Capítulo 19
Después de aplicarle el Isodine, Ricardo usó una gasa para cubrir la herida.

—¡Dime, qué necesidad había! —Ricardo tiró el paquete y los algodones usados a la basura.

César estaba claramente molesto.

—¿Ya no tienes nada más que decir? ¿Eso es todo?

—Está bien, no diré más. —Ricardo cedió, dejando el tema.

Justo en ese momento, sonó el mensaje del móvil. Al desbloquearlo y echarle un vistazo, Ricardo sonrió con satisfacción.

—Recuerdo que le compraste varias chispitas mariposa a Teresa. ¿Dónde las dejaste? ¡Dame algunas! —Ricardo comenzó a mirar por la habitación en busca de la pólvora.

César, de mal humor, no tenía ganas de meterse en los asuntos raros de su buen amigo. Levantó la barbilla de manera indiferente y señaló hacia un rincón.

—La contraseña son cuatro ceros.

Ricardo abrió la maleta y sacó sin problemas los palitos de fuego.

—Muchas gracias.

Cuando ya se disponía a irse, se detuvo y se giró para advertirle.

—Recuerda cambiarte la camisa, tiene sangre.

Aunque Ricardo no le ca
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP