Gracias por sus comentarios, me encanta leerlas. y como lo prometido es deuda, aqui les dejo otro capitulo.
SEMANAS DESPUESLa venta de mi apartamento era un hecho; yo no estaba dispuesto a recibir ayuda de mi padre. Le iba a demostrar que yo solo podía con mi vida. Jona me acompañó a firmar los papeles para la venta del apartamento. Aunque no estaba de acuerdo con lo que estaba haciendo, me apoyó.— Ven a casa; a Nora le encantará tenerte allí — me propuso.Yo negué con la cabeza. Debbie me había ayudado a buscar un lugar en su edificio. Era bastante económico, así que no tendría problema para pagar.— Ya he resuelto todo — le dije.Yo lo miré y solo asintió con la cabeza.— Tu padre aún insiste en invertir — me dijo.Yo negué con la cabeza. No lo quería cerca de mí, al menos no por el momento. Aún me sentía dolido por lo que había pasado.— Si él invierte, me voy — le advertí a Jona.— Ya le he dicho que no muchas veces, pero aún sigue insistiendo — me comentó.Yo asentí con la cabeza.— Mi padre nunca entiende; solo ignóralo — le dije.Jona puso mala cara de inmediato. Ignorar a mi padre
Al abrir los ojos, un espantoso dolor de cabeza apareció. Me puse la almohada en la cara y me quedé así un par de minutos. Ayer había perdido la conciencia por completo. Tiré la almohada a un lado y me levanté de la cama como pude. Fui al baño y me lavé la cara con agua fría. Me miré al espejo y hice una mueca de disgusto; me veía realmente horrible.La puerta de mi apartamento empezó a sonar, y de inmediato mi dolor de cabeza empeoró. Caminé hacia la puerta y la abrí. Era Debbie con una taza en la mano.— Creo que lo necesitas — me dijo con una sonrisa.Mi olfato despertó al oler el café recién hecho. Le quité la taza de las manos y bebí un sorbo.— ¿A qué hora te fuiste? ¿Y cómo llegué a la cama? — le pregunté.Ella entró a mi apartamento.— Prácticamente te cargué. Podría haber abusado de ti, pero me contuve — bromeó.Yo reí un poco.— ¿Qué hora es? — le pregunté.Ella miró su reloj y después a mí.— Son las once. Creo que Jona va a golpear tu trasero — me dijo con una sonrisa.Beb
Llegué al trabajo de Grace, entré a su oficina y me senté frente a ella. En su escritorio había varios muffins, así que agarré uno y me lo engullí.— ¿Y ahora tú qué tienes? — me preguntó, mirándome raro.Yo la miré con mi mejor cara de tragedia.— Volví a trabajar con Jona — le dije mientras masticaba.Ella puso los ojos en blanco de inmediato.— Estoy empezando a creer que eres una masoquista — me dijo.Yo me encogí de hombros.— Jona me lo pidió y no pude decir que no — le respondí.Grace cerró los ojos por un momento, luego respiró profundo y me miró.— Sí, aja, como digas — me dijo.Yo tragué un jadeo y empecé a respirar lentamente para calmarme, tenía ganas de llorar, estaba tan sentimental con todo esto.— Hayden está con Debbie, esa perra sisañosa, cómo la detesto — le dije.Grace se quitó los lentes y los puso a un lado.— Masoquistas los dos, están hechos el uno para el otro, tú le mientes y el otro idiota se mete con una mujer de la cual no siente nada — me dijo.Yo me cruc
Al día siguiente llegué al taller. Jona y todos los demás estaban alrededor del nuevo coche, así que me acerqué lentamente para ver de qué se trataba.— No conduciré eso — dijo Hayden con rabia.Jona volteó a verme y yo solo le sonreí.— Te advertí que si él invertía no conduciría. Que se joda todo — le dijo.Yo no estaba entendiendo nada. Así que volví a mirar a Jona, pero él solo me daba pequeñas sonrisas.— No es tu padre — le dijo Jona.Hayden rio con amargura.— Pero es una subsidiaria, ¡es la misma mierda! Y te lo advertí — se quejó.Hayden me miró con rabia, se dio la vuelta y se fue.— ¿Qué está pasando? — pregunté.Nora se acercó a mí y me empujó.— Que lo has jodido todo, eso pasó — me acusó.Jona la agarró del brazo y la apartó de mí.— Lo siento — se disculpó.Yo no les presté atención y fui tras Hayden.— ¿Puedes detenerte? — le grité mientras corría detrás.Pero él no se detuvo, así que corrí más rápido hasta que lo alcancé.— Largo, Kat, no quiero hablar contigo — me di
Después de la boda de mi hermana, Grace me acompañó a comprar una prueba de embarazo. Ella y yo fuimos a casa. Yo entré al baño, cerré la puerta y me senté en el retrete. Tenía miedo del resultado, así que me quedé allí por un momento, con la caja de la prueba en mis manos. Pensé en todo lo que cambiaría mi vida si esta llegara a ser positiva, que era lo más seguro, pero una cosa era imaginarlo y otra muy distinta estar segura.— ¿Kat, qué salió? — me preguntó Grace.Yo, que aún tenía la caja intacta en la mano, no respondí nada. La puerta se abrió y entró ella. Me miró mal y me quitó la caja de la mano.— Deja de ser tan cobarde — me dijo.Ella sacó la prueba de la caja y me la entregó.— Date prisa, es mejor saberlo cuanto antes — me apuró.Grace se sentó en el suelo del baño y me quedó mirando.— Sal de aquí — le pedí.Ella negó con la cabeza de inmediato.— Date prisa — me volvió a decir.Yo asentí con la cabeza, me bajé los pantalones y después me hice la prueba. Grace me miró mi
Regresar a casa era una de las cosas que más me gustaban de este trabajo, pero por alguna razón, ya no se sentía igual. Llegar a mi apartamento era deprimente, frío y solitario. En ocasiones prefería irme a casa de Jona y pasar allí el día, o simplemente ir a algún lugar concurrido y ver a las personas siendo felices.Debbie estaba conmigo en el apartamento. Ella me había esperado para celebrar mi victoria. Yo... la verdad no quería estar con nadie, pero me había propuesto cambiar, volver a ser el mismo de antes, y tal vez con Debbie logre hacerlo.— Felicidades, Hayden — me dijo Debbie sonriendo.Yo me acerqué a ella y la atraje a mí, bajé mi cabeza y le di un suave beso en los labios.— Gracias por apoyarme — le dije.Ella y yo habíamos acordado intentar algo, aunque ha sido bastante difícil, ya que yo siempre estoy fuera del país.— Pensé que me ibas a dedicar tu triunfo — me dijo con una sonrisa.Yo me reí un poco. Cuando gané, no pensé en ella. Yo había pensado en Kat, siempre pe
Me levanté con el olor a huevos fritos y tocino. Salí de la cama y fui directo a la cocina. Allí, como en un sueño, estaba Hayden, descalzo y cocinando. Él volteó a verme y sonrió. Esto se sentía como si nada hubiera pasado entre nosotros, era como al principio. Yo estuve tan tentada en correr a sus brazos y llenarlo de besos, pero sabía que eso era una muy mala idea, él solo estaba aquí por lástima.— Buenos días — me saludó.Yo aparté la mirada. No sabía cómo actuar ahora a su alrededor, aunque todo pareciera como antes, se sentía una enorme barrera.— ¿Por qué aún estás aquí? — le pregunté.Hayden se acercó a mí y me obligó a verlo a los ojos. Yo lo miré y casi empecé a llorar, lo necesitaba tanto en estos momentos.— Te he preparado desayuno. Después de que vea que te has comido todo, me iré, así que tu mala cara no me hará huir — me dijo.Yo me alejé de él.— Pues quiero que te vayas ahora, y no tengo hambre — le dije.Hayden volvió a sonreír.— Entonces no me iré. Tú decides — m
UNA SEMANA DESPUÉS.Hayden había estado demasiado atento a mí. Era lindo ver cómo se preocupaba por mi bienestar y el de nuestro hijo. De hecho, hoy vendría por mí al trabajo para ir a almorzar, ya que según él, yo estaba comiendo mal.Cuando salí del trabajo, él ya estaba esperándome. Yo sonreí un poco, aunque no podía verle, porque él estaba dentro del coche; sabía que me estaba mirando.— Qué feliz te ves —me dijo Matteo.Yo lo fulminé con la mirada y me alejé de él. Caminé aprisa hacia el coche y después entré. Hayden me quedó mirando.— ¿Crees que Matteo se enfade por cómo estamos llevando las cosas? —me preguntó.Yo quedé loca con esa pregunta.— Matteo y yo jamás hemos tenido nada, lo que te dije era mentira, pense que eso habia quuedado claro —le dije.Hayden empezó a reír. y eso me hizo enojar mucho.— Por favor, Kat, sé que si estabas con él, Debbie y Nora te vieron entrar a un hotel en su compañia, mientras estabamos juntos, así que no mientas más, por favor. De verdad me g