Depender de alguien era algo a lo que estaba acostumbrado Hans, estaba tan molesto por lo que había pasado el día anterior, por poco muere y a la mujer parecía no importarle realmente ni un poco.— ¿Le parece si cancelamos el entrenamiento de hoy? —le dijo este al entrar en l habitación de la joven, está se asustó al verlo ahí, apenas se estaba levantando, estaba realmente cansada y era muy temprano.— Tienes todo el fin de semana para que descanses, no entiendo por qué te cuesta tanto, es algo impresionante — le dijo molesta, odiaba que la despertarán tan temprano y más si era de forma tan abrupta.— No lo digo a mal, solo necesito descansar, ayer me dio el susto de mi vida y me cuestionó si usted está preparada para ocupar este puesto o no — le dijo mientras comenzaba a acercarse.— No, ni te acerques, no me vas a despedir, así que te aguantas, no fui yo quien te iba a matar, fuiste tú mismo, aun no comprendo cómo es que culpa a todos por las cosas de las que usted es el que tiene q
Tania estaba incomoda, no quería que este se comportara de aquella manera y se sentía mal, no sabía cuál era su problema, la clase estaba fatal, parecía que tener a sus amigos frente a él en aquella clase le daba fatal, todo le molestaba, se enojaba tan solo con que le tocara.— No me hagas tan fuerte — le dijo por enésima vez, haciendo que esta se rindiera, odiaba aquella manera en que le miraba, no entendía porque lo hacía y le resultaba fatal.— ¡Me rindo por hoy, solo intento hacer mi trabajo bien, si no te gusta que te toque y te da mucho asco, quédate con tu maldita lesión como esta, porque para ayudarte debo tocarte! — le contesto y dejándole ahí salió de la piscina.— Si no deseas que ella te toque, lo hare yo, me dejaría atender como quisiese, es demasiado guapa — dijo el español, haciendo que Hans se irritara aún más.— Sácame de aquí — le grito a uno de sus enfermeros, este corrió a hacerlo, no entendía porque de su molestia.Sabía que nuevamente se había pasado con su empl
Llegar a su lugar de trabajo le parecía algo gracioso, parecía haber llegado de una noche loca o con algún hombre, su cabello enmarañado y su rostro aun con un poco de maquillaje.— Buenos días — dijo cuándo paso por el lado de estos, le miraron asombrados al ver como esta había llegado, Hans tan solo la miro con cara de pocos amigos.Entro a su habitación con un poco de vergüenza, no sabía qué pensarían ellos de ella.— ¡A la mierda lo que piensen! — dijo mientras se limpiaba su rostro con un poco de agua micelar.Se ducho y se colocó su uniforme de trabajo, ese de conejos que había empacado su madre.— Una de dos, ¡lavo o compro! Esto esta terrible — se dijo cuándo se volvió a mirar al espejo, aunque había drenado su estrés la noche anterior con aquella charla, no se sentía segura de su clase, llamo a su madre, está siempre le escuchaba cuando los problemas se avecinaban, para ella este era uno de esos, un problema que la estaba haciendo sentir fatal, su seguridad estaba tambaleando
Hablar de responsabilidad era algo nuevo para Hans, siempre acostumbrado a que resolvieran por él, estaba acostumbrado a eso y en este momento estaba tomando las riendas, quizás Tania tenía razón, su vida necesitaba un control y ver la manera en que todo estaba pies arriba le hizo entenderlo.— ¿Cómo va todo? Veo que ya usas el caminador— le preguntó, estaba sorprendido de haberlo visto ahí en aquella reunión, era él el que siempre intervenía, está vez, Hans estaba tomando el control de todo.— Bien, creo que en poco tiempo se ha visto un cambio — respondió mientras que su entrenador le miraba. — Sí, veo un buen cambio y espero que se siga dando por más tiempo, pienso que Tania es una buena profesional y no hay necesidad de cambiarla — le dijo y este le miró, tenía razón, Tania era una buena persona y parecía ser que esta vez iba a hacer un buen trabajo.— Sí, opino que se quedara por seis meses, esa es la siguiente prueba, ya debo dejarte, tiene que ir a un viaje y no me preguntes a
Había sido el peor viaje de su vida, jamás se imaginó que un niño le pudiese molestar de aquella manera, pero parecía ser que aquel pequeño era detestable.— No entiendo por qué me enviaste así — le dijo este y ella me miró, no sabía que estaría quejándose por más tiempo de lo que realmente había durado aquel viaje.— No puedes controlar el lloro de un pequeño, este solo puede expresar su molestia de esta manera, negarle esto sería realmente cruel — le contestó y este le miró con cara de pocos amigos.— Tiene una madre demasiado negligente, como no puede enseñarle a callar — le dijo este aún con indignación.— ¿Cómo enseñarle a callar a un bebé de meses que solo quiere comer algo? Eres demasiado intenso, él se puso a descansar casi diez minutos después de que llorara — le dijo esta y le dejó hablando únicamente.— ¿Ahora por qué te vas? — le preguntó mientras la veía como se adelantaba.— Eres molesto, tienes todo lo que detesto en una persona y te lo dijo con total honestidad, porque
Una cena con el jefe no era algo que apreciaba realmente, además de pensar en que no podía decir, tenía que estar pendiente de que comer, no quería que sus comentarios desatara una batalla verbal nuevamente.— Una ensalada para cada uno por favor — le dijo al mesero que apenas llegaba.— Espera ahí — le atajo Tania, estaba molesta por la manera en la que este le había cortado su opción de comer algo que deseaba.— Es tarde y no podemos comer algo pesado — le contestó esta y se quedó mirándole.— Quiero un Salmón al ajillo, al señor si pídale su ensalada — dijo sin siquiera decirle algo a este.— No entiendo, solo nos cuidamos — le dijo este con una sonrisa molesta.— Te dije que te cuidaras tú, yo decido que como y que no, no entiendo tu estrés con mi forma de alimentarme — le dijo y se quedó ahí pensando, esperando su comida.La noche parecía ser incómoda, pues la conversación no se hizo presente en un buen rato.— ¿algún día me vas a decir que hacemos aquí? — le preguntó este, trata
Tania estaba molesto, no esperaba verlos ahí, pero estaban acechándoles en la puerta.— No quiero verlos — dijo él con molestia.— No sé, espérame un poco y veremos que hacer — le dijo esta al ver su cara de preocupación.Tania se levantó de su silla y fue a buscar ayuda.El administrador del lugar se había negado a ayudarle, parecía ser que este era el culpable de estos ahí en la frente.— ¿Está seguro que no nos dejará pasar? Vender la exclusiva dejaría en muy mala imagen a este negocio — le dijo y el hombre parecía no importarle.— ¿Qué ha pasado? — le preguntó al ver que esta llegaba rápidamente.— No quiere dejarnos pasar, dice que lo podrían multar y que está prohibido dejar que personal no autorizado salga por ahí, ven, vamos a hacer algo prohibido — le dijo mientras lo tomaba de la mano y lo guiaba hacia donde había visto entrar a dos meseros.Este se dejó llevar, no quería estar lidiando con ellos y más cuando llevaba un caminador como único medio para moverse.— Hubiese traí
— Hoy solo entrenaremos un poco — le dijo Tania esa mañana, estarían en masajes y algo de terapia.— ¿Viajamos a Miami únicamente a esto? — le preguntó con ironía, no entendía la necesidad de salir de casa si iban a hacer lo mismo.— No es lo mismo ejercitarse en casa, que venir a un lugar diferente, hoy quiero que expanda tu mente, que veas otras realidades — le dijo esta, esa tarde conocerían a alguien más, ella lo conocía desde que estaba estudiando.— No sabía que era necesario, pero sí lo dices, confiaré en tu palabra — le dijo este y ella le sonrió.— Esto te ayudará — le dijo y se marcharon, hacia allá, su asistente había estado algo enferma, parecía ser que le había hecho daño algo de la comida.— Vuelve a casa, yo me quedaré con él — le dijo y esta agradeció, tomó sus carpetas y despidiéndose de estos se marchó.Tania tomó unas galletas y se las entregó a Hans, este la miró con cara de sospecha.— ¿Una galleta con que fin? — le preguntó al ver que esta se la daba con una sonr