Regresar a casa era una de las cosas que más me gustaban de este trabajo, pero por alguna razón, ya no se sentía igual. Llegar a mi apartamento era deprimente, frío y solitario. En ocasiones prefería irme a casa de Jona y pasar allí el día, o simplemente ir a algún lugar concurrido y ver a las personas siendo felices.Debbie estaba conmigo en el apartamento. Ella me había esperado para celebrar mi victoria. Yo... la verdad no quería estar con nadie, pero me había propuesto cambiar, volver a ser el mismo de antes, y tal vez con Debbie logre hacerlo.— Felicidades, Hayden — me dijo Debbie sonriendo.Yo me acerqué a ella y la atraje a mí, bajé mi cabeza y le di un suave beso en los labios.— Gracias por apoyarme — le dije.Ella y yo habíamos acordado intentar algo, aunque ha sido bastante difícil, ya que yo siempre estoy fuera del país.— Pensé que me ibas a dedicar tu triunfo — me dijo con una sonrisa.Yo me reí un poco. Cuando gané, no pensé en ella. Yo había pensado en Kat, siempre pe
Me levanté con el olor a huevos fritos y tocino. Salí de la cama y fui directo a la cocina. Allí, como en un sueño, estaba Hayden, descalzo y cocinando. Él volteó a verme y sonrió. Esto se sentía como si nada hubiera pasado entre nosotros, era como al principio. Yo estuve tan tentada en correr a sus brazos y llenarlo de besos, pero sabía que eso era una muy mala idea, él solo estaba aquí por lástima.— Buenos días — me saludó.Yo aparté la mirada. No sabía cómo actuar ahora a su alrededor, aunque todo pareciera como antes, se sentía una enorme barrera.— ¿Por qué aún estás aquí? — le pregunté.Hayden se acercó a mí y me obligó a verlo a los ojos. Yo lo miré y casi empecé a llorar, lo necesitaba tanto en estos momentos.— Te he preparado desayuno. Después de que vea que te has comido todo, me iré, así que tu mala cara no me hará huir — me dijo.Yo me alejé de él.— Pues quiero que te vayas ahora, y no tengo hambre — le dije.Hayden volvió a sonreír.— Entonces no me iré. Tú decides — m
UNA SEMANA DESPUÉS.Hayden había estado demasiado atento a mí. Era lindo ver cómo se preocupaba por mi bienestar y el de nuestro hijo. De hecho, hoy vendría por mí al trabajo para ir a almorzar, ya que según él, yo estaba comiendo mal.Cuando salí del trabajo, él ya estaba esperándome. Yo sonreí un poco, aunque no podía verle, porque él estaba dentro del coche; sabía que me estaba mirando.— Qué feliz te ves —me dijo Matteo.Yo lo fulminé con la mirada y me alejé de él. Caminé aprisa hacia el coche y después entré. Hayden me quedó mirando.— ¿Crees que Matteo se enfade por cómo estamos llevando las cosas? —me preguntó.Yo quedé loca con esa pregunta.— Matteo y yo jamás hemos tenido nada, lo que te dije era mentira, pense que eso habia quuedado claro —le dije.Hayden empezó a reír. y eso me hizo enojar mucho.— Por favor, Kat, sé que si estabas con él, Debbie y Nora te vieron entrar a un hotel en su compañia, mientras estabamos juntos, así que no mientas más, por favor. De verdad me g
Grace me encontró comiendo pollo frito de mala gana. Ella se acercó a la mesa y se sentó frente a mí, agarró una pieza de pollo y empezó a comerla también.— Pensé que habías muerto y por eso vine, pero aquí estás, llenando tus arterias de grasa —me dijo.Yo dejé la pieza de pollo a un lado y la miré.— Quiero consultar algo contigo —le dije.Ella asintió con la cabeza.— ¿Está bien querer venganza en mi estado? —ella dejó de lado el pollo y me sonrió.— Depende, ¿involucra algún cadáver? —me preguntó.Yo negué con la cabeza.— Entonces está bien, no creo que le afecte en nada a tu bebé. ¿Pero de quién te quieres vengar? —preguntó con curiosidad.Yo sonreí más ampliamente y volví a comer de mi pieza de pollo.— Debbie y Nora. Descubrí que las bastardas le mintieron a Hayden. Le dijeron que yo estaba en un hotel con Matteo —le conté.— Ve con todo y sin piedad, se merecen lo peor ese par de perras —me dijo.Yo asentí con la cabeza.— ¿Qué tienes pensado? —me preguntó.Yo sonreí con mal
Venir al taller me hacia tan feliz. Ver a Debbie y Nora morderse de la rabia era súper divertido. Las saludé desde lejos con la mano, pero me ignoraron por completo y seguí mi camino hasta la oficina. Cuando entré, Hayden estaba allí. Me miró y sonrió.— Te he comprado algo — me dijo.Se puso de rodillas y me quitó uno de mis zapatos, reemplazándolo por una pantufla color rosa. Luego hizo lo mismo con el otro pie. Hayden se levantó y me miró satisfecho.— Apuesto a que esas son más cómodas — me dijo.Me acerqué un poco más a él y le pasé la mano por el pecho, pero Hayden detuvo mi mano de inmediato.— Tengo que irme — me dijo.— ¿No te provoco ni un poco? — le pregunté.Hayden miró hacia otro lado.— Nosotros no podemos, tú... y yo ya no se puede más — me dijo.Puse los ojos en blanco.— Qué respuesta tan mediocre me acabas de dar — le dije.Hayden volvió a mirarme.— ¿Qué quieres que te diga? ¿Que muero por estar profundamente dentro de ti? ¿Que deseo besarte hasta saciarme? ¿Eso es
Despues de lo que me dijo Nora, no volvi a mirar a Debbie igual, sentia algo malo a su alrededor, pero no dije nada, no queria alertarla, asi que aguante mis preguntas, ya que iba a presionar a Nora para que me dijera todo lo que ella sabia. Debbie estaba sentada en el sofá mientras me miraba. Se le notaba que quería decirme algo. Me senté a su lado y le sonreí. — ¿Pasa algo? — le pregunté. Ella volteó a verme y me torció los ojos. — Kat te está utilizando con la excusa del embarazo, y estoy segura de que ese niño ni siquiera es tuyo — me dijo. Me levanté de inmediato del sofá. — Me caes bien, me gustas, pero no voy a permitir que te expreses de esa manera de Kat, y mucho menos que pongas en duda mi paternidad — le dije, enojado. Ella se levantó y me abrazó con fuerza. — Lo siento, Hayden, es solo que eso es lo que veo — me dijo. Respiré profundamente. — Es mejor que te vayas — le dije. Debbie abrió mucho los ojos y empezó a negar con la cabeza. — ¡Íbamos a cenar! ¿De verda
Me senté en el borde de la cama y observé cómo lentamente Kat se desnudaba. Comenzó sacándose mi suéter de algodón, dejando al descubierto sus pechos llenos y su hermosa pancita. Luego se quitó los pantalones de pijama, quedando con una sexy panty de encaje blanco.— Esto es una mala idea — le dije.Kat se acercó a mí y se subió a mi regazo.— ¿Según quién? — preguntó.Metió sus dedos en mi cabello y me atrajo hacia ella.— Te necesito tanto — me dijo.Rozó sus labios ligeramente con los míos de una manera tentadora. Yo agarré su cintura con fuerza.— Hazme el amor, por favor — me pidió.Ella me ayudó a quitarme el suéter y lo dejó caer al piso, luego pasó sus manos por mi pecho, deteniéndose en mis pectorales y apretándolos.— Te amo, Kat — le dije.Ella me besó con hambre, devorando mi boca como si solo existiera el hoy. Yo le respondí el beso con la misma pasión, pegándola más a mi cuerpo. Kat se separó de mí, pegó su frente en la mía y me miró a los ojos.— Te juro que no volveré
Llegué al taller tomada de la mano de Hayden, mientras Nora y Debbie nos miraban. Les sonreí y seguimos adelante hasta llegar a la oficina, donde nos esperaba Jona con cara de tragedia.— ¿Pasa algo? — le pregunté.Jona me entregó unos documentos, los ojeé y de inmediato supe que todo estaba hecho un desastre.— ¿Quién carajo hizo este desastre? — le pregunté.Jona se pasó las manos por el rostro.— Nora, y yo no los revisé. Ahora estamos metidos en un enorme lío con esto, prácticamente vamos a promocionar gratis — me dijo.Dejé los documentos sobre el escritorio y salí de la oficina. Caminé hasta donde estaban esas dos.— Te necesito en la oficina ya — le dije a Nora.Ella me miró de arriba a abajo y me ignoró.— Tanto que me reclamaste de que yo era la culpable de tirar a la basura todo el esfuerzo de este equipo, ¿y tú regalas dinero? — le pregunté furiosa.— No sé de lo que hablas — me contestó.Agarré su brazo y la arrastré conmigo hasta la oficina, donde estaba Hayden y Jona.— A