¡QUIERO SER TU NIÑERO!
¡QUIERO SER TU NIÑERO!
Por: Señorita Mimi
Capitulo 1

Llegar a una casa nueva de la nada no es nada fácil, mucho menos si es tu primer trabajo como...Niñero, si un niñero. Sin pensarlo dos veces tocó la puerta de la gran casa que parece ser aún más grande que la de mis padres, cosa que resultaría muy difícil pero al parecer no imposible para el dueño de tal mansión.

No escucho contestación del otro lado por le que vuelto a tocar con más fuerza sin recibir ninguna respuesta nuevamente, miro a los lados y descubro un timbre el cual no había notado hasta ahora. Bien pude ahorrarme el dolor en los nudillos gracias a la dura madera de la puerta pero una vez más mis nervios no dejan de pensar por mi, tocó el timbre y suspiró peinando un poco mi cabello hacia atrás.

Tomo aire llenando mis pulmones de aire en más posible ya que parece que desde que pise el gran portón de este lugar mis cuerpo se quedó sin aire y mis manos Sudán sin parar tanto que miro el pequeño botón asegurándome de no haber dejado una gota de mis fluidos corporales, algo que sería un asco si me lo preguntan.

Genial Jake, simplemente fantástico.

Cuando pensé que no la podía cagar más mis nudillos se dirigen nuevamente hacia la puerta justo al mismo tiempo que está se abre, por lo que mis nudillos terminan tocando en la cabeza de la pequeña persona frente a mi. Bajo lentamente mi mano colocándola detrás de mi espalda con nerviosismo y procurando ocultar lo más posible mi nerviosismo, siento como si mi camiseta estuviera empapada pero la verdad no quisiera comprobar si es cierto o no.

-E-eh soy Jake, el...

-Niñero, si ya se quién eres enviaste un sobre con tus datos.

Miro el rostro claro y delicado de la chica frente a mi junto al ceño fruncido que demuestra molestia por mi anterior acción, su boca hace una mueca de desagrado y ruego por qué esta chica no sea hija de mi jefe. O que para mí mala suerte sea parte de los niños que tengo que cuidar.

Parece leer mi mente ya que de inmediato quita su mueca junto a su ceño fruncido y se aparta a un lado para que avance.

-Soy Bega, mi hermana te está esperando en la cocina junto a los niños -asiento a modo de respuesta ya que temo que si abro la boca terminaré cargándola aún más.

Ella me dirige hacia donde me imagino debe estar la cocina así que mientras yo inspecciono los alrededores de la lujosa mansión, casi todo el piso es de madera oscura a excepción del alfombrado en medio del salón. Hay un gran candelabro plateado muy moderno en el mismo que ilumina casi toda la estancia dándole brillo a la ratonera de cristal, sigo los pasos de la chica la cual no se detiene en ningún momento por lo cual aceleró el paso intentando alcanzar a la diminuta mujer.

-Tus maletas llegaron ayer, Clarisa, la sirvienta se encargó de dejarlas en tu nueva habitación. Si hace falta algo puedes hablarlo con mi hermana una vez te instales -comunica deteniéndose frente a la puerta de la que seguramente es la cocina.

Una de las tantas ventajas de este trabajo es el hospedaje por lo que me facilita cosas como buscar un departamento o tener que subir diariamente al transporte público, cosa que ya sería demasiado para mi en estos momentos.

-Oh, claro está bien -respondo ocultando el temblor en mi voz, lo logro a la perfección aunque sigo temblando en mi interior.

¿Será que su hermana es muy estricta? ¿Tal vez demasiado buena? 

La verdad hasta yo me sorprendí de que aceptarán mi solicitud entre las otras diez que estaban antes de mi, aunque tampoco es que fuera tan malo. 

Abre la puerta dejándome pasar pero antes de que pueda dar el primer paso dentro, Bega la hermana de mi futura jefa me toma del brazo con un agarre demasiado fuerte para alguien de su altura. Miro de reojo sobre mi hombro y puedo ver claramente su rostro serio sin ninguna mueca o gesto, abre su boca como si fuese a decir algo pero nada sale de ella antes de que la cierre nuevamente.

-Ten cuidado con lo que haces -advierte en tono seco con su ceño levemente fruncido apretando su agarre en mi brazo.

No conteste nada al respecto, no quiero que la pequeña castaña aparentemente agresiva se arroje sobre mi como un animal salvaje. Solo asiento con la cabeza antes de que ella suelte mi brazo lentamente, camino a paso veloz adentrándome a la cocina donde al entrar se escucha una especie de discusión.

-¡Ya estoy grande no necesito una niñera! -una pequeña voz se escucha pero por más que busque al responsable no logro observarlo por ningún lado lo único que puedo apreciar es una de esas sillas para bebés claramente con un bebé dentro, y a un lado del refrigerador se encuentra una chica muy parecida a la tal Bega.

Llama mi atención ya que pareciera que son los únicos aquí pero sospecho que no es así, confirmo mi teoría cuando un pequeño niño rodea el comedor sin prestarme ni un gramo de atención. 

- Gariel Alessandro, ya hablamos del tema y no pienso escuchar más al respecto. Necesitan una niñera de preferencia una con mucha paciencia, pero necesitan una ya. No puedo seguir faltando tanto tiempo al trabajo y lo sabes -medito en mi mente lo que ha dicho y solo agradezco que estén demasiado desesperadas en conseguir niñera, tanto que no se detuvieron a pensar en mí género o edad.

Carraspeó para llamar la atención pues por mucho que me gustaría no quisiera seguir escuchando la pequeña discusión entre la chica y el niño, la cual posiblemente lleve a mi despido sin que halla iniciado siquiera el primer día. La chica da vuelta al escuchar mi aviso de presencia y sus ojos se abren de la impresión pero no tanto como los míos cuando veo el clon casi perfecto de Bega, son idénticas en todo o bueno en casi todo ya que para mí sorpresa en sus ojos se encuentra una pequeña anomalía. Son de colores opuestos. 

Efectivamente sus ojos son de colores distintos y preciosos, uno es verde con toques dorados o amarillos la verdad no puedo distinguirlo muy bien gracias a la iluminación del lugar y el otro es café, el mismo color café que tiene su hermana gemela solo que ella lo tiene en ambos ojos. Pero a pesar de su extraña condición me parece extrañamente...Preciosa.

Sacudo mi cabeza apartando esos pensamientos que se comienzan ir por el camino equivocado y abro la boca para presentarme con ¿Quien es ella? La verdad no lo sé ya que parece muy joven casi tiene mi edad pero por sus rasgos intuyo que es mucho menor, unos dos o tres años menos quizás.

Ella abre su boca para hablar pero de inmediato es interrumpida por la pequeña voz del niño que se detiene frente a mi, sus mejillas son rosadas y regordetas tanto que da ternura de solo verlo.

-¡Hola! Mi nombre es Alessandro ¿Tu eres?

Me agachó frente al niño y una sonrisa aparece en mi rostro casi de inmediato, una especie de impulso me hace extender mi brazo con mi mano en forma de puño a lo que el niño divertido hace un puño y golpea un poco suave el mío en forma de saludo.

-Hola Alessandro, yo soy Jake y soy el niñero.

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