Para Hans era absurdo haberla besado, tenía la tranquilidad de que esta no se había enterado, no podía negar que lo que había sentido al hacerlo, había sido agradable, sus labios eran suaves y su aroma a fresas parecía haberse impregnado en su nariz. — ¿Estas bien? — pregunto ella por W******p, esta había notado que no le había molestado aquella mañana por la clase.— Si, lo estoy, solo quiero dormir un poco más — respondió con algo un poco de verdad, no había podido pegar el ojo en el resto de la noche, tan solo cuando había sentido su alarma decidió dormir, no entendía la razón, pero estaba claro que en cierta manera ella era la culpable de su insomnio.Tania agradecía en cierta manera aquello, no tenía muchas ganas de volver de levantarse, la resaca que sentía era grande, no estaba acostumbrada a esto, era su primera vez en una tan grande, no podía negar que aun recordaba lo que Liam le había hecho, estuvo a punto de cometer una idiotez, ¿Qué culpa tenía? Estaba seguro de su solter
Hablar de una tregua era bastante extraño, esa mañana se habían levantado bastante temprano, Tania había decidido preparar algo de comer, las chicas que trabajaban no llegaban aún, así que hizo unos huevos estrellados y unas tostadas con aguacate, Has había perdido mucho tono en los músculos, gracias a no practicar nada desde el accidente.— Esto se ve bien — le dijo Hans, estaba hambriento, después de llegar de Miami, se habían dedicado a dormir, era necesario.— Si, se ven bien, buenos días — dijo esta y sonrió.— ¡Ahora come! — añadió Tania con una sonrisa, ese día estarían con un entrenamiento completo, ya era momento de hacerlo bien, de ponerle más trabajo a su recuperación.— Seguiremos con Hidroterapia — le dijo y este se quedó algo serio, no quería verla en vestido de baño, era algo que le incomodaba un poco, no por ella, sino por lo que provocaba.Después de esto, se quedaron disfrutando de aquel desayuno, la puerta sonó y Hans se levantó a abrir, ahí estaba su amigo Miguel,
El vestido se ajustaba perfectamente a su cuerpo, le gustaba aquel drapeado que caía sobre su escote, corte sirena y de color rojo, era un tono que le favorecía, se estaba arriesgando por primera vez al usar aquel color, un maquillaje en tonos dorados y ocres, labios con un simple gloss del tono de sus labios y el cabello recogido, la línea en el medio y una moña baja.Su amiga le había sugerido unas extensiones del tono de su cabello, pero esta se había negado, era algo que no le gustaría utilizar, así que las descartó enseguida, un cluth en tono dorado como sus sandalias y listo, era lo único que le faltaba, se observó nuevamente y salió, Hans estaba abajo tomándose un vaso de agua.— ¡Estamos aprendiendo! — le dijo y este sonrió, realmente si estaba aprendiendo, el alcohol no ayudaría y ahora que se estaba ejercitando era algo que debía evitar.— ¡Te ves muy bien! — le dijo, su mente pensaba en lo bella que estaba, pero no lo diría, le daba un poco de vergüenza.— ¡Gracias! — le re
Por fin después de detenerse muchas veces estaban en aquel evento, era tan necesario para ellos estar en aquel lugar a tiempo, era buena carta de presentación hacerlo.— ¿Nervioso? — le pregunto ella al ver su rostro serio, estaba tomando el agarre de su caminador de una forma apretada.— No lo sé, es la primera vez en un año y medio que no vengo a este evento, no sé cómo me recibirán, he sido un idiota en todo este tiempo y creo que ellos lo saben, así que espero lo peor de hecho; Tania al escuchar aquellas palabras, puso sus manos en el rostro de Hans y lo hizo mirarle a los ojos.— Tranquilo, todo estará bien — le dijo y este se quedó mirándole fijamente, no esperaba que esta le dijera aquello, la sensación de sus manos era agradable.— Hueles a fresas — le dijo y esta sonrió, no sabía que ese era el olor de su perfume.— No lo sabía, así que huelo a fresas, ¡pensé que era a Jazmín! — le contesto y este sonrío.— No, no me refiero a tu perfume, me refiero a ti, hueles a fresas dulc
Tania estaba huyendo, era lo que hacía, sabía que estaba mal, pues no tenía por qué hacerlo, ella no había sido la culpable de aquel beso, aunque así lo pensara.— ¿Qué haces aquí? — preguntó Jane, no la esperaba y tenía planes para su fin de semana.— Vine de visita — dijo con seriedad, sabía que cuando su amiga tenía aquella actitud, era porque estaba algo ocupada.— ¿Mal momento? — preguntó y esta sonrió nerviosa, en silencio, escucho la voz de un hombre, sabía quién era, aquel acento argentino lo podía reconocer a kilómetros.— ¡Amiga, no me culpes, la carne es débil! — dijo haciendo que esta riera, sin más, se despidió, su amiga lo agradeció y se marchó, pagaría un hotel, un spa y un rato de tranquilidad no le vendrían mal, estaba tentada a ir a la casa de sus padres, pero sabía que era la peor idea de todas, no la dejarían sin sacarle a algunas cosas sobre su trabajo y era de lo que menos sentía ganas de hablar, quería deje el tema para otro momento.— ¡seremos solo tú y yo! — l
La atracción, impredecible, indeleble, esta parecía ser rebelde y decidir sobre todos.Hans estaba concentrado en ella, en sus expresiones, su risa y aquellos ojos, estaba midiéndola sin querer, era algo que no se imaginaba hacer, pero ahí estaba, mirándole como un idiota.— Arrugas la nariz cuando hablas, lo haces también con la comida, si te parece feo y no lo quieres — le dijo él mientras tomaba un poco de vino.— ¿Desde cuando eres tan observador? — pregunto, su cuerpo parecía hacerle quedar mal y sus mejillas se tintaron de un rosa bastante fuerte.— También te sonrojas cuando alguien habla de ti, hasta tu mentón y la punta de tu nariz se coloca totalmente roja — le dijo y ella comenzó a toser, estaba en una situación extraña, no se le olvidaba que aquel hombre era su jefe y parecía estar muy interesado en ella y sus reacciones.— No me gusta que me reparen tanto, es incómodo — le contestó dejando su comida a un lado.— Solo admiro algo que me resulta tierno, no soy un hombre muy
Exponerse ante alguien, implicaba cierto grado de vulnerabilidad, Tania lo sabía, no estaba nada acostumbrada a eso, pero esa noche estaba dispuesta a dejar de lado sus miedos y disfrutar.— ¿Estás segura? — preguntó Hans al ver que su mano sudaba.— Si, solo estoy nerviosa — dijo mientras esperaban el ascensor.— Trataré de hacer que te sientas en paz — dijo esta y se quedó mirándole con una sonrisa, las puertas se abrieron y entraron, estaban en un piso alto, así que Hans se colocó tras de ella y la rodeo con sus brazos.— Hueles a fresas — dijo mientras se agachaba un poco y afectaba su nariz a su cuello.— ¡Siempre dices aquello, es como si de obsesionarse ese olor! — contestó casi en un susurro.— No sé qué decirte, tu olor puede obsesionar a cualquiera Tania — le contestó a su oído, haciendo que esta se erizara.Aquel momento había quedado en ellos, se quedaron un rato mirándose.— ¿A la tuya o a la mía? — preguntó el mientras acariciaba su cabello, el caminado era un estorbo y
Después de algunas cervezas, las mujeres comenzaron a hablar sobre lo que ella quería ignorar, parecía ser que esto la perseguía y sabía que aunque no quisiera, el tema se tocaría.— El señor llegó rápido y se marchó, la joven que le acompañaba era algo odiosa, ¡me ha mirado hasta mal! — dijo esta y Tania trato de disimular un poco su decepción, no sabía que estaría con alguien más tan solo a horas de haber estado con ella.— ¿Estás bien? Estás un poco pensativa — le dijo esta, había cierta confianza entre ellas para hablar y decir ese tipo de comentarios.— Si, únicamente estoy un poco cansada, he estado haciendo un viaje un poco largo — le dijo tratando de dejar aquel cuestión atrás.— Si, está bien, ¡tomate esto y es bendito! Te ayudará a levantarte, es algo que mi hermana me daba — contó esta entre risas y un poco de tristeza.Magda había llegado a Estados Unidos a causa de las pocas oportunidades, había dejado toda su familia allá y al amor de su vida.— ¿Los extrañas? — le pregu