—no se ve más pequeña que tu, cuántos años tiene, 10 como mínimo, es edad suficiente para entender que entrar al bosque está prohibido—respondio Alastor,
—estar en el bosque es ilegal y el castigo es la muerte—dijo sonriendo, El se tiró sobre Aine pero Damien lo detuvo, golpeándolo, —¡corre!—le grito a Aine, y ella empezó a correr con todas sus fuerzas, Damien corrió detrás de ella para cuidar su espalda, —me gusta jugar a los depredadores—grito Alastor, Aine se cae y se golpea muy fuerte sus piernas ya no podía mantenerse en pie, ya tenía sus piernas muy lastimadas, —ven sube a mi espalda—él se agacha y ella se sube a su espalda, Él corre con Aine en su espalda, sabía que su hermano era el mejor cazando, y que está situación era solo un juego para él, —pequeñas ratas, las voy a matar a ambos—él iba a cortarle la cabeza a Aine, Pero el siervo de Damien lo evita sujetando la espada con su mano, —príncipe lamento arruinar su juego, pero su madre lo está buscando—dijo el siervo, Alastor al oír esas palabras corre sin mirar atrás, él salvo no solo a Aine también Damien, —¿se encuentra bien amo?—pregunto el siervo, —si—respondió, —estoy bien, — debería llevar a esa pequeña ya están notando su presencia—él se quedó para esperar al príncipe, —recuerda voy a ir por ti al cumplir los 21—dijo Damien, la dejo fuera del bosque y volvió, él debía estar listo para cumplir esa promesa, pero para eso debía mantenerse con vida lo que sería muy difícil, —gracias por ayudarme—le dijo al siervo que lo estaba esperando, —supuse que era importante para usted príncipe, de lo contrario no habría arriesgado su vida—respondió el siervo, Y tenía razón, Aine era muy importante para Damien a pesar de que solo se vieron poco tiempo y que casi no se conocían, pero le daba un propósito a su vida y el era esperanza para Aine, sin saber se salvan mutuamente, Los rumores se expandieron rápido y Damien fue llamado por el rey, su padre, —tu hermano Mayor me dijo que protegiste a un forastero, ¿eso es cierto?—le pregunto el rey, Damien no sabía que decir, pero debía asumir la responsabilidad cuando iba admitir su culpa, Su Siervo lo ayuda, —su majestad yo mismo me encargué de la forajida—dijo el siervo, —¿puedes probarlo?—pregunto el rey, —si su majestad, los Príncipes solo están jugando a los depredadores, pero al acabar el juego yo mate a ese forajido, pero para ese entonces el príncipe Alastor no estaba ya que su madre la concubina Zuma lo estaba buscando—respondió el siervo, —¿quiere que le muestre el cuerpo?—pregunto el siervo, —no, no es necesario estoy ocupado—respondió el rey, Él le hizo una señal para que se vayan, a pesar de sobrevivir al rey y a su hermano no iba a poder sobrevivir al castigo de su madre, —¡eres un estúpido!—grito su madre, —¿quieres humillar me?, por tu culpa el rey no quiere verme, te odio m*****a alimaña, A él no le importaba, ya que estaba acostumbrado a ese trato por parte de su madre, no esperaba menos, lo único que le importaba a Damien era que Aine estuviera a salvo hasta que pudiera ir por ella, —te daré un merecido castigo—la concubina lo agarro y lo arrastró hasta el calabozo y le dio 20 azotes con un látigo, no paro hasta que le vio la sangre correr por sus piernas no se detuvo porque le importaba su hijo y no fue por compasión, fue porque lo necesitaba vivo para sus planes, Pasaron muchos meses y no volvió a ver a Aine, él la esperaba, aunque era mejor que no aparezca, ya que podría morir, pero aun así la extrañaba demasiado, A la santa no la dejaron volver a salir, ni a ver la luz del sol, la mantenían cautiva en una torre en donde la hacían sanar a los nobles que pagaban mucho oro por sus servicios, ella iba a quedarse encerrada hasta cumplir los 21 donde sería sacrificada a los dioses, obviamente le llenaron la cabeza a los del pueblo para no tener problemas diciendo que era una forma de casarse con los dioses, que un dios la pidió en matrimonio y debían entregarla, Aine solo se entregó a su fatídico destino con tristeza y resignación solo esperaba la muerte, Después de tantos años sin ver la luz del sol, por un momento pudo sentir la brisa en su piel, sería el día de su muerte, Aine había cumplido los 21 y sería sacrificada, aunque muchos ahora estaban encontra, ya que era su mayor fuente de dinero y sin ella no recibirán tanto oro, esto bajaría su calidad de vida abruptamente, —¿de verdad van a sacrificar a la santa?—pregunto un sacerdote, —sí, es necesario—respondió la suma sacerdotisa, La palabra de la suma sacerdotisa era sagrada, era la más cercana a los dioses paganos, nadie se atrevía a contradecirla, todo el odio y resentimiento de la suma sacerdotisa es porque Aine mato a su amado cuando esté intento abusar de ella, no la perdonaría por acabar con su amado, es por eso que hizo los últimos años de su vida los más miserables prohibiendo que pudiera ver la luz del sol, quería que sufriera más, pero también quería que muriera, ya que era un peligro para el templo sagrado, no querían que sus secretos salieran a flote,—preparen todo, está noche será el día del casamiento sagrado—se acerca a Aine y le susurra en el oído, — me voy a encargar de que tu muerte sea dolorosa,—no te preocupes te voy a estar esperando en inframundo, donde saldrán a flote todos tus secretos para que los dioses te odien y aborrezcan—respondio Aine,su fin se acercaba pero a pesar de eso podía sentir un poco de felicidad, ya que al menos antes de morir podría ver la luz del sol nuevamente y sentir la brisa en su rostro, estaba todo preparado, estaban decorando todo el templo, la opinión de los aldeanos estaba dividida, algunos aceptaban lo que la suma sacerdotisa decía pero algunos no, decían que los dioses los castigarian si le hacían daño a una santa,pero estaba todo dicho, la sacerdotisa estuvo esperando paciente este momento y no iba a dejarlo pasar, quería venganza, quería que Aine muera y tuvo que esperar mucho para que eso pasara,ya estaba todo preparado Aine estaba vestida de novia y la estaban llevando a una cama
—¿te gustan los postres?—le acerca una porción de pastel,—nunca los probé—se acerca y lo muerde,—¡esto es muy delicioso!,—grito sorprendida,—entonces come más—el le acerca otros dulces,—escuchame, creo que deberías dormí en mis aposentos, si te tengo cerca de mí no tendré que preocuparme—dijo Damien,—esta bien, si su alteza real cree que es lo correcto entonces acepto—respondió Aine,Eso sorprende a Damien, ya que pensó que tendría que persuadirla para qué aceptará,—me alegra que aceptarás, no tienes nada de que tener solo quiero estar cerca de ti para estar tranquilo—respondió Damien,—¿por qué no vas a caminar un poco por el jardín?, seguro te gustara mandé a instalar una hamaca para ti—él la beso en la frente y se fue,¿qué es una hamaca?, me gustaría caminar por el jardín, hace tanto que no veo el sol, había olvidado lo lindo y cálido que es, no vuelvas a irte dijo mientras miraba el cielo, lo único que tenía ahora es a Damien ella no tenía familia ni amigos, y no sabía si re
—no tienes que estar tan asustada, solo vamos a dormir—dijo Damien, él la sujeta y la trae junto a el para abrazarla,Al principio se siente incómoda pero luego se relaja y se duerme, cuando están durmiendo plácidamente Damien empieza a tener pesadillas, empieza a gritar dormido y a llorar,—¡príncipe despierte es solo un mal sueño!—dijo Aine asustada, no sabía que hacer el príncipe lloraba mucho,Ella lo abraza muy fuerte intentando calmar su llanto hasta que él príncipe despierta,—quédate así conmigo—dijo Aine y lo apoya en su pecho y le acaricia el cabello esperando que su calor lo reconfortará,Damien se tranquiliza y se duerme, hacia tiempo que no podía dormir en paz, estar abrazado a su amada le da mucha calma, a la mañana siguiente despiertan, pero no hablaron sobre eso y Aine decide no preguntar porque no quería incomodar o hacer sentir avergonzado al príncipe,—¿iremos a desayunar al jardín?—prunto Aine,—si por supuesto—respondió Damien,—¿puedo invitar a Limar?, me gustar
Los monstruos no lloran me solían decir cada de vez que me dan de golpes, tu eres un hombre y debes ser el rey del inframundo, debes estar a la altura, crecí sin esperanza sintiéndome solo y miserable, crecí sin fe odiando a todos y todo, no sabía que era el amor nunca había sentido cariño hasta que la vi un día acercarse al bosque maldito, ella era una niña hermosa nunca antes había visto algo así, lo quería lo añoraba pero sabía que si me acercaba un poco la matarían así que lo deje pasar,Cada vez que me golpeaban, me pisaban y me insultaban recordaba su rostro para ser fuerte, dicen que los hombres no deben llorar pero llore de dolor y agonía, me estaban criando para ser una máquina de matar, ser frío y sin sentimientos, ser el rey despiadado aquel que no dejaba a nadie vivo si pisaban su bosque maldito, no conocía la piedad, solo de desesperación, un día donde me estaba entrenando caí y me arrastré por el bosque derrotado y cubierto de cortes y golpes con los huesos rotos,Me que
El cura sus piernas y sus brazos, también leda de comer, —gracias, me siento mucho mejor—dijo Aine, —¿no puedo quedarme un poco más?—pregunto Aine, —deberías irte—insistió Damien, él no quería que se vaya, si fuera por él se quedaría toda la vida con Aine, él estaba tan cautivado por ella, que nunca dejó de pensarla ni por un segundo, pero debía dejar su egoísmo de lado y llevarla fuera del bosque por su seguridad, —¿quién te hizo Daño?—pregunto Damien, —vivo en el templo del fuego y la luz, ellos me castigan por mí bien—respondió Aine, Al escuchar esas palabras Damien se paralizó, ya que eran las mismas palabras usadas cada vez que le rompían las piernas, Damien entra en pánico no quería que ella sufra lo mismo que él, pero no había nada que pudiera hacer, —ten, úsalo si lo necesitas—le da una daga, Aine lo acepta y lo guarda escondiéndola en su ropa, Damien la acompaña hasta el final del bosque para asegurarse de que salga bien y que nada malo le pase, Pero Damien se había