-De acuerdo. - Dije después de unos segundos de pensarlo muy bien. - Si se te puede ocurrir una muy buena excusa para el jefe, puedes acompañarme a la escena del crimen. Lo que me hace preguntar... ¿Por qué los hombres lobos tienen una insana tendencia con el fuego? -¿La tienen? - Preguntó Sara con interés. Edson se rió cuando yo asentí entusiastamente. -Supongo que es porque todo lo que es molesto puede desaparecer sin dejar rastro con una buena hoguera. - Dijo cuando se calmó. - Por lo que sé, lo humanos piensan en lo mismo. -Mentira absoluta. Yo prefiero dárle mis problemas de comida a los animales salvajes. Son más meticulosos y no contaminan el medio ambiente. - Dijo Sara arqueando una ceja. - Aunque quizá eso se deba a que tengo genes extraños por parte de mis ancestros. ¿Qué sabes sobre el tema? Yo lo miré, también tenía curiosidad. -No mucho, en realidad. Al ser una especie diferente, no nos tomamos la molestia de aprender sobre ellos cuando aun vagaban por el continente.
Él me miró fijamente sin hablar mientras yo lo maldecía con todos los términos que se me ocurrieron.-¿Terminaste? - Preguntó Edson en tono aburrido.-Estoy calentando, idiota. - Dije tratando de liberarme de su agarre. - ¿Qué haces aquí?-No solo no confío en Sara. Tenemos que hablar.Eso me hizo detenerme en el acto.Bueno, ¿Por qué mierda pensé que el tipo me dejaría ir? Yo ya había demostrado que podía decir tranquilamente el secreto de su especie.¿Una disculpa de mierda lo haría cambiar de opinión? Por supuesto que no. Él me había confiado su secreto, bien pudo haberme eliminado en ese callejón por haber visto demasiado. O justo después cuando estuve en su oficina y... bien, un montón de momentos después.No lo hizo.Así que me quedé sumisamente quieta sintiéndome culpable ya que él nunca me había lastimado y ahí iba yo a traicionar su confianza. Ni siquiera el hecho de recalcarle que su madre me había atacado y llevado a una jaula podría justificar mi comportamiento.Si, yo est
Algo extrañamente caliente se encontraba en mi cuello y me daba cosquillas.Me moví un poco pero el extraño calor me siguió. Abrí los ojos en la semi oscuridad; faltarían quizá unos minutos para que el sol saliera por completo.Había sido un buen sueño reparador.Me estiré un poco disfrutando de mi merecido descanso antes de que aquella cosa extraña volviera a llamar mi atención. Desperté un poco más y me di cuenta de que tenía un enorme cuerpo a mi espalda. Presumiblemente era un hombre ya que descansaba cómodamente su alegría matutina sobre mi trasero.Me desperté del todo y recordé justo a tiempo que era Edson.-Buenos días. - Dijo contra mi cuello.-Hola. ¿Podrías decirme qué es lo que estás haciendo?-Despertar.-Ah. No recuerdo que tu ritual para "despertar" incluya mover tus caderas.-Eso es porque no has dormido lo suficiente conmigo. Tu te desnudas, yo muevo mis caderas. ¿Ves? Todos tenemos nuestras formas para dormir.-Y la cosa de tu lengua en mi cuello, ¿Es algo de tu espe
El edificio se encontraba ennegrecido después de toda la acción que hubo la última ocasión en la que estuvimos aquí. Desde abajo no podíamos ver las cintas policiacas que seguramente acordonaban el piso. Edson no había perdido el tiempo en tomarme de la mano mientras entrábamos en el lugar y comenzábamos a subir las escaleras. -¿Por qué sigues haciendo eso? -¿El qué? -Tomar mi mano. - Murmuré. Él se quedó callado, así que me detuve y medio giré para verlo a los ojos. Podía verlo gracias a la poca luz auxiliar de la escalera. - ¿Te molesta? - Preguntó por fin. - No, pero ese no es el punto. - Es el punto, totalmente es el jodido punto. - Dijo bajando un par de escalones sin soltar mi mano. Así podía verlo más cómodamente sin que me diera tortícolis. - Lizzie, por si no lo has notado, me gustas. Mi boca cayó abierta. - Apenas nos conocemos. Él se rió. -Lizzie, te dije que me gustabas, no que estuviera enamorado de ti. Seamos realistas; Gustar, enamoramiento o amor son senti
Nos quedamos ahí un par de minutos escuchando todos esos gruñidos. -¿Crees que se transformen o tendremos que seguirlos? -Dije en el tono más bajo que pude reunir. -Si los seguimos, uno de nosotros se tendrá que quedar aquí arriba y avisar al otro en qué dirección se han ido, porque para el momento en que ambos bajemos de aquí, podríamos perderlos. - Murmuró. Yo suspiré. -Bien. ¿Has conseguido un nuevo móvil? -Fui a dejar a Sara y a dar un par de instrucciones a mis lobos, luego fui a tu departamento. ¿Crees que me dió tiempo para ir de compras? Ni siquiera me he podido cambiar de ropa. - Dijo divertido. -Entonces tendremos que improvisar. - Dije rodando los ojos. Saqué mi nuevo móvil y activé la función de rastreo antes de dárselo a él. -Ese edificio tiene dos entradas por ambas calles. Tú baja de aquí y yo te diré en qué dirección irán. Trataré de encontrarte con esto en cuanto suba a la patrulla. -Preferiría seguirlos yo solo. Puede ser peligroso. - Dijo después de
(Capítulo sensible. Se recomienda discreción)Un cachorro. La vida era hambre y dolor. Eran las unicas sensaciones en mi cuerpo desde que podía recordar.Los adultos me golpeaban, tenía que luchar contra otros cachorros y muchas veces pasaba días enteros sin comer. El concepto de muerte no era extraño para nadie en ese lugar. El cachorro durmiendo a tu lado al día siguiente podía morir o ser llevado lejos, así que no formábamos ningún tipo de lazo. Y esto hacía posible que pudiéramos ir por el cuello del siguiente cachorro en turno para conseguir las sobras de comida de los adultos. Realmente no era el mejor peleador ni el más listo, por lo que a menos de que me enfrentaran con cachorros más chicos que yo, no comería. Los adultos estaban molestos por esto ya que no paraban de decir cosas como que era un desperdicio de sangre de Alfa.Tenía una vaga idea de lo que esto pudiera significar ya que en el lugar éramos divididos en "sangre de Alfa" y "bastardos que no lo eran". No es co
(otro capítulo sensible, conste que les aviso a los preciosos fanseses ♡♡♡) Un cachorro. Me hicieron poner de pie y, después de golpearme un poco, me hicieron formar junto a otros cachorros frente a la enorme puerta por la que los adultos entraban y salían. Algunos estaban asustados. Otros, como yo, simplemente miramos al vacío y movimos nuestros pies automáticamente después de una órden. -Deberíamos de tomar a algunos inútiles más. - Dijo uno de los adultos. - Con esto no va a alcanzar. -Bueno, no todos tienen que comer, ¿O si? - Dijo otro. Comenzaron a reír fuertemente mientras me tocaban de una forma que nunca habían hecho. Al principio no me molestó, pero luego una pequeña chispa de... algo, surgió desde mi pecho. Cerré los ojos y para cuando los volví a abrir uno de los adultos se encontraba frente a mí con enormes heridas de garras sujetándose la garganta. Cayó y murió a mis pies. Hubo silencio. La breve chispa había desaparecido y yo miraba con desinterés el cuerpo d
Un cachorro. Después de esa comida, "hermano" me pidió permiso para abrazarme. Lo miré sin responder. -No pasa nada si no quieres hacerlo. Es solo que soy un lobo... efusivo. Me gustan los abrazos. - Dijo y luego tomó a "mamá" y puso sus brazos a su al rededor. - Así, suavemente. Es cálido, agradable y me gusta. ¿Quieres intentar? Lo miré y luego me levanté para poner los brazos al rededor de la pierna de "mamá". "Cálido" era una palabra que no conocía tampoco. Pero supuse que era el ligero cosquilleo que transmitía el contacto. Se sentía... diferente. Cuando "mamá" a su vez puso sus manos en mi espalda, todo parecía estar bien. Nos quedamos así por un tiempo hasta que "hermano" soltó a "mamá" y tomó su mano. -¿Vamos a dormir? Terminé estando entre los dos y fue... cálido. A mitad de la noche sentí algo sobre mí y abrí mis ojos. -Lo lamento. No quería despertarte, es una noche fría y solo estaba poniendo una manta extra. Puedes volver a dormir. - Dijo "hermano" e