Hablar de responsabilidad era algo nuevo para Hans, siempre acostumbrado a que resolvieran por él, estaba acostumbrado a eso y en este momento estaba tomando las riendas, quizás Tania tenía razón, su vida necesitaba un control y ver la manera en que todo estaba pies arriba le hizo entenderlo.— ¿Cómo va todo? Veo que ya usas el caminador— le preguntó, estaba sorprendido de haberlo visto ahí en aquella reunión, era él el que siempre intervenía, está vez, Hans estaba tomando el control de todo.— Bien, creo que en poco tiempo se ha visto un cambio — respondió mientras que su entrenador le miraba. — Sí, veo un buen cambio y espero que se siga dando por más tiempo, pienso que Tania es una buena profesional y no hay necesidad de cambiarla — le dijo y este le miró, tenía razón, Tania era una buena persona y parecía ser que esta vez iba a hacer un buen trabajo.— Sí, opino que se quedara por seis meses, esa es la siguiente prueba, ya debo dejarte, tiene que ir a un viaje y no me preguntes a
Había sido el peor viaje de su vida, jamás se imaginó que un niño le pudiese molestar de aquella manera, pero parecía ser que aquel pequeño era detestable.— No entiendo por qué me enviaste así — le dijo este y ella me miró, no sabía que estaría quejándose por más tiempo de lo que realmente había durado aquel viaje.— No puedes controlar el lloro de un pequeño, este solo puede expresar su molestia de esta manera, negarle esto sería realmente cruel — le contestó y este le miró con cara de pocos amigos.— Tiene una madre demasiado negligente, como no puede enseñarle a callar — le dijo este aún con indignación.— ¿Cómo enseñarle a callar a un bebé de meses que solo quiere comer algo? Eres demasiado intenso, él se puso a descansar casi diez minutos después de que llorara — le dijo esta y le dejó hablando únicamente.— ¿Ahora por qué te vas? — le preguntó mientras la veía como se adelantaba.— Eres molesto, tienes todo lo que detesto en una persona y te lo dijo con total honestidad, porque
Una cena con el jefe no era algo que apreciaba realmente, además de pensar en que no podía decir, tenía que estar pendiente de que comer, no quería que sus comentarios desatara una batalla verbal nuevamente.— Una ensalada para cada uno por favor — le dijo al mesero que apenas llegaba.— Espera ahí — le atajo Tania, estaba molesta por la manera en la que este le había cortado su opción de comer algo que deseaba.— Es tarde y no podemos comer algo pesado — le contestó esta y se quedó mirándole.— Quiero un Salmón al ajillo, al señor si pídale su ensalada — dijo sin siquiera decirle algo a este.— No entiendo, solo nos cuidamos — le dijo este con una sonrisa molesta.— Te dije que te cuidaras tú, yo decido que como y que no, no entiendo tu estrés con mi forma de alimentarme — le dijo y se quedó ahí pensando, esperando su comida.La noche parecía ser incómoda, pues la conversación no se hizo presente en un buen rato.— ¿algún día me vas a decir que hacemos aquí? — le preguntó este, trata
Tania estaba molesto, no esperaba verlos ahí, pero estaban acechándoles en la puerta.— No quiero verlos — dijo él con molestia.— No sé, espérame un poco y veremos que hacer — le dijo esta al ver su cara de preocupación.Tania se levantó de su silla y fue a buscar ayuda.El administrador del lugar se había negado a ayudarle, parecía ser que este era el culpable de estos ahí en la frente.— ¿Está seguro que no nos dejará pasar? Vender la exclusiva dejaría en muy mala imagen a este negocio — le dijo y el hombre parecía no importarle.— ¿Qué ha pasado? — le preguntó al ver que esta llegaba rápidamente.— No quiere dejarnos pasar, dice que lo podrían multar y que está prohibido dejar que personal no autorizado salga por ahí, ven, vamos a hacer algo prohibido — le dijo mientras lo tomaba de la mano y lo guiaba hacia donde había visto entrar a dos meseros.Este se dejó llevar, no quería estar lidiando con ellos y más cuando llevaba un caminador como único medio para moverse.— Hubiese traí
— Hoy solo entrenaremos un poco — le dijo Tania esa mañana, estarían en masajes y algo de terapia.— ¿Viajamos a Miami únicamente a esto? — le preguntó con ironía, no entendía la necesidad de salir de casa si iban a hacer lo mismo.— No es lo mismo ejercitarse en casa, que venir a un lugar diferente, hoy quiero que expanda tu mente, que veas otras realidades — le dijo esta, esa tarde conocerían a alguien más, ella lo conocía desde que estaba estudiando.— No sabía que era necesario, pero sí lo dices, confiaré en tu palabra — le dijo este y ella le sonrió.— Esto te ayudará — le dijo y se marcharon, hacia allá, su asistente había estado algo enferma, parecía ser que le había hecho daño algo de la comida.— Vuelve a casa, yo me quedaré con él — le dijo y esta agradeció, tomó sus carpetas y despidiéndose de estos se marchó.Tania tomó unas galletas y se las entregó a Hans, este la miró con cara de sospecha.— ¿Una galleta con que fin? — le preguntó al ver que esta se la daba con una sonr
Aquella reunión seria en un bar que ya conocía, Hans estaba seguro de que no se aburriría, chicas lindas, muchas de ellas modelos o gente del medio, así que disfrutaría un buen rato, se había cuestionado si ser el niñero de su empleada era lo correcto y había llegado a la conclusión de que era algo innecesario, se divertiría, era joven y merecía un poco de paz.— Paso por ti a tu habitación en diez minutos — le escribió a Tania, está aún estaba maquillándose un poco.Tenía un vestido a la rodilla, ajustado a su cuerpo, con un estampado marmoleado en tono lila, era un tono que favorecía a su tono de piel, de tiras, había pasado mucho tiempo desde que había dejado de usar ropa que tapara sus brazos, un tema bloqueado para ella, pues siempre recibía críticas por lo anchos que eran estos, además de estar pegado, tenía un pequeño zurcido en la altura de su cintura, hasta la cadera, dando la ilusión de que fuese más estrecha de lo que ya era, cabello con un poco de ondas, el maquillaje senc
El rostro de Tania parecía un poema, no se podía imaginar que Liam le hubiese hecho aquella jugada, sí, le gustaba mucho y tenía toda la intención de salir con él, pero no se imaginó un matrimonio, era lógico que esto chocara; una de sus reglas era no salir con hombres comprometidos, no le haría a una mujer lo que a ella no le gustaría que le hiciesen. Lo triste del asunto para la esposa de aquel hombre, no era solo por ser Tania, pues esa era la excusa, la engañaría con cualquiera, eso sí lo tenía demasiado claro.— Necesito algo fuerte para pasar el mal rato — le dijo a Hans, este estaba de acuerdo, aquello no podía ser para menos.— Hay un bar cerca, podemos ir un rato — le dijo y esta le miro con seriedad.— Tomo yo, tu no — le contesto y volvió a mirar por aquella ventana.— Es injusto, además el que maneja no soy yo, Louis nos llevara a casa, eso lo sabes, más bien al hotel, porque casa no tenemos aquí — contesto, haciendo que esta riera, estaban haciendo una tregua, necesitaba
Para Hans era absurdo haberla besado, tenía la tranquilidad de que esta no se había enterado, no podía negar que lo que había sentido al hacerlo, había sido agradable, sus labios eran suaves y su aroma a fresas parecía haberse impregnado en su nariz. — ¿Estas bien? — pregunto ella por W******p, esta había notado que no le había molestado aquella mañana por la clase.— Si, lo estoy, solo quiero dormir un poco más — respondió con algo un poco de verdad, no había podido pegar el ojo en el resto de la noche, tan solo cuando había sentido su alarma decidió dormir, no entendía la razón, pero estaba claro que en cierta manera ella era la culpable de su insomnio.Tania agradecía en cierta manera aquello, no tenía muchas ganas de volver de levantarse, la resaca que sentía era grande, no estaba acostumbrada a esto, era su primera vez en una tan grande, no podía negar que aun recordaba lo que Liam le había hecho, estuvo a punto de cometer una idiotez, ¿Qué culpa tenía? Estaba seguro de su solter