Capítulo 145
Lorena no entendía.

— Pues como amigo, también eres todo buena onda.

Lo trató como solo un amigo.

Al escuchar esas palabras, César se sintió frustrado. Dio vueltas en la cama toda la noche sin poder dormir bien, soñando con ese asunto.

A la mañana siguiente, Lorena durmió hasta pasadas las ocho. Al despertar, no encontró a César a su lado y pensó que ya se había ido a trabajar. Se levantó, se lavó y desayuno tranquila.

En la sala de reuniones del equipo de proyectos especiales, Teresa se sentó a un lado discutiendo los puntos clave del proyecto. Sin saber cómo, de repente un olor sofocante e incómodo invadió la sala. Al percibirlo, le entraron unas fuertes náuseas.

Al principio intentó controlarse, pero, después de un rato, ya no pudo más y soltó una arcada. En medio de la reunión, el sonido fue difícil de ignorar.

—Fernando, voy al baño un momento —dijo Teresa mientras empujaba la puerta de la sala y desaparecía rápidamente.

—Fernando, si ella está así todos los días y no puede hacer
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