Tania no podía negar que aquella situación le causaba gran temor, pensaba que este iba a actuar de la misma forma anterior, aunque sabía que el cambio era abismal, no podía confiar al 100 por ciento, aquella reacción le estaba quitado todas las dudas que había tenido.— ¿Estás bien? — le pregunto después de ver que el silencio en aquella camioneta era bastante estresante, tenía miedo de que para ella hubiese sido mucho por procesar. —Sé que mi mundo es complicado, no espero que te adaptes o lo entiendas, solo quiero saber que esto no nos va a separar — le dijo él con rapidez mientras manejaba directo al centro de acondicionamiento. — No es nada de eso, solo que es bastante intimidante, pero gracias por estar a mi lado y no dejarme a un lado —le respondió mientras ponía su pequeña mano sobre la de él. Aquella suavidad siempre le hacía sonreír, ella era todo lo que estaba bien, le amaba. Entras al centro bajo la atenta mirada de todos, era bastante para Tania, sus manos sudaban, per
— El típico cuento de la bella y la bestia, quizás en este caso para los medios la bestia sea yo — susurro Tania, mientras acomodaba su almohada, Hans ya se había ido a casa, pero todo lo acontecido la tenía pensativa, quizás una ducha fría la hiciese olvidar el tema. En el espejo del baño miró su reflejo, es que realmente no veía nada mal en el, le gustaba lo que estaba viendo, su silueta se le hacía linda, sus piernas eran grandes y bastante tonificadas, su rostro también le gustaba, e invertía un buen de dinero para que su piel estuviese perfecta.Habían días en las que se miraba y comenzaba a reafirmar su cariño hacia sí misma, es que era bastante difícil lidiar con todo lo que escuchaba en las redes, habían comenzado a escribirle múltiples clínicas estéticas ofreciendole infinidades de procedimientos para que dejara aquellos kilos de más.— ¿Qué haces? — preguntó la madre de Tania, ese domingo le había notado realmente preocupada, la veía todo el tiempo en el teléfono y estaba e
“Es que no debemos ser perfectos, nadie lo es, incluso entre las mujeres más bellas hay cosas que estas desearían cambiar, no tengo dudas y pruebas muchas” Recordó a la abu, aquellas palabras siempre eran tema de discusión cada que llegaba de la escuela después de un encuentro infortunio con sus compañeras, la primera vez que había sido consciente de su peso fue a los 10 años. Era una mañana en la que debían hacer algo de atletismo en clase del señor Lazaro, debían aprender cada deporte que este quería que trabajaran, estaba claro que no era la mejor corriendo, pero aquella prueba le gustaba, amaba correr. — ¡Mira cómo se mueve su cuerpo, su panza parece que tiene vida propia! —grito Analiz, una de las niñas más hermosas del salón, cabello rubio, ojos verdes y un cuerpo delgado, herencia de padres gimnastas olímpicos, creería que iba al gimnasio desde que había nacido, era más que obvio, era la primera vez que todo el grupo se burlaba de su cuerpo y le había dolido demasiado, creer
Amar es una de las elecciones más difíciles de tomar, este viene con una montaña rusa de emociones, desde la plenitud, hasta la tristeza, es que es parte del amor, sentir, al máximo y con los sentidos completamente abiertos a toda situación. Tania miraba su anillo de bodas, nunca le habían gustado las piedras preciosas, no le causaba sentido el llevar una enorme roca en su mano, pero Hans había elegido algo acorde, unas hermosas esmeraldas colombianas adornaban su dedo, en un entrelazado de oro, era algo muy delicado y hermoso. Ya habían pasado aproximadamente 6 meses desde ese día, la vida era maravillosa entre ellos, parecía que hubiese pasado ayer mismo, pero no, tenía miedo de planear, no le gustaban los planes, le daban algo de miedo.— ¿Cuánto tiempo vamos a postergar ver un vestido? — le preguntó su madre, esta vez en compañía de su mejor amiga, esta pareció mucho más emocionada que ella misma.—Solo estoy esperando encontrar la tienda correcta, no quiero equivocarme con eso
Miedo, y tristeza se apoderaban de aquella mansión que meses atrás había visitado y nunca había vuelto a pisar, sentía un frío indescriptible, era algo nuevo, no podía ponerle un nombre a esto, pero al entrar a aquella sala, los llanos comenzaron a sonar más lejos, estaba fuera de aquella realidad, era algo que quería que fuese un sueño.— Tania, debo hablar contigo, necesito que vengas pronto — dijo Rusol cuando esta le contesto, había estado tan molesta que se había quedado dormida. — ¿Pasa algo? — pregunto un poco desorientada. — Hans te va a necesitar, su padre falleció — le contesto y esta quedo en silencio, entendía aquella actitud y sin pensarlo más, se coloco una sudadera y recogió su cabello, tomo las llaves de su camioneta y salió a toda velocidad, pensaba en como estaría este, se sentía triste por todos ellos, perder a alguien no era algo fácil. Al llegar, vio toda aquella escena, su corazón se arrugo, lo busco entre todos, estaba hablado con los doctores, parecía calm
Respirar, aquella sencilla palabra era todo para la existencia, ese vínculo sagrado que nos conecta a lo divino, llenar nuestros pulmones de vida cada seis segundos, lo único que nos mantiene unidos a este mundo terrenal. Había pasado ya un mes desde la muerte del padre de Hans, éste había decidido mantener cerca de su madre y posponer un poco de su boda para poder estabilizar a su familia, que permanecían aún en desasosiego, no sabían qué rumbo tomar en aquella situación. Su madre, que parecía ser otra, una mujer que no conocía. — Podemos ir a comprar algo que desees, no se, no tienes porque quedarte aquí encerrada — le dijo Hans mientras se sentaba a su lado, mientras esta le miraba atenta. — Tu padre decía eso cada vez que hacía algo que me enojase — añadió rompiendo aquel silencio sepulcral que se había instalado en aquel espacio; Hans solo le miró fijamente, sabía que no había terminado y la dejó continuar. — Lo amé tanto, lo amé con toda el alma y me arrepiento profunda
La polilla luna, tiene una de las metamorfosis más maravillosas de la naturaleza, un tiempo en que, en varias fases, tienen que sufrir distintos cambios, todo para convertirse en una obra de arte alada, que vive una sola semana y poco más, codiciada y admirada por muchos por su belleza.Así pasa en la existencia del ser humano, tiene etapas en las que cambiar en necesario, la transformación tanto física, como espiritual, como aquella polilla que deja un legado con su simple existencia tan efímera, así es nuestra vida.... — ¡Amiga! Ya me estaba preocupando de que no llegaras — dijo Jane al verle en el corredor.— No me perdería el último día, ¡jamás! — respondió.La despedida era breve, la última clase, un momento emotivo entre ellos y cada uno a su nueva vida, se verían en la ceremonia y ahí acabaría todo.Después de eso, debía llegar a su trabajo, le estaban esperando para firmar el nuevo contrato, donde estaría a sus servicios por aproximadamente dos años, estaba demasiado feliz, s
Hans no recordaba donde estaba, había pasado unas horas desde que había salido volando por la pista, no recordaba nada más.— ¿Que hago aquí? — dijo cuando despertó.Su madre estaba ahí frente a él, su rostro cansado le preocupo un poco, sus hermanas corrieron a su lado, estas estaban igual que Lya, lloraron al saber que había vuelto.— Hijo, no te preocupes, llamaré al médico — dijo entre lágrimas, este no entendía en lo absoluto y frunciendo el ceño se quedó ahí, miró a las enfermeras correr, todas lo comenzaban a analizar.— ¡Suéltenme! — dijo él, estaba nervioso y no quería que lo tocarán, sin medir su fuerza, quito a una de las chicas que intentaba revisar su brazo.— ¡Déjenme! — grito, asustando a todas las mujeres en la habitación.El doctor llegó enseguida y con un temple igual de fuerte lo calmó.— Tuviste un accidente y estás aquí por eso — le dijo, estaba teniendo un poco de tacto, habían pasado casi un mes desde que había caído en coma.— ¿Llevó un mes aquí? — preguntó tot