holis mis preciosos fanseses n.n/ actualicé esta, Dulce manada y La loba blanca es rechazada xD los amooooooo ♡♡♡♡ nunca cambien, valen millones ♡♡♡ gracias por sus bonitos comentarios, me ayudan mucho en el concurso sus manitas arriba, el número de vistas y lo mucho que se ve que les gusta jajaja ♡♡♡ gracias miles ♡♡
No hacía falta decir que para el momento en que salimos de la ciudad, Edson estaba bastante histérico. -Más rápido, más rápido, más rápido... - Murmuraba como una oración. Miré de reojo la hora del reloj en el tablero del autobús y suspiré porque en algunos minutos amanecería y aun nos quedaba un largo camino por recorrer. Para distraerlo le dije que abriera mi nueva mochila y mirara si alguno de los celulares de los tipos muertos tenía información útil a su causa. Me miró brevemente antes de comenzar a moverse a toda prisa. Tomó el primer móvil que encontró y empezó a marcar un número. -Contesta... contesta... contesta... ¡Rose! Di un pequeño respingo porque el jodido hombre había gritado el nombre. Él golpeó la ventana un poco y luego detuvo lo que sea que estaba diciendo la persona al otro lado de la línea. -No es momento para regañarme por despertarte, querida. Si, sé que nuestros pequeños no te habían dejado dormir... ¿Que Chase hizo qué?... joder, después me cuentas, solo
La primer bisagra a la que le había apuntado comenzó a desprenderse así que apunté a la siguiente.Uno, dos, tres disparos y estaba listo. En cuanto el autobús impactara contra las rejas, éstas caerían con facilidad.Me di unas cuantas palmaditas mentales por el excelente trabajo mientras volvía a meter la cabeza y cerraba la puerta.Tendría quizá unos siete segundos para el impacto, así que rápidamente me coloqué sobre el regazo de Edson en el primer asiento y miré con atención hacia el frente.Automáticamente sus brazos rodearon mi cintura con fuerza como un cinturón de seguridad justo en el momento en el que cruzábamos las rejas.-No dejes de apretar el acelerador. -Dije al hombre mientras miraba de izquierda a derecha.Como había dicho Edson, alguien debió de poner esas cadenas y no podría estar muy feliz por nuestro escape.Percibí un movimiento a mi izquierda y miré hacia allí; en el bosque se encontraban algunos perros enormes siguiendo nuestro transporte.Pensé en que se agotar
-¿Más tarde? - Pregunté asimilando la idea de que no estaba haciendo una sugerencia sino una órden velada.-¿Acaso no podría llegar? - Preguntó arqueándome una ceja. - ¿En qué dijiste que trabajaba para no poder estar disponible por la noche?Mierda.-Le preguntaré, pero no te prometo nada. - Dije con un suspiro evadiendo la pregunta.Me observó detenidamente antes de volver a hablar.-Te ves cansada. ¿Estás durmiendo bien? ¿Fue demasiada emoción atrapar criminales?Lo miré desconcertada y él se rio un poco.-Mi primer arresto masivo lo recuerdo como si fuera ayer. De hecho, lo hice junto a tu padre. - Yo me tensé pero él no lo notó porque estaba ocupado abriendo los cajones de su escritorio. - Aquí, incluso nos hicimos una foto junto a los tipos que atrapamos.Me pasó la foto y yo la observé.Mi papá se veía un poco joven pero aun su semblante parecía triste. Ese semblante yo lo recordaba de la época por la que mi madre había muerto.-Fue justo después de que él entrara a este depar
-Vaya, ¿Quién es el sexy que viene hacia aquí? - Preguntó mi conpañera con un pequeño silbido de apreciación. Llevaba una chaqueta café y pantalones ajustados que remarcaban sus anchos hombros y piernas fibrosas. Él sonrió como si hubiera escuchado el comentario de mi compañera y juro que escuché más de un suspiro femenino a su paso.Se detuvo ante mi escritorio y me miró fijamente hasta que yo arqueé una ceja.Él se agarró el cuello con incomodidad.-Ensayé qué decirte durante todo el camino pero creo que no será suficiente para disculparme contigo.Yo seguí sin decir nada. No porque quisiera verlo retorcerse, sino porque no sabía qué decir. -Entonces yo... uh... me porté como un idiota ayer y solo quería decirte que lo siento.Isabel me dio un empujoncito discreto y yo parpadeé.-Eh... si, está bien.Él me sonrió y estiró los brazos hacia mí para entregarme la monstruosidad, pero fuimos interrumpidos antes de que pudiera tomarlo.-¿Quién m****a eres y por qué estás en la zona prohi
Edson. ¿Qué teníamos que hablar? Bueno, esque si lo veía desde su punto de vista, yo solo era un chico que había conocido hace dos días y al que había ayudado con algunos "problemas", luego se había vuelto medio idiota y le habló mal. Fin de la historia. Ella no podía entender que mis impulsos de pareja al ver que ella estaba en peligro estaban activados y que gruñía a todo lo que se acercara por el miedo irracional a que le pasara algo. Irracional porque creo que ella había demostrado ser más que capaz de cuidar de sí misma. La disculpa la había aceptado con gracia, pero realmente no tenía nada más que decirme. No cuando yo mismo la alejé y... si, era muy idiota. Me rescató, me ayudó, me "lleno el tanque" como bien habia mencionado y yo solo la miré mal sin agradecerle. Suspiré y por fin me moví de en medio de la calle. Me mentiría a mí mismo si dijera que era mejor así, con ella apartada del mundo en que vivía. Mi parte de lobo ya había tenido una olfateada de ella y lo unico
Estaban llamando a mi puerta. Abrí un ojo para ver mi celular y ver que aun me faltaban veinte minutos para salir corriendo de aquí. Hasta allí iba mi pequeña siesta. Caminé tambaleante hasta la puerta y la abrí sin siquiera preguntar quién era. -Vaya, al parecer, he llegado a tiempo. Parpadeé hacia el ancho pecho del hombre antes de mirar hacia arriba. Me saludó la sonrisa torcida de Edson. Yo fruncí el ceño. -¿Qué haces aquí? -Ayudándote con tu selección de ropa, ¿Qué más? -Me he perdido. - Dije soltando un enorme bostezo. - Empecemos de nuevo. ¿Cómo m****a es que te dejaron entrar? El edificio tenía serias políticas sobre solo albergar una persona por cuarto. Las visitas no eran permitidas después de cierta hora y para ello, el inquilino tenía que registrar el nombre en recepción dentro de las "visitas" que se podían o no recibir. Para mí era muy obvio que no había puesto el nombre de éste visitante en particular en mi lista. -Tengo contactos. - Dijo guiñándome un ojo. -
-Por la emoción en tu rostro, imagino que no esperas divertirte en esta fiesta. - Dijo Edson acomodándose frente a mí.La limosina comenzó a circular entre el tráfico habitual.-No es eso.Edson esperó a que continuara hablando pero yo me mantuve callada. Bueno, él no pensaba que le soltaría todos mis secretos solo por un par de zapatos y una sonrisa, ¿O si? Lo que me recordaba...-No tengo teléfono.Me miró confundido hasta que le hice una mímica de un tipo grande y malo rompiendo mi teléfono. Luego hice una actuación muy creíble sobre él siendo una damisela mientras nos salvaba.Hubo aplausos, lágrimas y todo.-M****a, Jo. - Dijo cuando terminó de reír. - Simplemente pudiste decirlo. ¿Te gusta comunicarte de esa manera?-Fui voluntaria alguna vez en una casa hogar para niños sordo mudos. Mientras aprendía el lenguaje de ceñas, tuve que improvisar por algunos meses. - Dije mirando por la ventana. - Incluso después de aprender, los niños me pedían que siguiera con mis funciones.-¿Sob
-Eres bastante popular. - Susurró Edson a mi oído después de media hora de presentarlo ante prácticamente la mayoría de los invitados. - Creo que incluso has roto algunos corazones al decirles que soy tu novio. Yo rodé los ojos. No es que YO sea popular, sino que llevaba viniendo a este tipo de fiestas desde que nos mudamos a esta ciudad. No bromeo al decir que mi hermana y papá son... (no contemplaría usar el verbo "eran") buenos policías, tenía aun una caja guardada con sus condecoraciones de los últimos años. No quería venir al evento por ésta misma razón. Odiaba las caras de lástima en la mayoría de las personas que me conoce por mi ilustre familia. -Estoy segura de que sobrevivirán. - Dije tomando su mano para arrastarlo hacia las bebidas. Sabía que pronto comenzarían a llamarnos para sentarnos en las mesas al otro lado de la recepción. Suspiré internamente cuando otro grupo de policías veteranos nos interceptó. -Es bueno verte, Lizzie. - Dijo el señor Harrison estrechándome