El rugido de los motores llenaba el lugar. Grace y yo nos acercamos a los ingenieros y a Jona, que se veía algo preocupado. Yo miré el coche de Hayden, que estaba en la línea de salida junto a los demás.— Confía en Hayden — le dije a Jona.Él me quedó mirando.— Confío en él, sé que ganaremos — me dijo.Yo asentí con la cabeza. Jona se quitó los auriculares y me los entregó. Yo me los puse de inmediato.— La victoria es tuya, amor — le dije.— Te amo — me contestó Hayden.— Concéntrate. Ya me dirás que me amas más tarde — le dije.— Solo quería recordártelo, pero sí que te lo diré más tarde — me dijo.Yo miré a un lado y los otros que también tenían los auriculares se estaban riendo.— Chao, me estás haciendo avergonzar — le dije.Me quité los auriculares y se los devolví a Jona, que sonreía ampliamente.Las gradas se teñían de los colores de los diferentes equipos. Los gritos de la multitud llenaban todo el lugar. Se sentía tan emocionante.El semáforo se apagó y los coches emprendi
Hayden se había ido de viaje con el equipo. Yo no pude ir con él por cuestión de trabajo, así que lo llamaba todos los días para preguntar cómo estaba, y cuando no lo llamaba, él me llamaba a mí. Era lindo, me encantaba sentirme tan mimada y querida.Hoy estaba en la oficina, revisando algunos documentos. Siendo sincera, lo único que realmente quería era irme a casa y dormir. Con el embarazo, me había vuelto una persona perezosa.Lily entró a mi oficina y me quedó mirando.— Kat, alguien quiere hablar contigo — me dijo Lily.— No estoy para nadie — le dije.Ella respiró profundamente.— Es la hermana de Hayden, y dice que no se irá sin hablar contigo — me dijo.Yo puse los ojos en blanco. Después de la discusión con el padre de Hayden, pensé que todo había acabado, pero parece que no.— Dile que pase — le dije.Lily asintió con la cabeza y salió de mi oficina. Después de un breve momento, entró la hermana de Hayden. Ella me miró y sonrió de lado.— Entonces, ¿es verdad que estás embar
Los días pasaron sin ningún problema. Hayden y yo estábamos viviendo un sueño. De hecho, desde el momento en que él me pidió la mano, Grace y yo empezamos a hacer planes para mi boda. Quería algo pequeño pero lindo, idea que no le gustó para nada a Grace. Ella quería algo ostentoso, la boda del año según ella. Ella y yo estábamos sentadas en el suelo de mi apartamento mientras ojeábamos revistas con vestidos de novia. — Podemos alquilar un salón, te juro que la boda será maravillosa — me sugirió Grace. — Quiero que sea en el jardín de casa de mi padre, algo pequeño pero lindo — le dije con una sonrisa. Ella puso los ojos en blanco. — ¿Quieres una boda como la de tu hermana? — me preguntó. Yo negué de inmediato. A pesar de que se habían cambiado muchas cosas en la boda de mi hermana, para mi gusto fue… aburrida. Yo quería que fuera alegre pero pequeña. — No te entiendo, ¿entonces solo quieres unas flores, las mesas y ya? — me preguntó. — Diste en el blanco, eso es exactamente l
El día más importante de mi vida llegó. Grace estaba conmigo en la habitación de mis padres ayudándome a terminar de arreglarme. Me sentía como una princesa muy embarazada.— Pareces una carpa, pero de esas lindas — me dijo Grace de la nada.Yo la miré mal y ella empezó a reír.— Lo siento, es que estoy nerviosa. Esta es tu primera boda. Me siento igual de nerviosa que cuando perdí mi virginidad — me dijo.Parpadeé un par de veces, aún mirándola fijamente.— ¿Y si mejor ya no hablas? — le sugerí.Ella puso los ojos en blanco de inmediato.— Es que estoy nerviosa — me dijo.Me acerqué más a ella y la abracé.— Estoy tan feliz de que seas feliz — me dijo con la voz quebrada.Me separé de ella y sonreí. Grace estaba llorando.— Gracias por siempre estar a mi lado, y gracias por todos tus consejos, aunque en ocasiones no son los mejores — le dije.Ella me abrazó con fuerza.— Salgamos rápido o vamos a arruinar nuestro maquillaje — me dijo.Ambas nos separamos, y sonreímos. Grace salió de l
Meses después.Empecé a poner por todos lados las fotos de mi boda con Hayden, y algunas otras fotos. Quería que nuestra casa fuera lo más acogedora posible.— Amor, ¿me ayudas a rodar esto? —grité.Hayden apareció sin camisa y todo sudoroso, ya que estaba organizando los muebles para el cuarto del bebé.— Cariño, deja de moverte tanto, estás en los últimos días. Se supone que debes estar tranquila —me dijo.Yo puse los ojos en blanco de inmediato. Odiaba no hacer nada y dejarle todo el trabajo.— Solo estoy poniendo algunas fotos. No se me va a caer un brazo —le dije.Hayden, de mala gana, movió una mesita que estaba estorbando.— Siéntate, por Dios, que me estás poniendo nervioso —me dijo.Yo me acerqué a él y lo abracé.— Estoy todo sudado —me dijo.Yo me encogí de hombros.— Te ves muy sexy —le dije.Él sonrió.— Siéntate, por favor —me pidió.Yo me separé de él y de pronto sentí cómo agua empezó a bajar por mis piernas.— Mierda —dije.Hayden me miró con nerviosismo.— ¿Qué pasó?
Dos meses después.Hayden se había ido temprano al taller sin antes decirme, o más bien ordenarme, que tenía prohibido ir a ver la carrera. Ethan estaba demasiado pequeño, y yo era consciente de ello, pero hoy era la gran final, y me parecía justo que nuestro pequeño viera la victoria de su padre.Llamé a Grace y le pedí que viniera por mí. Obviamente, ella me dijo que sí de inmediato. Así que aquí estaba, en la puerta, esperando a mi loca amiga, con un maletín con las cosas de mi bebé y con un bebé de dos meses en su portabebé.El coche de Grace aparcó frente a mi casa, yo me apresuré hacia él, acomodé a mi niño en el asiento trasero y después me subí en el asiento del copiloto junto a Grace.— Tu esposo me va a matar —me dijo con una sonrisa.— Nos va a matar a las dos, así que date prisa o llegaremos tarde y quiero desearle buena suerte —le dije.Grace asintió con la cabeza y aceleró.— ¿No has bebido, verdad? —le pregunté.Grace me miró mal de inmediato.— No soy un monstruo, Kat
Camine sin rumbo fijo, mientras bebía de la lata de cerveza, ¡estaba furiosa! Hayden habia perdido por el imbécil de ese chico, ¡carajo! había perdido muchísimo dinero por su culpa, ya no iba a follar con ningún hombre en el desierto. Pegue un grito de frustración y seguí caminando por la pista, mientras las personas se iban, algunas felices y otras inconformes como yo, se quejaban mientras salían del lugar. Mi teléfono sonó y yo lo conteste de inmediato. — dónde estás? — Me preguntó Kat. Respire profundamente, para aclarar la voz, no queria que ella se diera cuenta que la derrota de Hayden me había afectado. — No lo sé, tal vez en el más allá — Le dije. Yo ya me había acostumbrado a ganar y como estaba tan segura del triunfo, aposté todo el dinero que tenía destinado para mis vacaciones. — No digas estupideces, ahora trae tu culo al motorhome — Me dijo. Yo le respondí que si y me di media vuelta para regresar. cuando iba llegando al motorhome de Hayden, me detuve en seco, ya q
El ruido de la ciudad me despertó, y al estirarme en la cama, contemplé el techo por unos minutos. La noche anterior había sido muy buena; al fin puedo decir que un hombre realmente me agradaba más allá que solo para una noche. Finalmente, había encontrado a un hombre que valía la pena, digno de ser presentado a mis padres, o bueno a mi madre, Carlo era chistoso, guapo, estaba en sus cuarenta, tenía un muy buen trabajo, ambos éramos abogados, el era simplemente perfecto, encajabamos de maravilla.— Buenos días, dormilona — me dijo él mientras me observaba desde el marco de la puerta. Me bajé de la cama, tomé la camisa que le había quitado la noche anterior y la coloqué en mi cuerpo desnudo. Luego, caminé hacia él de manera sensual. — ¿Desde cuándo estás aquí? — le pregunté. Él me agarró de la cintura y me atrajo hacia su pecho. Me puse de puntillas y le di un dulce beso en los labios. Todo esto parecía sacado de una escena de película; todo se sentía tan perfecto e irreal. — El ti