—Dan… ve a abrir, debe ser Erika que ha venido por su paquete —vociferé para asegurarme de que atendiera.
Me quedé en la entrada desde donde podía escuchar la conversación.—Sí, ya voy, —dijo con flojera—. Hola Erika.—Hola Dan, ¿cómo estás? —escuché a Erika saludarlo.—Estoy bien, ¿tú como estás, como te fue en la fiesta de la oficina?—Bien Dan, aunque perdí a tu hermana, me avisó que había llegado hoy en la mañana, no le digas a tus padres, pero le di un par de tragos y creo que se embriagó y durmió en el lugar.—Ah, entonces si es cierto, sí, Enid es muy tonta para algunas cosas, mira, tu paquete está sobre la mesa.—No sé, dé que hablas, pero si te lo dijo Enid, seguramente es verdad. Está bien, dan gracias, lo recogeré y me iré, me están esperando y no podemos tener el auto ahí, dile a Enid que la llamo más tarde. —Oye, ¿cómo que me llamas más tarde? Pensé que venías para quedarte, tengo algo que contarte.—Lo siento amiga, he venido con un amigo, no puedo quedarme, pero te llamaré y me cuentas al rato, ¿te parece? —Claro, si tienes que irte que más puedo hacer, ve con cuidado… Dan date prisa, te vas a llevar todo el día solo en la sala, debemos dejar listo todo, mañana es lunes y debes ir a la preparatoria temprano, no creas que no me doy cuenta de que estás haciendo todo despacio, para dejarlo y que mañana sea yo quien deba organizar. No te hagas el tonto. —Pareces una anciana, por eso estás soltera, soy un chico, no debería estar haciendo estas cosas, son para mujeres.—¿Qué has dicho? Que mami no te escuche hablando así, sabes que no tolera los hombres machistas, te aconsejo que cambies tu casete, reprograma tus creencias, porque mantener el hogar o cualquier otro lugar limpio no es trabajo solo para mujeres. ¿Está escrito en alguna parte?. Acaso has visto algún mandamiento o ley que lo diga. No, ¿verdad?. Ok entonces como estamos de acuerdo date prisa, aún nos falta las habitaciones y la cocina. —Te juro que te pones tan enojona que no sé si es peor vivir contigo o con mami. —Para ti vivir con cualquier persona que tenga reglas y te exija ser responsable, sería un lío, pero ya te harás adulto y vas a formar parte del mundo de los enojones. Por ahora haz lo que te corresponde y deja de quejarte de que solo es el aseo, un deber de ambos, porque ambos vivimos aquí. —También debería ser un deber que sepas cocinar, pero siempre lo hago yo y soy menor que tú. ¿Ahora si te quedas callada verdad? —Dan, ¿de verdad te molestaste? Tú sabes que sé cocinar, solo que tú lo haces mejor, no veo nada de malo en que lo hagas con más frecuencia, prácticamente solo cocinas para ti, yo casi nunca estoy en casa. —No estoy molesto Enid, no soy tan infantil, solo estaba mostrando una de las desventajas de la señora perfección. —Dan te amo… No seas tonto, te daré un abrazo de esos que no te gustan, además haré el almuerzo, ¿qué te parece?. ¿Puedes responder el teléfono? Tengo las manos mojadas, deben ser nuestros padres. —Ajá sí… Oye que vengas es Erika —vociferó. —No pensé que me fueras a llamar tan pronto, Erika, aún no termino. —No, si no te llamo para eso. —dijo—. ¿Ya revisaste tu correo? —No, no aún amiga, ¿qué pasó? —Pues todo indica que el jefe anda de mal humor, acaba de enviar un correo, donde ordena ir a trabajar mañana, cuando había dicho que tendríamos el día libre. —¿Estás hablando en serio, Erika? —Sí, ¿por qué te mentiría?. Además, dice que el que no asista le descontarán el día de la nómina. —Qué mentiroso, no debió decir que daría el día libre, ya había planeado mi día para mañana. ¿Ahora que voy a hacer con todo lo que tenía que hacer mañana? —No eres la única, Enid, es una falta de respeto, pero bueno, él es el dueño y nosotras unas simples empleadas. Seguramente no encontró a quién cogerse este fin de semana y eso lo puso de malas. —No estaría tan segura amiga, pero tienes razón, es el dueño, puede hacer lo que le venga en gana, mira nomas como juega con nuestras ilusiones y nuestro tiempo. —¿Por qué dices que no estarías tan segura, Enid? ¿Acaso lo viste con alguien en la fiesta? —Te contaré mañana, ya que debemos trabajar, ahora debo darme prisa para poder terminar y adelantar cosas que había planeado para mañana, pero al muy inútil de tu jefe se le dio por arruinar todo. —¡Espera! ¿Tú llamando inútil a Roberth Ivanov? Tú sabes algo que yo no sé y me vas a contar ahora mismo, Enid. —Sí, hay algo que debo contarte, lo haré mañana en la empresa, pero tú y yo y todos en la empresa sabemos que es un inútil, solo sabe dar órdenes, solo sabe mandar, no es capaz ni de pedir un favor, todos hemos visto que puede tener las cosas a un centímetro de distancia y aun así llama a la secretaria para que se lo pase, es un gran inútil. —Y tu mi amiga te has molestado mucho, veo que de verdad arruinó tus planes.—Supongo que no seré la única, no debió decir que teníamos el día libre y después, como si nada, disponer de nuestro tiempo. Tengo que dejarte, Erika, nos vemos mañana, te quiero tonta.—Dan, ven, hay que darnos prisa, debo dejar todo listo porque ahora se le dio al inútil de mi jefe por decir que mañana laboramos. ¿Me escuchaste? Dan.«Donde se habrá metido ahora»—¿Es en serio Dan, otra vez en el teléfono? Apúrate, debemos dejar todo en orden, mañana tengo que trabajar y como siempre no tendré tiempo de nada.—¿Cómo que debes trabajar? Me habías dicho que no trabajabas hasta el martes o algo así.—Pues ya ves, el idiota de mi jefe decidió que sí, él es el que manda.—Hablando de tu jefe, mira, una de sus ex conquistas está hablando mal de él en las redes, lo subieron hace unas horas, me imagino que ya lo debe haber visto, esa chica se pasó y tu jefe es todo un caballero, si no le responde como se merece.Miré el video y si era un poco pesado, quizás por eso nos quitó el día libre, que culpa teníamos de sus asuntos personales. Estaba molesta, le dije a mi hermano que era peor de lo que decía la chica, le aclaré que como jefe era un asco.—Si puede ser que no sea bueno, pero no creo que ella debiera hacer algo así, son cosas íntimas, no deben andarse contando sin autorización, para mí que ella es la que está dolida, los mensajes si están bastante candentes.—Sabes que, en realidad, no me importa la vida personal del arrogante de mi jefe, mejor deja el teléfono y ayúdame, necesitamos terminar rápido, mira todo lo que falta, no tendré tiempo para descansar.—Ya me pondré en ello, terminaremos en un momento y claro que tendrás tiempo para descansar. —Eso espero, en realidad estoy demasiado cansada, ya no soporto los pies, terminemos con esto y dejaremos el resto para organizarlo el próximo fin de semana, porque te aseguro que esta semana no me quedará tiempo y tú nunca haces nada tú solo, ni modo. —Claro que puedo hacerlo, no seas tan desconsiderada Enid, lo iré haciendo poco a poco en el transcurso de la semana. Para qué el fin de semana puedas descansar. ¿Te parece? Nos ha llevado toda la tarde organizar la casa, no nos queda tiempo para hacer el almuerzo, así que voy a pedir algo a domicilio ¿Qué quieres comer? Yo invito. —¡Wow! ¿Tú invitas, Dan? Vaya, estás madurando, no sé, pide lo que sea, tengo hambre, comeré cualquier cosa. —Ok, volveré en unos minutos, pediré el domicilio y tú termina ahí y siéntate a descansar, terminaré de hacer esto y como te dije en el transcurso de la semana terminaré de organizar todo lo que hemos movido
En el momento que me disponía a contarle todo a mi amiga, se posó al lado de nosotras. —Señoritas, es una pena interrumpirlas, pero no creo que el horario laboral sea para hablar de sus asuntos personales, no se les paga por eso, si consideran que este empleo no es para ustedes hagan el favor de pasar por recursos humanos, de lo contrario continúen haciendo la labor por la que se les paga. Estaba esperando a que se fuera para seguir hablando con mi amiga, pero el muy desgraciado me extendió la mano señalándome el camino que me llevaba a mi nuevo lugar de trabajo, lo estaba odiando. —Señorita Clark. Considero que fui lo suficientemente claro cuando le indiqué que había sido removida de este puesto, en este momento debería estar en recursos humanos que es donde la había enviado, este ya no es su punto de trabajo. ¿Le queda claro? —Sí, señor Ivanov, disculpe. —Que no se vuelva a repetir, no quiero tener que verme en la penosa obligación de despedirla. —No se preocupe, señor Ivanov,
Caminé despacio tratando de pensar en que iba a hacer, si me despedía como lo habíamos acordado tendría muy poco tiempo para regresar a mi país, junto a mis padres, mi hermano podía quedarse, en los dormitorios de su escuela. Había llegado a su oficina, miraba la botella de agua y pensaba que si tuviera una mejor opción de trabajo se la tiraría encima, lo merecía, era una horrible persona, estaba a punto de tocar en su oficina y abrió, su secretaria había ido a almorzar, por ese motivo no había sido anunciada. —Señorita Clark, estaba por ir por esa botella de agua, la verdad es que usted insiste en demostrar que cualquier cargo en esta empresa le queda grande. El agua debía estar fría y ser agua con gas. ¿Podría usted leer lo que dice aquí? Me quedé en silencio, porque había estado totalmente segura de que había cogido el agua con gas que me habían indicado, pero eso no era lo que parecía en ese momento, mi día parecía ir de mal en peor. «Con qué pies me he levantado, que es lo qu
No tenía otra opción que seguir esperando, intenté comer, pero no pude hacerlo, estaba demasiado preocupada si él no sé dignaba a hablar conmigo, si realmente lo que habíamos hecho era en serio y no solo un juego, estaba en problemas. Había guardado de nuevo mi almuerzo y me recosté en aquella mesa donde nos habíamos sentado a comer con mi amiga, recosté mi torso contra ella y me estaba quedando dormida, cuando sentí una sombra que me cubrió.—Muy bonito, señorita Clark. A usted en esta empresa se le paga para venir a trabajar y no para venir a dormir. Me parece de muy mal gusto que esté durmiendo en horario laboral. —Señor Ivanov, no es lo que piensa, yo solo estaba esperando que llegara para que pudiera aclararme si estaba o no despedida, en qué puesto me ubicará o qué es lo que debo hacer de ahora en adelante, no era mi intención quedarme dormida, discúlpenme. —Señorita Clark, ahórrese sus explicaciones, con usted todo es excusas, si a usted se le asignó un lugar de trabajo no
—No, pero no se olvide de tocar, evitemos los motivos para despedirla, después pasé nuevamente a recursos humanos, indique que me llamen para poder ponerlos al tanto de que deben hacer con usted. —Ok señor, con permiso. Salí del lugar maldiciendo a ese par de infelices, no podía creer que el amor que decía sentir por al infeliz de Roberth Ivanov hubiera pasado a ser odio en tan solo 48 horas, era tan injusto, en ese mismo lapso de tiempo me había cambiado el puesto de trabajo dos veces. Caminé con rapidez y preparé el estúpido zumo de naranjas, allí me encontré al de recursos humanos, era un tipo humilde o demasiado cizañoso, no le gustaba que otros tocaran los alimentos que él iba a consumir, lo sabía porque me lo había dicho Erika, llevaba mucho en esa empresa y conocía a la mayoría de los empleados del maldito del señor Ivanov. Le pedí no olvidar lo que le estaba diciendo, él dijo que apenas llegará a su oficina, se comunicaría con el señor Ivanov, terminé el zumo y caminé de r
¿Qué tipo de ser humano era? Cómo era capaz de culparme, de descender de secretaria, ha ser una empleada de servicio, él había sido quién sin motivos me había removido de mi puesto. Era un hombre que no tenía ni siquiera idea de donde estaba parado, por supuesto que tenía aspiraciones y muy grandes, pero con un jefe como él era imposible llevar a cabo aquellas grandes aspiraciones que me motivaban a levantarme todos los días. Lo hacía muy temprano, hacía lo posible para llegar a cumplir con mi labor, pero en menos de dos días, él se había dedicado a hacerme la vida imposible, haciéndome ver como una mediocre sin deseos de salir adelante, pero que iba a saber ese arrogante de lo que deseaba. Solo me quedé callada mirándolo, evitando que se notara, el desprecio que había comenzado a sentir por él, era tan injusto, tan arrogante, no se atrevía a aceptar que la única persona equivocada era él, no me estaba dando la oportunidad de demostrar mi capacidad. Se atrevía a llamarme mediocre,
Por fin había logrado subirme a un autobús, preguntándome como le iba a explicar a mi hermano, se suponía que tenía un trabajo con un horario más flexible, pero había salido más cansada y tarde que cuando era la secretaria del gerente de publicidad, ese si era un buen jefe aunque al final ambos fuéramos empleados de Ivanov, él siempre había sido respetuoso y muy gentil. Golpeé la puerta casi cayéndome en ella, mi hermano abrió y me ayudó a entrar, me tiré al sofá, él me había llevado un chocolate caliente, sabía que me encantaba, no quería tener secretos con él, así que le conté que me habían removido, no le dije las que creían que eran las razones. Él se ofreció hacerme un masaje en los pies, lo había aceptado, estábamos hablando, él me dijo que si quería podía buscar un empleo, pero no ayudaría en nada, con su edad, no iba a encontrar nada legal y digno que hacer, le dije que se concentrara en terminar su escuela. —Sí, hermana, pero también me gustaría poder ayudarte, soy el homb
Sabía que el infeliz arrogante de mi jefe apenas tenía 36 años, no quería poder imaginarme cómo sería cuando tuviera los 40, con eso de que decían que la gente a cierta edad se empezaba a volver muy intolerante, así que no me lo imaginaba en sus 60 años. Seguramente no habría nadie quien viviera a su lado, pobre de la mujer con la que lograra casarse si era que lo hacía, comprendí por qué estaba solo, no creía que alguien pudiera aguantar y tolerar su temperamento, era tan desconsiderado, tan inútil, tan arrogante. Aquella mujer a quién había visto en su oficina me imaginaba que solo era para pasar ratos. Porque si fuese para pasar más que eso, la hubiera visto antes, aunque seguramente no hubiese sido posible, mi área de trabajo era diferente a los lugares que él solía frecuentar, en la empresa. Raramente, se le veía por aquellas oficinas, Pero parecía que eran tal para cual, así que comprendía por qué se estaban entendiendo, en sus encuentros, no había nada de especial en ellos,