capitulo 1

El cura sus piernas y sus brazos, también leda de comer,

—gracias, me siento mucho mejor—dijo Aine,

—¿no puedo quedarme un poco más?—pregunto Aine,

—deberías irte—insistió Damien,

él no quería que se vaya, si fuera por él se quedaría toda la vida con Aine, él estaba tan cautivado por ella, que nunca dejó de pensarla ni por un segundo, pero debía dejar su egoísmo de lado y llevarla fuera del bosque por su seguridad,

—¿quién te hizo Daño?—pregunto Damien,

—vivo en el templo del fuego y la luz, ellos me castigan por mí bien—respondió Aine,

Al escuchar esas palabras Damien se paralizó, ya que eran las mismas palabras usadas cada vez que le rompían las piernas, Damien entra en pánico no quería que ella sufra lo mismo que él, pero no había nada que pudiera hacer,

—ten, úsalo si lo necesitas—le da una daga,

Aine lo acepta y lo guarda escondiéndola en su ropa, Damien la acompaña hasta el final del bosque para asegurarse de que salga bien y que nada malo le pase,

Pero Damien se había quedado inquieto, estaba molesto, él le pregunta a su Siervo sobre el templo de fuego y la luz,

—¿podría traer a alguien a vivir aquí si así lo deseara?—pregunto Damien,

—por supuesto que puede príncipe—respondió el Siervo,

—¿y si no es uno de nosotros?—pregunto nuevamente,

—bueno eso es más difícil, en ese caso solo el rey puede—dijo el siervo,

—¿entonces para traer a una santa debo ser el rey?—insistió,

—bueno, si usted quiere a una santa debe casarse con ella, solo así podrá traerla al palacio demoníaco,

Para Damien ser el rey no era una prioridad, pero si para su madre, el rey demonio tenía 10 hijos varones con diferentes concubinas las que estaban en constante guerra por el amor del rey y el poder, sus ambiciones eran tan grande que no les importaba manipular y dañar a sus propios hijos con tal de conseguirlo, Damien era tan torturado por su madre y los del palacio que no quería ni le importaba ser el rey, pero eso, cambio abruptamente, su único propósito ahora era Aine, él quería ser su esposo y poder llevarla al palacio demoníaco, pero para eso debía ser el rey, eso significa que debía competir no solo con sus hermanos por el reinado también con los enemigos y los creyentes del fuego y la luz, para eso debía ser fuerte, el mejor de todos, en este momento Damien ya había tomado su decisión y era luchar por esa hermosa sonrisa cálida, eliba a hacerr lo que sea por siempre verla feliz,

—¿por qué pregunta príncipe?—pregunto el siervo,

—solo tenía curiosidad, ya quiero tener a mi harem—respondió,

—el harem lo tendrá cuando cumpla la mayoría de edad príncipe, usted será asignado a un palacio en alguna capital del lado demoníaco—dijo el siervo,

él se fue a entrenar, antes se escondía de esa tortura, pero si quería ser el rey algún día debía ser el más fuerte de todos los Reinos,

—debes aguantar el dolor—decía su madre mientras le cortaba un dedo,

El dolor insoportable era parte del entrenamiento de su madre debían quebrarlo hasta que pierda cualquier sentimiento, pero ahora para el valía la pena, todo el dolor y sacrificio era por un bien mayor y no por el capricho de su madre,

—¡príncipe Damien!—grito una pequeña noble, Amaia era hija de un gran noble, ella estaba siendo criada en el palacio para ser la concubina de uno de los príncipes,

—¡príncipe lo estuve llamando, pero no me escuchó!—dijo la pequeña,

—si te escuché, solo estoy ignorando—respondió Damien,

Damien era distante a todos, también porque su madre no le permite entablar una relación con nadie, así que perdió el interés en los demás,

Él se fue al bosque maldito, esperando tener noticias de Aine, él la esperaba siempre, pero ella iba solo cuando podía, a veces el príncipe se quedaba en su balcón mirando el bosque, buscando una señal,

Mientras el príncipe estaba buscando en el bosque escucha una niña llorar, él se desesperó, corrió hacia ese llanto y la vio escondida,

—¿por qué lloras?—le pregunto el príncipe,

—¡porque voy a morir!, ellos me van a matar—respondió, .

Eso preocupo al príncipe no sabía que estaba diciendo,

—¿quién?, por favor dime—pregunto,

—los sacerdotes, yo intenté defenderme y… Yo entonces…

—tranquila—la sujeta del rostro y hace que lo mire para que pueda calmarse,

—calma, explícame de nuevo—él hace que se calme,

—apuñale a un sacerdote con la daga que me dio, entonces me nombraron como el sacrificio para los dioses, cuando cumpla los 21 me mataran—respondió llorando,

Al ser la santa sanadora no podían condenarla ni castigarla, el pueblo de la luz los condenaría porque para ellos las y los santos son sagrados, así que tuvieron la idea de ofrecerla en sacrificio, era la única manera de poder deshacerse de Aine ya que sabía demasiado, pero la necesitaban ya que era la única con el don de sanar,

—no llores, eso no va a pasar—él sintió el impulso de abrazarla, nunca antes había abrazado alguien,

Pero funcionó, no solo con ella también con él, era algo que él también necesitaba desesperadamente, un poco de consuelo, sentir calor, cariño,

—cuando cumplas 21 yo iré a buscarte, no voy a dejar que nadie te haga daño, serás mi esposa lo prometo—dijo,

—no puedo ser una esposa, soy una santa—respondió Aine,

—eso no importa, serás mi esposa—dijo él,

Los ojos de Aine se iluminado, ella no veía otra vida que no sea ser una santa, vivir y ser torturada en el templo, ver cómo los niños mueren por ser juguetes de los sacerdotes y de los ricos,

—sí, quiero ser tu esposa—respondió Aine sonriendo,

En ese momento uno de los hermanos mayores de Damien llega,

—vaya que vemos aquí, mi pequeño hermano con una forajida—él saca su espada,

—ella ya se iba, deja que se vaya solo es una niña—dijo Damien,

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