Al día siguiente llegué al taller. Jona y todos los demás estaban alrededor del nuevo coche, así que me acerqué lentamente para ver de qué se trataba.— No conduciré eso — dijo Hayden con rabia.Jona volteó a verme y yo solo le sonreí.— Te advertí que si él invertía no conduciría. Que se joda todo — le dijo.Yo no estaba entendiendo nada. Así que volví a mirar a Jona, pero él solo me daba pequeñas sonrisas.— No es tu padre — le dijo Jona.Hayden rio con amargura.— Pero es una subsidiaria, ¡es la misma mierda! Y te lo advertí — se quejó.Hayden me miró con rabia, se dio la vuelta y se fue.— ¿Qué está pasando? — pregunté.Nora se acercó a mí y me empujó.— Que lo has jodido todo, eso pasó — me acusó.Jona la agarró del brazo y la apartó de mí.— Lo siento — se disculpó.Yo no les presté atención y fui tras Hayden.— ¿Puedes detenerte? — le grité mientras corría detrás.Pero él no se detuvo, así que corrí más rápido hasta que lo alcancé.— Largo, Kat, no quiero hablar contigo — me di
Después de la boda de mi hermana, Grace me acompañó a comprar una prueba de embarazo. Ella y yo fuimos a casa. Yo entré al baño, cerré la puerta y me senté en el retrete. Tenía miedo del resultado, así que me quedé allí por un momento, con la caja de la prueba en mis manos. Pensé en todo lo que cambiaría mi vida si esta llegara a ser positiva, que era lo más seguro, pero una cosa era imaginarlo y otra muy distinta estar segura.— ¿Kat, qué salió? — me preguntó Grace.Yo, que aún tenía la caja intacta en la mano, no respondí nada. La puerta se abrió y entró ella. Me miró mal y me quitó la caja de la mano.— Deja de ser tan cobarde — me dijo.Ella sacó la prueba de la caja y me la entregó.— Date prisa, es mejor saberlo cuanto antes — me apuró.Grace se sentó en el suelo del baño y me quedó mirando.— Sal de aquí — le pedí.Ella negó con la cabeza de inmediato.— Date prisa — me volvió a decir.Yo asentí con la cabeza, me bajé los pantalones y después me hice la prueba. Grace me miró mi
Regresar a casa era una de las cosas que más me gustaban de este trabajo, pero por alguna razón, ya no se sentía igual. Llegar a mi apartamento era deprimente, frío y solitario. En ocasiones prefería irme a casa de Jona y pasar allí el día, o simplemente ir a algún lugar concurrido y ver a las personas siendo felices.Debbie estaba conmigo en el apartamento. Ella me había esperado para celebrar mi victoria. Yo... la verdad no quería estar con nadie, pero me había propuesto cambiar, volver a ser el mismo de antes, y tal vez con Debbie logre hacerlo.— Felicidades, Hayden — me dijo Debbie sonriendo.Yo me acerqué a ella y la atraje a mí, bajé mi cabeza y le di un suave beso en los labios.— Gracias por apoyarme — le dije.Ella y yo habíamos acordado intentar algo, aunque ha sido bastante difícil, ya que yo siempre estoy fuera del país.— Pensé que me ibas a dedicar tu triunfo — me dijo con una sonrisa.Yo me reí un poco. Cuando gané, no pensé en ella. Yo había pensado en Kat, siempre pe
Me levanté con el olor a huevos fritos y tocino. Salí de la cama y fui directo a la cocina. Allí, como en un sueño, estaba Hayden, descalzo y cocinando. Él volteó a verme y sonrió. Esto se sentía como si nada hubiera pasado entre nosotros, era como al principio. Yo estuve tan tentada en correr a sus brazos y llenarlo de besos, pero sabía que eso era una muy mala idea, él solo estaba aquí por lástima.— Buenos días — me saludó.Yo aparté la mirada. No sabía cómo actuar ahora a su alrededor, aunque todo pareciera como antes, se sentía una enorme barrera.— ¿Por qué aún estás aquí? — le pregunté.Hayden se acercó a mí y me obligó a verlo a los ojos. Yo lo miré y casi empecé a llorar, lo necesitaba tanto en estos momentos.— Te he preparado desayuno. Después de que vea que te has comido todo, me iré, así que tu mala cara no me hará huir — me dijo.Yo me alejé de él.— Pues quiero que te vayas ahora, y no tengo hambre — le dije.Hayden volvió a sonreír.— Entonces no me iré. Tú decides — m
UNA SEMANA DESPUÉS.Hayden había estado demasiado atento a mí. Era lindo ver cómo se preocupaba por mi bienestar y el de nuestro hijo. De hecho, hoy vendría por mí al trabajo para ir a almorzar, ya que según él, yo estaba comiendo mal.Cuando salí del trabajo, él ya estaba esperándome. Yo sonreí un poco, aunque no podía verle, porque él estaba dentro del coche; sabía que me estaba mirando.— Qué feliz te ves —me dijo Matteo.Yo lo fulminé con la mirada y me alejé de él. Caminé aprisa hacia el coche y después entré. Hayden me quedó mirando.— ¿Crees que Matteo se enfade por cómo estamos llevando las cosas? —me preguntó.Yo quedé loca con esa pregunta.— Matteo y yo jamás hemos tenido nada, lo que te dije era mentira, pense que eso habia quuedado claro —le dije.Hayden empezó a reír. y eso me hizo enojar mucho.— Por favor, Kat, sé que si estabas con él, Debbie y Nora te vieron entrar a un hotel en su compañia, mientras estabamos juntos, así que no mientas más, por favor. De verdad me g
Grace me encontró comiendo pollo frito de mala gana. Ella se acercó a la mesa y se sentó frente a mí, agarró una pieza de pollo y empezó a comerla también.— Pensé que habías muerto y por eso vine, pero aquí estás, llenando tus arterias de grasa —me dijo.Yo dejé la pieza de pollo a un lado y la miré.— Quiero consultar algo contigo —le dije.Ella asintió con la cabeza.— ¿Está bien querer venganza en mi estado? —ella dejó de lado el pollo y me sonrió.— Depende, ¿involucra algún cadáver? —me preguntó.Yo negué con la cabeza.— Entonces está bien, no creo que le afecte en nada a tu bebé. ¿Pero de quién te quieres vengar? —preguntó con curiosidad.Yo sonreí más ampliamente y volví a comer de mi pieza de pollo.— Debbie y Nora. Descubrí que las bastardas le mintieron a Hayden. Le dijeron que yo estaba en un hotel con Matteo —le conté.— Ve con todo y sin piedad, se merecen lo peor ese par de perras —me dijo.Yo asentí con la cabeza.— ¿Qué tienes pensado? —me preguntó.Yo sonreí con mal
Venir al taller me hacia tan feliz. Ver a Debbie y Nora morderse de la rabia era súper divertido. Las saludé desde lejos con la mano, pero me ignoraron por completo y seguí mi camino hasta la oficina. Cuando entré, Hayden estaba allí. Me miró y sonrió.— Te he comprado algo — me dijo.Se puso de rodillas y me quitó uno de mis zapatos, reemplazándolo por una pantufla color rosa. Luego hizo lo mismo con el otro pie. Hayden se levantó y me miró satisfecho.— Apuesto a que esas son más cómodas — me dijo.Me acerqué un poco más a él y le pasé la mano por el pecho, pero Hayden detuvo mi mano de inmediato.— Tengo que irme — me dijo.— ¿No te provoco ni un poco? — le pregunté.Hayden miró hacia otro lado.— Nosotros no podemos, tú... y yo ya no se puede más — me dijo.Puse los ojos en blanco.— Qué respuesta tan mediocre me acabas de dar — le dije.Hayden volvió a mirarme.— ¿Qué quieres que te diga? ¿Que muero por estar profundamente dentro de ti? ¿Que deseo besarte hasta saciarme? ¿Eso es
Despues de lo que me dijo Nora, no volvi a mirar a Debbie igual, sentia algo malo a su alrededor, pero no dije nada, no queria alertarla, asi que aguante mis preguntas, ya que iba a presionar a Nora para que me dijera todo lo que ella sabia. Debbie estaba sentada en el sofá mientras me miraba. Se le notaba que quería decirme algo. Me senté a su lado y le sonreí. — ¿Pasa algo? — le pregunté. Ella volteó a verme y me torció los ojos. — Kat te está utilizando con la excusa del embarazo, y estoy segura de que ese niño ni siquiera es tuyo — me dijo. Me levanté de inmediato del sofá. — Me caes bien, me gustas, pero no voy a permitir que te expreses de esa manera de Kat, y mucho menos que pongas en duda mi paternidad — le dije, enojado. Ella se levantó y me abrazó con fuerza. — Lo siento, Hayden, es solo que eso es lo que veo — me dijo. Respiré profundamente. — Es mejor que te vayas — le dije. Debbie abrió mucho los ojos y empezó a negar con la cabeza. — ¡Íbamos a cenar! ¿De verda