Capítulo 225
Después de la fiesta, la señora Martín arregló un coche para llevar a Ana a casa. Al bajar del auto, Ana vio un Landi Rover negro aparcado frente a su edificio. Alberto estaba apoyado en el coche, fumando. Era inusual verlo con un cigarrillo en lugar de su acostumbrado puro.

Al acercarse a Ana, le entregó unos documentos: —El juicio de tu hermano ha sido pospuesto dos meses.

Ana, con las manos temblorosas, le preguntó: —¿Cómo es posible?

Alberto dio una profunda calada y dijo: —He estado averiguando, pero nadie se atreve a revelar el motivo real. Te sugiero que hables con el señor Lewis, quizás él tenga más información.

Alberto hizo una pausa antes de continuar: —Hay asuntos que están más allá de la jurisdicción legal, cosas que están fuera de mi alcance, pero que el señor Lewis puede manejar fácilmente. Ana lo miró fijamente bajo la luz tenue de la calle, su rostro reflejaba preocupación.

Alberto sabía lo cruel que sonaba, pero no había otra opción.

En la ciudad B, Mario tenía una
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