Capítulo 6
POV Lorenzo Camino desesperado de un lado a otro, como un animal enjaulado, incapaz de encontrar consuelo. La sola idea de que mi padre esté decidido a encontrar a esa mujer, la única que puede poner fin a todo este maldito sufrimiento, me tiene al borde de la locura. ¿Cómo puedo mantener la calma cuando una chispa de esperanza se ha encendido en la oscuridad en la que vivo? Soy un maldito asesino, un monstruo que se alimenta de la desesperación y el dolor de mujeres inocentes. Cada vez que la maldición se apodera de mí, pierdo la consciencia de lo que hago, y cuando despierto, los recuerdos se desvanecen como una niebla, dejando tras de sí el rastro de una tragedia inevitable. Pero esta vez... esta vez fue diferente. Hubo una mujer, una sola, a la que no pude lastimar, una a la que no quise dañar. Durante un breve momento, mi humanidad luchó por salir a la superficie, incluso mientras estaba transformado en ese ser maldito. Aurora. Su nombre resuena en mi mente como una melodía inquietante. Ella es distinta, lo sé. Hay algo en sus ojos, en la profundidad de su mirada, que me atrae y me desconcierta al mismo tiempo. No solo es su belleza lo que me intriga; es como si hubiera algo más, algo que escapa a mi comprensión. Lo más desconcertante de todo es que no solo yo, como Lorenzo, me siento atraído por ella. Es como si incluso mi parte demoníaca, ese ser oscuro que habita dentro de mí, estuviera fascinado por su presencia. ¿Por qué no pude lastimar a Aurora? ¿Qué tiene ella que hizo que la bestia dentro de mí vacilara? El solo pensar en todas aquellas chicas a las que he lastimado me perturba, me corroe el alma, si es que aún queda algo de ella. Siento que ya vivo en mi propio infierno, un infierno hecho de sangre, miedo y culpa. Pero al recordar que no toqué a Aurora, algo dentro de mí se agita. Por primera vez en mucho tiempo, creo que quizás haya algo de esperanza, una pequeña chispa de redención. Mis pensamientos vuelven a mi padre, a la determinación que vi en sus ojos cuando me habló de la hija de Morgana. Esa chica, la única mitad hechicera, mitad ángel, es mi única salvación. La maldición que cargo no es solo mía, sino un castigo lanzado sobre mi familia por el amor prohibido que unió a mis padres. Y ahora, todo se reduce a encontrar a esa mujer con la marca en su piel, esa que podría ser la llave para liberarme de esta prisión que me consume cada noche. Pero, ¿qué ocurrirá cuando la encuentre? ¿Será ella capaz de ayudarme, o terminará huyendo de mí, como todas las demás? El temor de que la única persona que podría salvarme también sea mi última víctima me persigue como una sombra, amenazando con destruir la poca esperanza que me queda. Mi padre nunca menciono que debe hacer esa chica en mi para curarme, para salvarme de todo esto, lo único que sé, es que ella es mi salvación, ella es la mujer que salvara mi vida, es la mujer que me permitirá tener una vida normal, ser heredero de los negocios familiares y vivir una vida humana, tener una persona a mi lado para siempre sin lastimarla, ese es el único que sueño que he tenido. Aurora... su nombre sigue resonando en mi mente, y no puedo evitar preguntarme si ella es esa chica, si es la mujer que quiero a mi lado, La incertidumbre me consume, pero también me da fuerzas. Si hay una posibilidad de liberarme, la encontraré, la protegeré. Aunque me cueste todo, incluso mi humanidad. La idea de pedirle ayuda a mis amigos me ronda en la cabeza mientras camino por los pasillos de la mansión. No puedo hacerlo solo, y ellos son los únicos en quienes confío, aunque no puedo decirles toda la verdad. Solo necesito que estén atentos, que me ayuden a encontrarla. Finalmente, decido reunirlos. Aprovecho una tarde en la que Aurora no está con nosotros; sé que está explorando el pueblo. Nos encontramos en nuestro lugar habitual, en un pequeño claro en las afueras de la mansión, donde solíamos pasar el tiempo cuando éramos más jóvenes. —Necesito preguntarles algo —digo, rompiendo el silencio. Mis amigos me miran con curiosidad—. ¿Alguno de ustedes ha visto a una chica con un lunar en la espalda, en forma de sol y luna? Lucca se frunce el ceño, claramente extrañado. —No que yo recuerde, ¿por qué lo preguntas? Giulia, que ha estado escuchando en silencio, levanta la cabeza de repente. Sus ojos se entrecierran ligeramente, como si algo hubiera hecho clic en su mente. Piensa en Aurora, en el momento en que la ayudó a vestirse y vio el "tatuaje" en su espalda. Podría ser ella, pero decide no decir nada. —Es algo importante para mi familia —continúo, intentando mantener mi tono casual—. Si alguno la ve, por favor, avisadme. No puedo darles más detalles, pero es vital. Giulia asiente lentamente, procesando lo que acabo de decir. Sabe que Aurora podría ser esa chica, pero quiere darle la oportunidad de confesarle la verdad por sí misma. Quizás Aurora ni siquiera sabe lo importante que es su marca. Giulia prefiere averiguar más antes de decidir qué hacer con esta información. —Si me cruzo con alguien así, te lo haré saber —responde finalmente, mirando a los demás para ver si también están de acuerdo. Mis otros amigos asienten, sin hacer más preguntas, y yo les agradezco con una sonrisa que apenas logro mantener. Sin embargo, la sensación de incertidumbre no se disipa. El encuentro termina, y mientras todos se dispersan, Giulia se queda pensativa, su mirada sigue a Lorenzo, sintiendo que algo grande está en juego. Mientras tanto, Lorenzo se siente más ansioso que nunca, sabiendo que ha puesto en marcha una cadena de eventos que podrían cambiarlo todo. POV NARRADOR… Giulia se siente mal por no haberle dicho a Lorenzo lo que sospecha: que aquella mujer podría ser Aurora. Sin embargo, antes de hablar, prefiere estar segura. Aurora le había dicho que era un tatuaje, no un lunar, así que Giulia decide investigar más antes de sacar conclusiones. Llama a Aurora, pero no recibe respuesta; al parecer, está ocupada en algo. Sin saber dónde vive, Giulia se siente impotente. Decide sentarse en su habitación y revisar las fotos en su teléfono, las que tomaron la última vez que salieron todos juntos a la discoteca. Mientras desliza las imágenes, Giulia no puede evitar analizar cada detalle. En una de las fotos, Aurora aparece riendo, su cabello oscuro cayendo en cascada sobre su espalda, ocultando lo que podría ser la marca que tanto preocupa a Lorenzo. El recuerdo de esa noche le provoca un nudo en el estómago. Hay algo en Aurora que no encaja del todo, como si la chica ocultara más de lo que aparenta. La mente de Giulia se llena de preguntas. ¿Qué está pasando realmente con Aurora? ¿Qué es lo que Lorenzo no les está contando? La lealtad hacia su amigo y la curiosidad sobre Aurora se mezclan en su corazón, creando una inquietud que no puede ignorar. Finalmente, Giulia decide que no puede quedarse de brazos cruzados. Necesita encontrar a Aurora y obtener respuestas. Sabe que lo que descubra podría cambiarlo todo, pero la incertidumbre la consume. La única opción que tiene es esperar a que Aurora responda su llamada, y cuando lo haga, Giulia se asegurará de que ambas tengan una conversación sincera. Pero mientras Giulia espera, la noche avanza. Lorenzo, por su parte, no puede quitarse de la cabeza la posibilidad de que Aurora sea la clave para romper su maldición. No se atreve a albergar esperanzas, pero en lo más profundo de su ser, una pequeña chispa de fe comienza a encenderse. Quizá, solo quizá, esta vez todo podría ser diferente. Ella es la única mujer que ha sobrevivido a él en su parte demoniaca, él está seguro de que ella no es la chica que buscan, pero también tiene claro que es muy especial, que ella le ha ayudado más de lo que cualquiera puede imaginar. En la mansión, Bruno Salvatore se prepara para su próxima jugada. Sabe que el tiempo es limitado y que cada momento cuenta. Encontrar a la hija de Morgana es su prioridad, pero también sabe que el precio de su búsqueda podría ser alto. No se detendrá ante nada para salvar a su hijo, aunque ello signifique enfrentarse a los enemigos más peligrosos. El destino de todos parece estar ligado a una única verdad que aún permanece oculta. Mientras tanto, Giulia observa su teléfono, esperando la llamada de Aurora, sin saber que esa conversación podría desencadenar una serie de eventos que nadie podría haber previsto.POV NARRADOR…Hace 21 años...En la quietud de la noche, la luna brillaba intensamente sobre Tivoli, Italia, iluminando con su luz plateada los muros antiguos y los oscuros callejones. Morgana, una joven hechicera de gran poder, caminaba con paso firme hacia su destino. Su corazón latía con fuerza, no por temor, sino por la emoción de ver a Bruno, el hombre que había conquistado su alma.Morgana había pasado años ocultando la verdad sobre su naturaleza, manteniendo sus habilidades en secreto para protegerse de la crueldad del mundo. Solo dos personas conocían su verdad: su mejor amiga, Luciana, y Bruno, el hombre al que había confiado sus más profundos secretos. Bruno la había escuchado con atención, aceptando su realidad con una ternura que solo fortaleció su amor por él. Llevaban meses juntos, y cada día que pasaba, Morgana se sentía más segura de que Bruno era el hombre con el que quería pasar el resto de su vida.Pero, en el corazón de su amiga Luciana, se gestaba una traición. Lu
POV AURORAMe siento agotada, frustrada. No he podido memorizar nada de lo que quieren enseñarme. Siento que la hechicería no es lo mío, que no nací para esto. Aunque mi madre sea una poderosa hechicera, yo desearía ser una chica ordinaria, llevar una vida normal, lejos de los peligros y responsabilidades que parecen caer sobre mí sin cesar.—Basta, Ester. No quiero continuar más con esto. Por más que te esfuerces, no puedo. No quiero seguir con esto —digo, dejando caer el libro de hechizos sobre la mesa, como si con ese gesto pudiera liberarme del peso que siento en el pecho.Ester me mira con una mezcla de preocupación y firmeza. Sus ojos, que suelen ser cálidos, ahora reflejan una cierta dureza que no había visto antes.—No digas eso, Aurora. Debes aprender para protegerte del peligro. Cada vez estás más sola, tus padres adoptivos ya se han ido lejos. Lo hicieron para despistar a quienes te buscan. No puedes tirar su sacrificio a la basura —me responde Ester, con un tono que deja e
CAPITULO 9POV AURORAMi conversación con Giulia aún me atormenta. Han pasado varios días y no he podido olvidar lo que hablamos. Siento que había más en su curiosidad, como si ella supiera algo que no quería decirme. Me pregunto qué podría ser.La culpa por haberle mentido a la única persona que me ha tendido la mano desde que nos conocimos, sin esperar nada a cambio, me carcome por dentro. Giulia ha sido como una hermana para mí en estos últimos meses, y sentir que he traicionado su confianza me duele más de lo que esperaba.En estos días tampoco he podido volver a ver a mi padre en mis sueños, como antes solía ocurrir. Ahora, más que nunca, necesito hablar con él. Hay tantas preguntas que quiero hacerle, tantas dudas que me atormentan y que no me atrevo a compartir con Ester. Aunque sé que ella es buena y que realmente quiere lo mejor para mí, no confío en ella completamente, especialmente cuando se trata de asuntos tan personales.De los chicos, no he vuelto a saber nada. Lo últim
POV AURORANo sé qué pasó, por qué se acercó de esa manera a mí, pero sentí mi pecho estallar. Mi corazón latía tan fuerte que parecía detenerse al mismo tiempo.Estos sentimientos, estas sensaciones, son nuevas para mí. Nunca había experimentado algo así. No entiendo por qué mi corazón reacciona de esta manera solo con Lorenzo. Cuando estoy cerca de los otros chicos, me siento normal. Esto es algo que mi cerebro no logra comprender.Llego a casa más confundida de lo que estaba antes. Mi vida está patas arriba, mi cabeza da vueltas, y siento mi cuerpo arder. Me recuesto en la cama a descansar. Cierro los ojos durante más de media hora y, a lo lejos, escucho a Ester llamarme, gritando mi nombre. Pero es como si estuviera en un trance, como si no pudiera abrir los ojos y despertar.Camino por un sendero hermoso, lleno de flores. Estoy deleitada con el lugar. Escucho la voz de mi padre, lo busco, pero no lo encuentro. Sigo el camino hasta el final, con la esperanza de verlo, de hallarlo.
CAPÍTULO 11POV LORENZOLas noches se han vuelto insoportables. Cada vez que cierro los ojos, aparece ella: una mujer de cabellos oscuros y ojos penetrantes que me observa con una sonrisa fría y calculadora. No sé quién es, pero siento que su mera presencia en mis sueños saca lo peor de mí. Hay algo en su voz, en la forma en que pronuncia mi nombre, que despierta en mí una rabia incontrolable, una necesidad de destruir todo a mi alrededor.Desde que estos sueños comenzaron, la maldición se ha alterado. Me estoy convirtiendo en ese demonio con más frecuencia. Antes solo ocurría pocas veces, pero ahora sucede tres veces por semana, a veces incluso más. Es como si una fuerza oscura dentro de mí respondiera a su llamado, como si ella estuviera aquí para asegurarse de que la oscuridad en mi interior se libere completamente.Anoche fue uno de esos episodios. Me desperté en el bosque, con mis manos cubiertas de tierra hojas y sangre, sangre de alguna chica inocente de la cual me sentiré culp
Capítulo 1: La Noche del EncuentroLa noche había caído sobre Tivoli, Italia, como un manto de terciopelo negro, salpicado de estrellas que apenas podían ser vistas a través de las nubes que avanzaban lentamente. Un viento frío recorría las calles desiertas, susurrando secretos antiguos y llenando el aire de una inquietud palpable. Las lámparas de gas parpadeaban débilmente, arrojando sombras danzantes en los adoquines desgastados.Aurora corría desesperada por las calles del pueblo. El sonido de sus pasos resonaba en la quietud de la noche, cada latido de su corazón se sincronizaba con su alocada carrera. Sentía que alguien la perseguía, que estaba en peligro. El miedo la impulsaba a seguir adelante, aunque sus fuerzas comenzaban a flaquear.Vi esos ojos resplandecer, ese color amarillo en ese ser no es normal. No pude ver su figura claramente, pero la sombra era de un hombre. La oscuridad de la noche no me ayuda, las calles están desiertas. Pensé que este sería el mejor día de mi vi
Capítulo 2: Encuentros InesperadosPov Narrador…Han pasado dos días desde aquella noche aterradora en las calles de Tivoli. Aurora ha permanecido bajo la protección de Ester, quien le ha enseñado algunas cosas básicas sobre magia y defensa personal. Ella nunca imagino que podía hacer esas cosas, que ella tenía poderes especiales y que van más allá de lo que su mente puede imaginar. Aunque la curiosidad por su origen y sus poderes crece con cada día, Aurora también siente la necesidad de conocer el pueblo y sus habitantes.Esta tarde, como las dos anteriores, Aurora decide salir a explorar Tivoli. El sol comienza a bajar en el horizonte, bañando las calles empedradas con una cálida luz dorada. Mientras camina, observa cada rincón, cada tienda y cada persona con la fascinación de alguien que ha vivido toda su vida aislada.En una plaza concurrida, ve a un grupo de jóvenes que parecen de su edad. Ríen y conversan animadamente, ajenos a su presencia al principio. Aurora se acerca, sintie
Capítulo 3: RevelacionesAurora caminaba junto a Ester por el sendero montañoso ya que la camioneta no podía seguir por aquel camino, el aire fresco de la mañana llenando sus pulmones. El paisaje era hermoso, con la luz del sol filtrándose a través de los árboles y el canto de los pájaros acompañando sus pasos. Pero en su corazón, Aurora sentía una mezcla de anticipación y temor. Estaba a punto de descubrir la verdad sobre su origen, algo que siempre había anhelado y temido a partes iguales.—¿Qué crees que me dirán, Ester? —preguntó Aurora, rompiendo el silencio que había acompañado su caminata.Ester miró a Aurora con ojos llenos de compasión y sabiduría.—Te revelarán cosas que cambiarán tu vida para siempre, Aurora. Pero es importante que recuerdes que todo lo que te dirán es para ayudarte a entender quién eres y por qué eres tan especial.Aurora asintió, tratando de calmar los nervios que la invadían. No podía dejar de pensar en los sueños recurrentes que tenía, en los que un hom