Capítulo 112
Marina dejó con cuidado la bolsa en el asiento del copiloto y se frotó la cara.

—Bueno, ya la compré.

Al llegar a la planta baja, llamó a Yolanda para que bajara y fueran a comer juntas.

—Marina.

Alguien golpeó la ventana del auto.

Marina sorprendida miró y vio a Quiles.

Levantó una ceja y abrió la puerta, avisando primero a Yolanda que subiera.

Dentro del vehículo, Camilo tomaba café mientras revisaba atento documentos.

Marina se sentó a su lado y lo miró ansiosa.

—¿Necesitas algo? —preguntó suavemente.

Camilo dejó el café y alzó de inmediato la mirada.

—Fuiste a Luzara.

Marina sonrió.

—Tienes información actualizada.

Cuando Diego le contó que Camilo había enviado a alguien a seguirla, supo al instante que no podría ocultarle su visita a Luzara. Pero no esperaba que viniera tan pronto.

—Solo fui a apoyar a la señorita Yadira como fan. ¿Eso está mal? —dijo desafiante, cruzando los brazos.

Una sutil coquetería emergió sin que ella se diera cuenta.

—No he hecho nada malo. Soy una ciudad
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