Holis mis preciosos fanseses n.n/ los amooooo jaja paso a dejarles este bonito cap y dejarles con la intriga :V jajaja son los mejores, nunca cambien, valen millones
-¿Podría trabajar en mi escritorio lo que resta de la semana, señor? Lo primero que hice al cambiarme e ir a la estación fue abrir la puerta de la oficina del tío Jeff. Levantó su vista de los múltiples papeles que tenía en su escritorio para mirarme sorprendido. No era para menos, con el premio de la placa dorada sobre la mesa, todos los oficiales de la oficina estaban ocupados en sus propias investigaciones personales para buscar un ascenso. La gran pila de papeles frente a él debían de ser múltiples solicitudes para utilizar recursos. -Seguro. Tenemos suficiente personal en las calles y solo un par de voluntarios aquí. - Dijo con un suspiro cansado. - ¿Te encuentras mejor? -No, pero no podía quedarme quieta en mi habitación. Prefiero hacer algo de papeleo pendiente y revisar algunos expedientes. Me miró con sospecha. Levanté una mano inocentemente. -Prometo que no es una investigación personal. - Dije dándole a entender que no revisaría el expediente de mi familia.
-Jugoso. - Murmuró Bites cuando le entregué la hoja y mis anotaciones sobre la competencia de cada policía implicado en cada caso. Incluso me tomé la molestia de escribirle los sectores en los que se investigaban. -¿Cómo conociste a este tipo? - Preguntó Sara dándole un vistazo a la tienda de empeño. -Casualidad. -Bien poli. Estoy seguro de que me arrepentiré de decirte esto, pero tu cuenta ha sido saldada. - Dijo guardando la hoja. Casi podía ver las ruedas de su mente girar. -Toma mi consejo y no hagas nada estúpido con eso. En vez de revender la información, solo cuida tus negocios y deja que mis compañeros investiguen los de los demás. Él me sonrió calculadoramente. -Por supuesto. -Dame otro teléfono. - Dije aprovechando su felicidad y él solo sacó uno del mostrador. -¿Cuánto te debo? -Cortesía de la casa. Un placer hacer negocios, estamos en contacto y todo eso. Sara resopló y ambas salimos de ahí. -Siete imitaciones en el mostrador, electrodomésticos de d
Mi libreta no contenía otra cosa que algunos detalles interesantes y declaraciones de los familiares de las chicas. No de cualquier tipo, sino de las que expresan cuánto extrañan a sus hijas, esposas, madres... En fin. Palabras dulces. Después de eso estaban las últimas direcciones y teléfonos en las que podían dar informes en caso de tener alguna pista de las mujeres desaparecidas. Algunas habían sido secuestradas por más tiempo que otras, así que ya me había tomado la molestia de comprobar si aquellos números aún existían. Lo hacían. Cada uno. Quería darle las buenas noticias a todas y, además, sugerirles que hablaran con Sara para ver si se encontraban mentalmente listas para volver a casa. Entendía la preocupación de Edson de dejarlas ir ya que todas sabían su secreto, pero no era un problema realmente ya que estaba segura de que solo querían volver y olvidar lo que había pasado. Siempre existía la posibilidad de que hablaran sobre los hombres lobo, claro, sin emb
No sonaba muy feliz al respecto, así que solo me levanté y lo seguí por el pasillo. Cedric se quedó atrás. En cuanto llegamos a la oficina, él entró primero. Estaba un poco distraída, así que no noté que se había colocado detrás de la puerta hasta que la cerró fuertemente y luego cargó hacia mí con ojos negros y enojados. Yo di un par de pasos hacia atrás. No por miedo, sino porque estaba modificando mi postura para el problema que intuía llegaría. Y lo hizo. No me lanzó un golpe, solo gruñó peligrosamente cerca de mi cara. -¡¿Me puedes malditamente explicar qué fue eso?! -¿El qué? ¿Encontrar a alguien que puede ayudar? ¿Investigar sobre las familias de todas las chicas que se encuentran aquí? - Pregunté sin intimidarme en lo más mínimo. -¡Revelar nuestra jodida existencia! Yo le arqueé una ceja. -Seamos claros. Ustedes como especie no hacen un grandioso trabajo ocultándose. - Dije cruzándome de brazos. - Secuestran humanas, por el amor de Dios. Ni siquiera se to
Tenía ciertas expectativas para mi primer beso. Yo era de esas chicas que crecieron pensando en el príncipe azul. Algo como cruzar miradas, sonreirnos, una cita, descubrir que teníamos intereses en común y, con suerte, tener una segunda cita. Algo inolvidable que contarle a nuestros nietos porque yo era así de cursi. Nunca imaginé que me lo daría un chico que se convertía en animal y le cantaba a la luna en un ritual pagano en donde bailaban desnudos al rededor de una hoguera. Puede que haya investigado en internet al respecto. No me quejaba del resultado. Realmente el tipo con todos sus gruñidos me gustaba un poquito.Nuestros labios se acariciaban de una forma que hizo que los dedos de mis pies se enroscaran. El delicioso aroma a bosque encendió mis sentidos mientras gemía necesitadamente. Él emitió un gemido pequeño cuando abrí un poco más la boca. -Dulce... tan dulce... - Murmuró elevándose solo un poco para acomodarse mejor. Lo unico que se tocaban eran nuestros l
Edson había llamado a todos para que bajáramos al siguiente piso a comer. Yo no había estado en el piso que mencionaba así que tenía un montón de curiosidad. Este, a diferencia de la zona que habían designado como dormitorios, era un espacio totalmente abierto que nos mostraba qué tan grandes eran los pisos de arriba. Edson (o alguno de sus ayudantes) había metido aquí un par de mesas plegables con sillas que encuentras en los supermercados. Sabía que era cosa de Edson porque en un rincón del lugar habían amontonado cosas polvorientas que al parecer estaban aquí. La diferencia entre las mesas y ese rincón eran abismales. Era un poco lúgubre pero estaba segura de que solo era mi percepción ya que no parecía molestarle a nadie. -Con una televisión enorme y un par de sillones cómodos, este lugar sería un buen refugio. - Silbó Sara. - Una limpieza profunda, más iluminación... Yo oculté una sonrisa. No lo admitiría, pero tenía alma de decoradora y se emocionaba fácilmente. Detrás
-Me alegra. ¿Sabes del papeleo que tendría que hacer para seguir usando tu tarjeta si mueres? Es muy cruel. - Dijo Rose al otro lado. - ¿Necesitas algo?, ¿Cómo te va con las lobas?, ¿Cómo está tu hermano?-No necesito nada, gracias. - Dijo después de pensarlo unos segundos. - Las lobas y mi hermano... es complicado. De momento estamos bajo tierra, literalmente. Es un jodido milagro que tengamos recepción. -A la mierda, ¿Por qué no simplemente traes a todos hacia aquí? Son solo un par de horas, incluso puedo mandar a algunos guardias a recorgerlos en el aeropuerto.Edson me miró solo por algunos segundos antes de responder.-Pensaré en esa oferta, Rose. También hablaba para saber cómo está la manada de Alan. Le envié un mensaje pero... bueno, pasaron cosas.-Sin bajas en el ataque a su manada. De hecho, quienes se tuvieron que hacer cargo fueron Rowan y la doctora Paula; ellos fueron a comprobar que estuvieras bien.-Que buenos lobos. - Murmuró Edson mirando hacia el techo. - Están en
-¿Sabes qué tendrías que hacer con todo ese dinero en el banco que dices tener? Comprar un vehículo. - Dijo Sara cuando bajamos del autobús y miramos a nuestro al rededor. -Tengo gastos más importantes. Además, simplemente puedo robar un autobús si necesito moverme. - Dijo guiñándome un ojo. Sara me miró. -¿Desde cuándo te gustan los que se encuentran del otro lado de la ley? -No es un mal sujeto o un exconvicto, ya lo investigué. - Murmuré distraídamente. El sitio de la dirección se encontraba a un par de cuadras de aquí. Los rumores decían que los perros del vecindario estaban muertos de miedo y que no querían salir de casa desde hace unos meses. Los vecinos justificaron el extraño comportamiento a ĺos avistamientos de "perros grandes y malos" por todo el lugar. Terriblemente sospechososo cuando se sabe que existen criaturas que le aullaban a la luna y luego se paseaban por las calles tranquilamente como personas. Escalofriante, si me lo preguntan. -Tú lo has investigado, per