—¿te gustan los postres?—le acerca una porción de pastel,—nunca los probé—se acerca y lo muerde,—¡esto es muy delicioso!,—grito sorprendida,—entonces come más—el le acerca otros dulces,—escuchame, creo que deberías dormí en mis aposentos, si te tengo cerca de mí no tendré que preocuparme—dijo Damien,—esta bien, si su alteza real cree que es lo correcto entonces acepto—respondió Aine,Eso sorprende a Damien, ya que pensó que tendría que persuadirla para qué aceptará,—me alegra que aceptarás, no tienes nada de que tener solo quiero estar cerca de ti para estar tranquilo—respondió Damien,—¿por qué no vas a caminar un poco por el jardín?, seguro te gustara mandé a instalar una hamaca para ti—él la beso en la frente y se fue,¿qué es una hamaca?, me gustaría caminar por el jardín, hace tanto que no veo el sol, había olvidado lo lindo y cálido que es, no vuelvas a irte dijo mientras miraba el cielo, lo único que tenía ahora es a Damien ella no tenía familia ni amigos, y no sabía si re
—no tienes que estar tan asustada, solo vamos a dormir—dijo Damien, él la sujeta y la trae junto a el para abrazarla,Al principio se siente incómoda pero luego se relaja y se duerme, cuando están durmiendo plácidamente Damien empieza a tener pesadillas, empieza a gritar dormido y a llorar,—¡príncipe despierte es solo un mal sueño!—dijo Aine asustada, no sabía que hacer el príncipe lloraba mucho,Ella lo abraza muy fuerte intentando calmar su llanto hasta que él príncipe despierta,—quédate así conmigo—dijo Aine y lo apoya en su pecho y le acaricia el cabello esperando que su calor lo reconfortará,Damien se tranquiliza y se duerme, hacia tiempo que no podía dormir en paz, estar abrazado a su amada le da mucha calma, a la mañana siguiente despiertan, pero no hablaron sobre eso y Aine decide no preguntar porque no quería incomodar o hacer sentir avergonzado al príncipe,—¿iremos a desayunar al jardín?—prunto Aine,—si por supuesto—respondió Damien,—¿puedo invitar a Limar?, me gustar
Los monstruos no lloran me solían decir cada de vez que me dan de golpes, tu eres un hombre y debes ser el rey del inframundo, debes estar a la altura, crecí sin esperanza sintiéndome solo y miserable, crecí sin fe odiando a todos y todo, no sabía que era el amor nunca había sentido cariño hasta que la vi un día acercarse al bosque maldito, ella era una niña hermosa nunca antes había visto algo así, lo quería lo añoraba pero sabía que si me acercaba un poco la matarían así que lo deje pasar,Cada vez que me golpeaban, me pisaban y me insultaban recordaba su rostro para ser fuerte, dicen que los hombres no deben llorar pero llore de dolor y agonía, me estaban criando para ser una máquina de matar, ser frío y sin sentimientos, ser el rey despiadado aquel que no dejaba a nadie vivo si pisaban su bosque maldito, no conocía la piedad, solo de desesperación, un día donde me estaba entrenando caí y me arrastré por el bosque derrotado y cubierto de cortes y golpes con los huesos rotos,Me que
El cura sus piernas y sus brazos, también leda de comer, —gracias, me siento mucho mejor—dijo Aine, —¿no puedo quedarme un poco más?—pregunto Aine, —deberías irte—insistió Damien, él no quería que se vaya, si fuera por él se quedaría toda la vida con Aine, él estaba tan cautivado por ella, que nunca dejó de pensarla ni por un segundo, pero debía dejar su egoísmo de lado y llevarla fuera del bosque por su seguridad, —¿quién te hizo Daño?—pregunto Damien, —vivo en el templo del fuego y la luz, ellos me castigan por mí bien—respondió Aine, Al escuchar esas palabras Damien se paralizó, ya que eran las mismas palabras usadas cada vez que le rompían las piernas, Damien entra en pánico no quería que ella sufra lo mismo que él, pero no había nada que pudiera hacer, —ten, úsalo si lo necesitas—le da una daga, Aine lo acepta y lo guarda escondiéndola en su ropa, Damien la acompaña hasta el final del bosque para asegurarse de que salga bien y que nada malo le pase, Pero Damien se había
—no se ve más pequeña que tu, cuántos años tiene, 10 como mínimo, es edad suficiente para entender que entrar al bosque está prohibido—respondió Alastor, —estar en el bosque es ilegal y el castigo es la muerte—dijo sonriendo, El se tiró sobre Aine pero Damien lo detuvo, golpeándolo, —¡corre!—le grito a Aine, y ella empezó a correr con todas sus fuerzas, Damien corrió detrás de ella para cuidar su espalda, —me gusta jugar a los depredadores—grito Alastor, Aine se cae y se golpea muy fuerte sus piernas ya no podía mantenerse en pie, ya tenía sus piernas muy lastimadas, —ven sube a mi espalda—él se agacha y ella se sube a su espalda, Él corre con Aine en su espalda, sabía que su hermano era el mejor cazando, y que está situación era solo un juego para él, —pequeñas ratas, las voy a matar a ambos—él iba a cortarle la cabeza a Aine, Pero el siervo de Damien lo evita sujetando la espada con su mano, —príncipe lamento arruinar su juego, pero su madre lo está buscando—dijo el siervo