Edson.¿La jodida humana me hizo caso? Por supuesto que no. Ella no atendía razones.Cuando le envié la dirección del lugar, ingenuamente creí que solo se limitaría a buscar el nombre del dueño del edificio o algo así. Quizá mandarme algunas fotos de un almacén o baldío sospechoso. ¿Qué era lo que obtenía? A una humana jugando al detective con lobos peligrosos.Era lógico que cualquier lobo reconociera su olor a Luna, así que debía sacarla de aquél sitio lo antes posible. Que enviara un mensaje el Alfa Frederick era la cereza del pastel de m****a que no tenía planeado cenar esa noche.Ahora las humanas, las lobas, mi hermano y mi madre se encontraban en peligro mientras yo no podía mover mis jodidas piernas.Menos mal que había reenviado el mensaje a Vanesa y a Alan antes de salir del restaurante. De otro modo no hubiera tenido la oportunidad de avisarles.Esperaba que tomaran en serio el mensaje."A alguien no le gustó que Rowan y tú atacaran y quemaran uno de los ´Centros de entrena
Edson.—¿Qué te hace pensar que soy un soplón? – Preguntó con sorna el tipo.La pequeña Jo había tenido muy buena puntería contra sus piernas y brazos. Lo había dejado prácticamente inutilizado.—¿Qué te hace pensar que eso me importa una m****a? Quiero información y tú vas a dármela.Él se echó a reír.—¿Qué me harás tú que mis jefes no puedan hacerme por hablar?Me arrastré un poco más cerca y tomé una de sus manos. Era una bonita postal: Los dos acostados en medio de la sangre de sus compañeros en un pasillo oscuro.Tomé su uña del pulgar derecho delicadamente y con fuerza la arranqué.Daba la m*****a casualidad de que yo había sido un Beta al que su Alfa le había encargado hacer un par de interrogatorio a algunos exiliados que no parecían confiables y que pasaban casualmente por nuestro territorio.Ninguno de ellos era inocente y confesaron que no pasaban por ahí con pensamientos puros.En cuanto terminó de gritar, yo le cogí el siguiente dedo y repetí la operación.Acabé con una d
Lizzie.Dejé a Edson interrogando a uno de nuestros captores mientras investigaba el piso de arriba. Abrí cada una de las tres puertas con el arma en alto, pero no había nadie a quién disparar. Una lástima porque había sido jodidamente satisfactorio hacerlo. Tenía algunas tensiones que sacar.Una vez que terminé de comprobar que no había nadie, me aventuré a entrar en la habítación más alejada de las escaleras.Era una réplica de la de abajo en donde nos habían arrojado con la excepción de que no había un tipo del correo medio putrefacto en el rincón.Tomé nota de buscar en la base de personas desaparecidas y de dar un informe anónimo después.En la siguiente tenían ropa y algunas mantas apiladas en medio de un enorme desorden de cajas de pizza y latas de cerveza tiradas por todos lados.Y en la última tenían una mesa vieja con sillas al rededor. Sobre la mesa había lo que parecía ser un juego de poker sin terminar.En esa habitación me llamó la atención una vieja mochila tirada en u
No hacía falta decir que para el momento en que salimos de la ciudad, Edson estaba bastante histérico. -Más rápido, más rápido, más rápido... - Murmuraba como una oración. Miré de reojo la hora del reloj en el tablero del autobús y suspiré porque en algunos minutos amanecería y aun nos quedaba un largo camino por recorrer. Para distraerlo le dije que abriera mi nueva mochila y mirara si alguno de los celulares de los tipos muertos tenía información útil a su causa. Me miró brevemente antes de comenzar a moverse a toda prisa. Tomó el primer móvil que encontró y empezó a marcar un número. -Contesta... contesta... contesta... ¡Rose! Di un pequeño respingo porque el jodido hombre había gritado el nombre. Él golpeó la ventana un poco y luego detuvo lo que sea que estaba diciendo la persona al otro lado de la línea. -No es momento para regañarme por despertarte, querida. Si, sé que nuestros pequeños no te habían dejado dormir... ¿Que Chase hizo qué?... joder, después me cuentas, solo
La primer bisagra a la que le había apuntado comenzó a desprenderse así que apunté a la siguiente.Uno, dos, tres disparos y estaba listo. En cuanto el autobús impactara contra las rejas, éstas caerían con facilidad.Me di unas cuantas palmaditas mentales por el excelente trabajo mientras volvía a meter la cabeza y cerraba la puerta.Tendría quizá unos siete segundos para el impacto, así que rápidamente me coloqué sobre el regazo de Edson en el primer asiento y miré con atención hacia el frente.Automáticamente sus brazos rodearon mi cintura con fuerza como un cinturón de seguridad justo en el momento en el que cruzábamos las rejas.-No dejes de apretar el acelerador. -Dije al hombre mientras miraba de izquierda a derecha.Como había dicho Edson, alguien debió de poner esas cadenas y no podría estar muy feliz por nuestro escape.Percibí un movimiento a mi izquierda y miré hacia allí; en el bosque se encontraban algunos perros enormes siguiendo nuestro transporte.Pensé en que se agotar
-¿Más tarde? - Pregunté asimilando la idea de que no estaba haciendo una sugerencia sino una órden velada.-¿Acaso no podría llegar? - Preguntó arqueándome una ceja. - ¿En qué dijiste que trabajaba para no poder estar disponible por la noche?Mierda.-Le preguntaré, pero no te prometo nada. - Dije con un suspiro evadiendo la pregunta.Me observó detenidamente antes de volver a hablar.-Te ves cansada. ¿Estás durmiendo bien? ¿Fue demasiada emoción atrapar criminales?Lo miré desconcertada y él se rio un poco.-Mi primer arresto masivo lo recuerdo como si fuera ayer. De hecho, lo hice junto a tu padre. - Yo me tensé pero él no lo notó porque estaba ocupado abriendo los cajones de su escritorio. - Aquí, incluso nos hicimos una foto junto a los tipos que atrapamos.Me pasó la foto y yo la observé.Mi papá se veía un poco joven pero aun su semblante parecía triste. Ese semblante yo lo recordaba de la época por la que mi madre había muerto.-Fue justo después de que él entrara a este depar
-Vaya, ¿Quién es el sexy que viene hacia aquí? - Preguntó mi conpañera con un pequeño silbido de apreciación. Llevaba una chaqueta café y pantalones ajustados que remarcaban sus anchos hombros y piernas fibrosas. Él sonrió como si hubiera escuchado el comentario de mi compañera y juro que escuché más de un suspiro femenino a su paso.Se detuvo ante mi escritorio y me miró fijamente hasta que yo arqueé una ceja.Él se agarró el cuello con incomodidad.-Ensayé qué decirte durante todo el camino pero creo que no será suficiente para disculparme contigo.Yo seguí sin decir nada. No porque quisiera verlo retorcerse, sino porque no sabía qué decir. -Entonces yo... uh... me porté como un idiota ayer y solo quería decirte que lo siento.Isabel me dio un empujoncito discreto y yo parpadeé.-Eh... si, está bien.Él me sonrió y estiró los brazos hacia mí para entregarme la monstruosidad, pero fuimos interrumpidos antes de que pudiera tomarlo.-¿Quién m****a eres y por qué estás en la zona prohi
Edson. ¿Qué teníamos que hablar? Bueno, esque si lo veía desde su punto de vista, yo solo era un chico que había conocido hace dos días y al que había ayudado con algunos "problemas", luego se había vuelto medio idiota y le habló mal. Fin de la historia. Ella no podía entender que mis impulsos de pareja al ver que ella estaba en peligro estaban activados y que gruñía a todo lo que se acercara por el miedo irracional a que le pasara algo. Irracional porque creo que ella había demostrado ser más que capaz de cuidar de sí misma. La disculpa la había aceptado con gracia, pero realmente no tenía nada más que decirme. No cuando yo mismo la alejé y... si, era muy idiota. Me rescató, me ayudó, me "lleno el tanque" como bien habia mencionado y yo solo la miré mal sin agradecerle. Suspiré y por fin me moví de en medio de la calle. Me mentiría a mí mismo si dijera que era mejor así, con ella apartada del mundo en que vivía. Mi parte de lobo ya había tenido una olfateada de ella y lo unico