Capítulo 473
Le di un golpe mientras le gritaba, furiosa: —¡¿Quieres matarme de la vergüenza?!

Mateo se rio un buen rato, pero al ver que iba en serio, rápidamente me rodeó la cintura: —Ya, ya, no te enojes. Tarde o temprano todos te conocerán.

—De esta manera, tendrás entrada libre a Grupo Vargas en cualquier momento.

Al escucharlo, me sentí como si me acariciaran como a una gata: —¿No podías hacerlo de otra forma?

Él respondió con naturalidad: —Así es más eficiente.

Me quedé sin palabras.

De repente, me di cuenta de que había caído en su lógica: —¡Qué descaro! Solo estamos saliendo, ¿quién es tu esposa?

—¿No quieres casarte conmigo?

Mateo sonrió levemente: —¿Y si me caso con otra?

—¿Cómo te atreves?

Alcé la cabeza y me encontré con su mirada brillante. Bajó la vista y notó mi mano derecha, que había estado escondiendo: —¿Qué tienes ahí?

—Comida para perros.

....

Mateo soltó una carcajada y, antes de que pudiera reaccionar, me quitó el termo que estaba ocultando. Lo abrió y, al ver el contenido, s
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo