-Lo siento. - Murmuré y miré hacia la unica puerta del lugar. Esperaba que mi mano ahogara el grito de Edson. - Con esto podrás recuperarte antes, de otro modo podrías haber tardado uno o dos meses en volver a hablar. ¿Sabes en dónde estamos?

Miré de nuevo hacia él y se encontraba apretando los ojos. Pobre hombre.

Elevó un poco las mano y con un dedo tembloroso escribió en el dorso de mi mano un "No".

-De acuerdo. Ahora quitaré mi mano y veré si puedo averiguar en dónde estamos. - Dije ya mirando al rededor.

Mi única pista era esa ventana a la que no podía acceder con facilidad debido a mi estatura.

Quité la mano y más allá de un leve quejido, Edson permaneció callado.

Bueno, plan "b".

Me agaché por un momento y me saqué el zapato. Ahí, escondida tenía una pequeña ganzúa.

La saqué y luego giré para quitarle las esposas a Edson, pero en ese momento escuché pasos acercándose.

Metí la cosa en mi boca para sujetarla con los dientes y me arrojé lejos del cuerpo de él para acomodarme lo mej