39. Ya casi estamos a salvo.

— No nos dirá nada… Mátalo — dijo Michael fastidiado acercándose al hombre y apagando el cigarrillo en su pecho.

Hanna observó al hombre atado y herido.

Al escuchar la orden de Michael, su sonrisa se ensanchó ligeramente, una sonrisa que reflejaba no placer, sino una aceptación fría de la realidad de su mundo.

—Claro, Michael —respondió con una voz impasible.

Hanna dejó el cuchillo que había usado para torturarlo y sacó otro bien afilado de su chaqueta.

La hoja del cuchillo reflejaba la luz tenue de la sala. Se acercó al hombre atado pasándose el cuchillo de una mano a otra

—Lo siento, pero no puedes quedarte aquí —dijo en un susurro.

El hombre atado apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de que Hanna hiciera su movimiento.

Con una eficiencia precisa, lo degolló terminando con su vida en un instante.

Las cadenas retumbaron por toda la sala aguantando el cuerpo inerte, mientras la sangre manaba de la herida mortal que acababan de hacerle.

Michael observó la escena sin inmutarse.

E
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo