algo desgastada ya que es mi favorita, desde que mamá me la regala no he podido desprenderme de ella.Cuando terminó de vestirme me calzo mis pantuflas rojas, me miró a mi mismo antes de volverme a la encantadora mujer que todavía se encuentra de espaldas.—Ya puedes voltear —me hace caso girándose lentamente hacia mi, sus ojos vagan desde mi rostro lentamente descendiendo por mi torso hasta llegar a mis piernas.Veo su cara acalorada acompañada de ese sonrojo natural que me tiene suspirando internamente deseando poder besar ambas de sus mejillas, tal vez aventurarme hasta sus carnosos labios y unirlos con los míos.Suelto un jadeo pasando una mano por mi cabello despeinado un poco mientras aún continua humedecido por la ducha, Gabe toma una lenta respiración antes de acercarse poco a poco hasta quedar a una distancia en la que su re
Luego de mi corta pero interesante conversación con el pequeño niño, este se acurrucó a mi lado ocupando el resto de mi cama sin consultarme nada. Tampoco es que le hubiera dicho que no, cuando cayó profundamente dormido lentamente y con cuidado me levanté de la cama para tomarlo en mis brazos para llevarlo a su habitación con cuidado de no despertarlo.Cuando cruzó el pasillo frente a las escaleras puedo ver que la puerta de la habitación de Gabe está medio abierta, a lo mejor se le olvidó cerrarla.—Jake —masculla entre sueños el crío pegándose más a mi, sonrío ligeramente. No me disgusta para nada este tipo de escenarios, muy al contrario me encuentro encantado de ser participe de este tipo de cosas que siquiera llegue a imaginar en algún momento.—¿Estas soñando conmigo? —pregunto a nadie en particular, se que no va a responder de entre sus sueños aunque sería realmente gracioso el que lo hiciera.—No te vallas —contesta llevándome la contraria al mismo tiempo que mi pecho se estr