Un cachorro. Después de esa comida, "hermano" me pidió permiso para abrazarme. Lo miré sin responder. -No pasa nada si no quieres hacerlo. Es solo que soy un lobo... efusivo. Me gustan los abrazos. - Dijo y luego tomó a "mamá" y puso sus brazos a su al rededor. - Así, suavemente. Es cálido, agradable y me gusta. ¿Quieres intentar? Lo miré y luego me levanté para poner los brazos al rededor de la pierna de "mamá". "Cálido" era una palabra que no conocía tampoco. Pero supuse que era el ligero cosquilleo que transmitía el contacto. Se sentía... diferente. Cuando "mamá" a su vez puso sus manos en mi espalda, todo parecía estar bien. Nos quedamos así por un tiempo hasta que "hermano" soltó a "mamá" y tomó su mano. -¿Vamos a dormir? Terminé estando entre los dos y fue... cálido. A mitad de la noche sentí algo sobre mí y abrí mis ojos. -Lo lamento. No quería despertarte, es una noche fría y solo estaba poniendo una manta extra. Puedes volver a dormir. - Dijo "hermano" e
Cachorro, cachorra, adulto, lobo, mamá, hermanos... Sara. Ella olía diferente. Casi como "mamá" pero con algo en el fondo que me hacía pensar en el bosque. Sara miró hacia arriba, justo detrás de mí. -Es Ulrik, pero no responde a ese nombre. - Dijo "mamá" con voz extraña. - He estado intentando buscarle un nombre que le guste, pero no parece feliz con ninguno. Sara asintió y luego sus ojos volvieron a mí. -¿Te gustaría pensar en tu propio nombre? Yo seguí callado y comencé a desconectarme de nuevo, pero Sara comenzó a hacer ruidos raros con su boca y volvió a captar mi atención. Sus muñecas se movían levemente como si tratara de hacer que sus manos dieran una vuelta sobre sí mismas. -... subió su telaraña. Vino la lluvia y se la llevó. Salió el sol, se secó la lluvia... Repitió las mismas frases una y otra vez por un tiempo. -Pareces alguien muy inteligente. - Dijo y luego metió una de sus manos lentamente al bolsillo de su pantalón para sacar algunos círculos de colo
Un cachorro. -No que yo sepa. - Dijo Sara. - ¿Por qué lo piensas? -Cuida. Mata a los malos. No da golpizas. -Los policías no matan a los malos, los llevan en sus patrullas hasta una habitación en donde más personas deciden si necesita recibir un castigo y qué tipo de castigo. Con respecto a las golpizas, la violencia solo genera más violencia. Matar o hacer daño no nos hace sentir mejor, solo nos causa problemas y castigos tarde o temprano. Hay ocasiones en las que está permitido que nos defendamos, pero nunca hay que comenzar la agresión. ¿Entiendes lo que te digo? No. Asentí. -Bueno. Ya sabiendo todo esto, tu hermano no es un policía, él tiene otro tipo de trabajo, pero de esto te puede explicar más a detalle tu mamá. - Dijo y me deslizó la bolsa colorida para que yo viera en el interior. - ¿Sabes? Ya conoces a una policía. Su nombre es Lizzie y es la chica a la que has visto hablar con tu hermano. Ella es bonita y le gustan los animales; tengo entendido que ha ayudado a
Lizzie.Claramente era un cachorro de lobo. No necesitaba ser una genio para sumar dos más dos. Solo había un cachorro en las cercanías de este edificio, y al ver la ferocidad con la que quería hacerme sangrar a pesar de que lo empujaba, supuse que estaba molesto conmigo.El por qué era un misterio.-Tranquilízate... mierda, mi brazo. - Jadeé cuando clavó firmemente sus colmillos en mi brazo y la sangre comenzó a brotar.Me miró a los ojos y apretó su mandíbula. Yo apreté la mía para no gritar.-Es mi último uniforme limpio. - Murmuré molesta.Casi podía jurar que había satisfacción en esa mirada.Le vi sus feas intenciones en los ojos, así que con mi otro brazo lo abracé fuertemente para evitar que girara la cabeza y desgarrara la carne... y mi ropa.Por supuesto que dolía, pero no quería lastimarlo para que me soltara.-¡Cachorro! - Gritó un tipo que reconocí como Cedric, pero mi atención se desvió cuando escuché el sonido de un cristal al romperse.Levanté la vista; un enorme y c
Edson.Observé a Lizzie entrar a su auto y conducir tranquilamente como si toda esa sangre no fuera un jodido problema.Esa mujer tenía ovarios de acero.Inhalé fuertemente para tratar de calmarme. Mi instinto de pareja quería hacer que mandara todo a la mierda y corriera detrás de ella solo para asegurarme de que estuviera bien; tenía cosas que hacer aquí y en otro lugar, por lo que no podía permitirme eso.-Hermano...-¡Te iba a llevar! - Dijo sin siquiera tratar de salir de mi agarre en su ropa. Lo bajé lentamente al suelo.-Me estaba ayudando a llegar hasta aquí. Hay un código muy estricto que dice que no puedo ser transportado adelante ya que no soy policía. Si Lizzie quisiera llevarme lejos, lo podría haber hecho desde hace un par de días. - Dije mirando hacia la calle ahora vacía. Mierda, ¿Y si algún humano nos había visto?Me agaché a su altura cuando el cachorro no respondió. Mamá y Cedric se encontraban solo mirando la escena; ambos entendían que al ser el Alfa, yo era el en
Edson.Como había dicho Lizzie, sus compañeros estaban ocupados en otras cosas, así que solo tuve que perder a unas cuantas motos en el camino. Desnudarme frente a un montón de extraños nunca me había traído tantos beneficios.Aparqué a dos calles de distancia y luego les di indicaciones.-Muy bien, no tenemos tiempo para solo llegar y preguntar sobre la situación. Ustedes solo ataquen a culaquier lobo que se les acerque y por favor, si ven que son superados simplemente corran. ¿Entendieron?-Si, Alfa Edson.-Bien. No vi a muchos lobos, pero aun así prepárense para ser recibidos por algunos cuantos.Me transformé y los guié hacia adelante.Bastian me había asegurado que los lobos que ahora me acompañaban eran los últimos miembros de su manada original, por lo que tenían experiencia real en batalla. Me daba un poco más de confianza tenerlos conmigo, pero de todas formas debía regresarlos en una pieza a su manada.Con los lobos acampando por el vecindario, no sería extraño un nuevo avi
Hice quince minutos hasta nuestra base y luego le pedí a los chicos que bajaran con el señor Han. Posteriormente di instrucciones para que les dijeran a los humanos del primer piso que debían de asegurarse de que Han viviera o sino los mataríamos de una forma lenta, cruel y dolorosa. Los dejé haciendo eso y después conduje hacia el sitio de construcción. Ya había terminado el turno o algo, porque estaba vacío. Mejor para mí. Volví a burlar su seguridad y dejé el camión donde lo había tomado. Regresé a nuestra base a pie y me dirigí directamente hacia el primer piso. La tarde comenzaba a caer. -Supe que fuiste a tener un poco de acción y no me invitaste. - Dijo Sara recargada en las escaleras. - ¿Todo bien? -Si. ¿Aquí? -Las "humanas" aun no se revelan y quieren tu culo por no llevarlas a sus casas. -Todo es una victoría cuando nadie quiere mi culo. - Murmuré antes de mandarla de regreso al piso de abajo. - Dile a Cedric que suba, por favor. Encontré al resto de los guardias g
Edson. A estas horas de la noche lo unico que pude conseguir como alimento era comida rápida. Algo que le molestó sobremanera a mi instinto de pareja, pero no había mucho que hacer al respecto. La chica que vigilaba la entrada en la recepción del edificio me miró estrechando los ojos hasta que saqué el pequeño bote de chocolate untable de mi bolsillo y se lo di. Ella aceptó el soborno. -Llegas tarde. Nuestra Lizzie llegó hace horas y no parecía estar muy bien. -No me dejaron salir del trabajo y luego tuve una crisis familiar con mi hermanito. Mamá no sabía qué hacer. - Dije negando con la cabeza. La primera vez que había llegado aquí me gané a la chica con mucho encanto, chocolates y hablando sobre los problemas de la crianza. Ella tenía un hijo más pequeño, así que me dió algunos consejos después de que le asegurara que no era mi hijo. -Ah, pobre pequeño. ¿Ya está recibiendo ayuda especializada? Le había contado que lo habíamos rescatado recientemente de su padre abusador quie