— Lana, ¿qué pasa ahí adentro? — preguntó uno de sus entrenadores, se le conocía como Rusoll, este era el encargado principal de su recuperación.
— No lo sé, la chica ha entrado y han comenzado a pelear por algo, no sé exactamente por qué — contestó la secretaria totalmente sorprendida por lo que estaba escuchando, el entrenador también espero, no había dudas de que la chica tenía razón.— ¿Pasa algo Hans? — interrumpió, haciendo que su pupilo lo mirara realmente mal.— Solo le he indicado a la señora, que no está calificada para trabajar conmigo, su currículo no cumple con lo mínimo para poder hacerlo — le dijo con total seriedad, conocía a su entrenador y sabía que esto iba a ser más largo de lo que creía.— Un hombre tan grande y mintiendo, señor, déjeme decirle, que él joven no ha dejado ni siquiera que yo le pase mi experiencia, este no me ha hecho una entrevista como tal, está peleando como un niño pequeño, porqué antes de llegar aquí, me ha atropellado con su coche carísimo y su perro faldero se ha comportado como un gran patán, así que le tire una malteada, es injusto que, por tener un poco más de dinero, crea que las personas no merezcan respeto.No me iré hasta que me haga una entrevista decente, así que tomé — le dijo molesta, sabía que no trabajaría con él, pero él coraje era tan grande, que esperaba a que tuviera el respeto y la tratara con dignidad.Todo en aquella sala quedaron en silencio, tanto Hans, como su entrenador, no se esperaron aquello, Rusoll estaba fascinado por su carácter, era la primera vez que alguien dejaba cayado a Hans, era algo bastante gracioso.Este tomó la carpeta y comenzó a leerla, aquel nombre le resultaba bastante conocido, había tenido una conversación con algunos colegas sobre lo que había pasado con los físios de la empresa con la que trabajaba, el jefe se había negado a que fueran mujeres, las que se llevarán los mejores casos.Estaba ante ellos, una de las mejores fisioterapeutas en la actualidad y parecía ser que estaban a punto de no contratarla.— ¿Has trabajado lesiones como las de Hans? — le preguntó este y ella respondió con tranquilidad, su carácter molesto y su tono de voz había cambiado en lo absoluto, parecía ser que la razón había vuelto a su interior.— He tenido pacientes con problemas similares, también he trabajado con deportistas de alto rendimiento y han tenido muy buenos resultados — le dijo esta, algo que la hacía sentir orgullosa, era el poder hacer que muchos deportistas pudiesen tener la posibilidad de seguir haciendo lo que amaba.— Lo sé, he escuchado cosas muy buenas de ti, de tu empresa no tanto, pero de ti sí — le dijo, parecía que Hans se había quedado a un lado, era el principal afectado y al cual debían atender, además él pagaría todo el tratamiento.— De mí se dicen muchas cosas, entre buenas y malas, pero la mejor manera para poder saber la verdad es viendo a esa persona en acción, eso siempre apacigua las dudas — le dijo y este sonrió.— No la contrataré — dijo Hans, estaba molesto, la mujer le causaba fastidio y no quería ni verla.— Creo que de todas las que has y he entrevistado es la mejor opción, ya déjate de tonterías, Tania es buena — dijo este, sabía que se la pondría difícil, pero no perdería el tenerla en su equipo.— No me interesa trabajar con esta mujer, es vulgar, no entiendo cómo podrá ayudarme — dijo mientras la miraba completamente mal.Tania por su parte, estaba ya cansada de escucharlo, había aprendido a que una persona, por más millonaria que fuese, no dejaba de ser humano y el tratar es algo de dignidad.— ¿Puedes comenzar mañana? — le preguntó su entrenador, sin siquiera prestarle atención.— ¡No dejaré que esa señora me toque! — contestó este, algo que incomodaba a Tania era la mirada de desaprobación cuando no siquiera la conocía.— No se preocupe, yo no quiero trabajar con un hombre como ese, espero entienda que no me voy por grosería, solo que mi paciencia tiene un límite y al parecer, el señor ha decidido cruzarlo, ¡hasta luego! — dijo esta y salió de ahí, aguantar la rabia era algo que le daba molestia, había sido decente con él, pero este no era capaz de razonar.Rusoll estaba igualmente molesto, no sabía que más hacer para poder ayudarle, estaba cansado de su forma de actuar, de la manera en que se comunicaba con otros y aburrido de su arrogancia.— Acabas de dejar ir a la mujer que puede cambiarte la vida, es de las mejores y tu arrogancia no dejo que lo vieras — le dijo y este se quedó en silencio.— Te aconsejo que le llames, necesito que la traigas de vuelta, la inversión en ti es grande y es la que puede salvarte de este problema que tú mismo has creado — se levantó y se marchó, no quería lidiar con su drama, así que este se quedó solo.Tania por su lado, estaba soltando chispas, no quería saber absolutamente nada de aquel hombre, sabía que era problemático y que su carácter no era el mejor, pero jamás pensó que su arrogancia no lo dejara avanzar.— ¿Cómo te fue? ¿Lo conseguiste? — preguntó su madre emocionada, está al escucharla negó inmediatamente.— Es insoportable, si te cuento lo que pasó, no te lo creerías — le dijo y comenzó a relatar lo ocurrido, hermano estaba ahí, Michel se sentía molesto, no le gustaba que tratarán a su familia de esa manera, aunque tenía miles de ganas de llamarle y decirle unas cuantas verdades, no podía pasar por encima de las decisiones de su hermana, así que desistió.— Solo quiero olvidar esto, seguiré buscando en otro lado, quizás encuentre algo mejor.Nunca se sabe — dijo con seriedad y colgó, debía ir a recoger algunas cosas y luego seguir buscando un empleo, sus gastos comenzaban a subir, cuando salió de la universidad, había decidido vivir sola, ahora, había vuelto a casa de sus padres, era algo que le causaba un conflicto bastante grande, estaba acostumbrada a ser demasiado exigente con sus cosas y parecía ser que todo se estaba volviendo una locura.Tomo una botella de agua que había comprado y la tomó rápidamente, quizás eso apaciguaría la rabia que sentía que iba creciendo en su interior.— ¿Ya hablaste con ella? — volvió a preguntar su entrenador, estaba cansado de que insistiera tanto, este le había ayudado en los últimos cuatro años, le había ayudado tanto y ahora era imposible dejarlo ir.— Aún no, esa mujer no creo que quiera escucharme, es demasiado petulante — le dijo mientras comía algo.— Si hablamos de petulante, tú te ganas el primer puesto, así que habla con ella, es la única que puede solucionar este problema contigo — le dijo este, no quería perderla, no ahora que sabía que los directivos estaban pensando en sacarlo del equipo, el único que no se había enterado era el mismo Hans, decirle aquello haría que este dejara de esforzarse, aunque esto lo estaba haciendo mínimamente.— Esta bien, ya llamaré, pero si decide no aceptar, espero que no me crucifiques a mí — le advirtió.— La conseguirás sí o sí, en esto no hay discusión, espero que lo entiendas — le dijo y le colgó, sus hijos lo esperaban para comer.Aquello era una advertencia, sabía que debía hacer que esta se quedará, aun sabiendo que no la quería ni un poco cerca.— Hola — contesto su teléfono, no sabía de quién se trataba y el número estaba oculto.— Soy Hans Lancer — dijo y está colgó inmediatamente.Era imposible que este la llamara, no lo soportaba y no trabajaría con él, no estaba dispuesta y punto.Hans lancer le había llamado, no quería volver a pasar por alguno de sus dramas de niño pequeño, había tenido clientes complicados en su corta experiencia laboral, pero ninguno como este.— Conteste su teléfono — le escribió por WhatsApp, Tania estaba ofendida por cómo le había tratado, ¿por qué debía responderle?— No tengo intención de tener una conversación con una persona con ese nivel de patanería.— No se ponga con estupideces, le voy a dar la oportunidad para que trabaje conmigo, mi entrenador me ha dicho que eres buena y he decidido incluirte en mi equipo — le dijo, sabía que la joven iba a complicarse, pero estaba seguro de que aceptaría, por lo que había escuchado, esta había perdido muchas oportunidades por su antiguo jefe, le había declarado una guerra sin fin y por lo visto, estaba ganando.— No quiero trabajar para usted — le dijo esta al oírlo hablar con tanta prepotencia.— Creo que es una buena oportunidad para usted, así que debería aceptar — insistió.— No me intere
La lista era algo excesiva para Hans.— ¿Quieres que haga todo esto, solo por tu trabajo aquí? — le preguntó incrédulo por todo lo que esté estaba leyendo.— Solo será una vez cada quince días — le dijo ella y este soltó una carcajada, aquello era inaudito.— Haber, te leo lo que tú misma has escrito.Mejorar el trato con sus empleados.Decir buenos días y buenas noches, siempre.Dar clases a chicos una vez cada quince días.Respetar mi espacio, u a habitación lejos de él.Nada de llamar a medianoche, no soy asistente.Acatar mis indicaciones al pie de la letra.Una multa de mil dólares cada vez que incumpla lo pactado.Nada de alcohol, incluidas las cervezas.Nada de comida que no sea la adecuada para mejorar.Clases de natación dos veces y un viaje al lugar que yo decida cada mes.¿Qué hará usted con esos mil dólares? — le dijo cada vez más indignado.— Les daría mejor uso que el que usted les da, esas son mis condiciones, de usted depende si las acepta o no, irán anexadas a nuestro
Tania estaba sorprendida por lo que había pasado la noche anterior, era algo con lo que no contaba, comenzar su primer día de trabajo.— Levántate — le dijo nada más entrar a aquella habitación, había pasado la noche más incómoda por su culpa y ahí estaba él, con su mirada perdida y con una resaca monumental.— Aún no — sentenció, estaba molesto de que esta apenas comenzar y ya le estaba dañando su vida.— ¡No me jodas! — le dijo mientras veía como abría las ventanas y dejaba que el sol saliera con todo su poder.— ¡No me importa cómo me vas a tratar, te levantas y ya! — le contestó fuertemente, sabía que lidiar con él iba a ser algo bastante importante.— No — contestó tajantemente.— Lo harás o comenzaremos con el pie izquierdo, mil dólares menos — le contestó y este se molestó.No tenía más que hacer, que levantarse, sabía que con ella no podía lidiar, era algo imposible, jamás había escuchado a alguien así.Esperó un momento afuera, no le apetecía tampoco tener que verlo sin ropa,
Un nuevo día y un reto mayor al anterior, Tania no sabía exactamente cómo comenzar, las terapias iban poco a poco, pero necesitaba saber cómo iba a funcionar este sí le pedía un esfuerzo mayor.— Necesito que seas más fuerte, meteré un poco más de presión, quiero que sepas que no lo hago por odiosidad, es necesario — le dijo esta al ver su cara de molestia, no quería sentir dolor, era algo que no le gustaba. — Esta bien, pero no me gusta el dolor y lo sabes, pensé que esta se recuperará mucho más fácil — le contestó él y ella se molestó. — ¿Como pretendes mejorar?, tienen un puro contrato a punto de volverse en una demanda, espero que comprendas cómo funciona esto, deja de ser un cobarde y asume que debes esforzarte — le dijo y este se molestó, no le gustaba que algún trabajador le hablara de tal manera.— ¡Acuérdate que yo soy el que te pagó! — le contestó.— Me importa muy poco que seas tú, me contrataste para que mejoraras, si vas a dañar esto, acuérdate que deberás pagar una mult
La comida parecía estar bastante buena, no sabía exactamente cómo iba a ser todo entre ellos, pero ojalá que, aunque sea una comida fuese algo que pudiesen disfrutar en tranquilidad.— ¿Eres la niña de papá? Por lo visto parece que sí, no quería escuchar la conversación entre ustedes, pero desafortunadamente lo hice — le dijo este con una mirada de burla.— No sé si lo sea, pero hemos tenido una relación cercana desde siempre, no sé si tú eres así con los tuyos, pero yo con los míos sí — le dijo, aquella pregunta era algo que siempre le hacían, sabía que la relación con ellos era demasiado cercana, pero los amaba y no esperaba cambiarla, los amaba y sabía que siempre estarían para ella.— No creo que sea necesario estar con los padres por mucho tiempo, ellos tienes su vida y yo la mía, ya está — dijo con un poco de seriedad, no le gustaba hablar de ellos, pero sabía que él había sido el que había direccional aquella conversación hasta ese punto, así que no tenía mucho que reprochar.—
Vivir al límite había implicado que Hans perdiera la conciencia de su carrera, en el último año, este se había limitado a vivir al límite, no entendía realmente porqué lo hacía, si tenía una carrera buena, está lo estaba esperando con los brazos abiertos.— ¿Preparado Romeo? — Tania había decidido interrumpir su día de amor con aquella modelito de revista, era bastante guapa, pero todo quedaba tan solo en eso, porque no tenía nada más que ofrecer.Esa mañana habían tenido una diferencia, ella al llegar a la cocina, tuvo que escuchar como la mujer trataba mal a una de las cocineras, solo por el simple hecho de no usar sal marina del himalaya y usar una normal.— No tienes razón alguna de tratarla así — fueron aquellas palabras que desataron un caos, está en forma histérica había pedido a Hans que corriera a las dos, este sabía que no podía hacerlo, así que se negó, desatando la furia de la modelo.— Ya voy — le respondió en cuanto vio que esta le había interrumpido nuevamente, solo vio
No sabía que la naturaleza podía llegar a interesarle de tal manera, había conocido múltiples lugares, desde sitios realmente lujosos, hasta unos donde la naturaleza era realmente cuidada, no sabía exactamente qué pensar con la saluda que planteaba Tania.— ¿Hz pensado en que esto podría partirme en dos? — le dijo mientras está le pasaba las.— Tiene que dejar de ser tan dramático, he visto que desde hace mucho usted debería estar usándolas, la silla de ruedas, lo único que hace es acolitar su pereza, es necesario que ponga a sus pies a trabajar, no veo lo complicado en eso — le dijo esta mientras le hacía nuevamente tomarla en sus manos, sabía que se excusaba en las ruedas de la silla para no tener que esforzarse mucho.Los dos enfermeros que este tenía le acompañaban, los había contratado su equipo, así que se los aguantaba.— Debemos tener un poco de cuidado, no es que este del todo sano, señorita — le dijo aquel joven del accidente, no quería sentir molestia en su corazón, pero aq
Depender de alguien era algo a lo que estaba acostumbrado Hans, estaba tan molesto por lo que había pasado el día anterior, por poco muere y a la mujer parecía no importarle realmente ni un poco.— ¿Le parece si cancelamos el entrenamiento de hoy? —le dijo este al entrar en l habitación de la joven, está se asustó al verlo ahí, apenas se estaba levantando, estaba realmente cansada y era muy temprano.— Tienes todo el fin de semana para que descanses, no entiendo por qué te cuesta tanto, es algo impresionante — le dijo molesta, odiaba que la despertarán tan temprano y más si era de forma tan abrupta.— No lo digo a mal, solo necesito descansar, ayer me dio el susto de mi vida y me cuestionó si usted está preparada para ocupar este puesto o no — le dijo mientras comenzaba a acercarse.— No, ni te acerques, no me vas a despedir, así que te aguantas, no fui yo quien te iba a matar, fuiste tú mismo, aun no comprendo cómo es que culpa a todos por las cosas de las que usted es el que tiene q