Capítulo 3: Revelaciones
Aurora caminaba junto a Ester por el sendero montañoso ya que la camioneta no podía seguir por aquel camino, el aire fresco de la mañana llenando sus pulmones. El paisaje era hermoso, con la luz del sol filtrándose a través de los árboles y el canto de los pájaros acompañando sus pasos. Pero en su corazón, Aurora sentía una mezcla de anticipación y temor. Estaba a punto de descubrir la verdad sobre su origen, algo que siempre había anhelado y temido a partes iguales. —¿Qué crees que me dirán, Ester? —preguntó Aurora, rompiendo el silencio que había acompañado su caminata. Ester miró a Aurora con ojos llenos de compasión y sabiduría. —Te revelarán cosas que cambiarán tu vida para siempre, Aurora. Pero es importante que recuerdes que todo lo que te dirán es para ayudarte a entender quién eres y por qué eres tan especial. Aurora asintió, tratando de calmar los nervios que la invadían. No podía dejar de pensar en los sueños recurrentes que tenía, en los que un hombre aparecía siempre, con una presencia cálida y protectora. Ese hombre, de alguna manera, le daba fuerza y consuelo, y ahora sospechaba que podría ser su padre. Finalmente, llegaron a una cabaña acogedora en lo alto de la montaña. Octavio y Berenice estaban esperándolas en la puerta, sus rostros reflejando una mezcla de esperanza y determinación. —Bienvenida, Aurora —dijo Octavio con una voz profunda y amable—. Hemos esperado este día durante mucho tiempo. Aurora asintió, sintiendo un nudo en la garganta. —Gracias —respondió, entrando en la cabaña junto a Ester. La cabaña era cálida y acogedora, con una chimenea encendida y una mesa preparada con té y pasteles. Se sentaron todos alrededor de la mesa, y Berenice tomó la mano de Aurora con una sonrisa tranquilizadora. —Aurora, hay muchas cosas que necesitas saber sobre tu origen —comenzó Berenice—. Tu padre fue un ángel, un ser celestial que se enamoró de tu madre, una hechicera muy poderosa. De ese amor prohibido naciste tú, una criatura única con poderes inmensos. Aurora sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al escuchar las palabras de Berenice. Todo comenzaba a tener sentido: sus sueños, su aislamiento, su marca en forma de sol y luna. —Tu madre, Seraphina, perdió parte de sus poderes al darte a luz —continuó Octavio—. Tu padre, Gabriel, te arrebató de sus brazos y te escondió para protegerte. Sabía que Seraphina haría cualquier cosa para recuperar sus poderes, incluso acabar con tu vida. Aurora sintió una oleada de tristeza al pensar en su padre, el hombre con el que siempre había soñado. ¿Era realmente Gabriel, el ángel que había dado su vida para protegerla? —Tu padre se sacrificó para ocultarte del poder de Seraphina —explicó Ester—. Su sacrificio creó un escudo que ha mantenido tu existencia oculta hasta ahora. Pero ese escudo no durará para siempre, y debes estar preparada para enfrentarte a tu madre. Aurora sintió una mezcla de dolor y determinación. Sabía que su vida nunca volvería a ser la misma, pero también sabía que debía ser fuerte. —Gabriel se comunica contigo a través de tus sueños —dijo Berenice con suavidad—. Es su forma de seguir protegiéndote y guiándote. Aurora asintió, recordando todos esos sueños en los que sentía la presencia reconfortante de su padre. Ahora entendía que él siempre había estado con ella, protegiéndola y guiándola. —Debes aprender a controlar tus poderes, Aurora —dijo Octavio con firmeza—. Es la única manera de estar preparada para lo que vendrá. Nosotros te ayudaremos. Aurora tomó una profunda respiración, sintiendo una nueva determinación florecer en su interior. Sabía que su camino no sería fácil, pero con el apoyo de Ester, Octavio y Berenice, y con la guía de su padre a través de sus sueños, se sentía más fuerte y lista para enfrentar cualquier desafío. —Estoy lista —dijo Aurora con firmeza—. Estoy lista para conocer mi verdadero poder y enfrentar mi destino. Todos se quedan mirándose fijamente y decididos a continuar con lo que tienen que decirle. Aurora miró a Ester, Octavio y Berenice, sintiendo la gravedad de lo que estaban por decirle. Cada palabra parecía cargar con siglos de historia y secretos ocultos. —Hay algo más que debes saber, Aurora —dijo Octavio, su voz adoptando un tono más grave—. Tu madre, Seraphina, no solo perdió parte de sus poderes contigo. Ella también hizo muchos enemigos a lo largo de los años. Poderosos hechiceros, criaturas mágicas y seres oscuros la odian y desean verla destruida. Aurora asintió lentamente, sintiendo el peso de esas palabras. —Y ahora que saben que tú existes, muchos de esos enemigos podrían intentar encontrarte —añadió Berenice—. No solo para vengarse de tu madre, sino también para intentar obtener tu poder. Pueden verte como una herramienta, un arma para sus propios fines. El corazón de Aurora latía con fuerza en su pecho. La idea de ser perseguida por desconocidos que deseaban su poder era aterradora, pero también encendía una chispa de determinación en su interior. —No te preocupes, Aurora —dijo Ester, tomando su mano—. No estás sola. Estamos aquí para protegerte y ayudarte a aprender a defenderte. Aurora asintió, agradecida por su apoyo. Sabía que este camino sería peligroso, pero también sabía que no podía huir de su destino. —Entonces, ¿por dónde empezamos? —preguntó, su voz firme. Octavio y Berenice intercambiaron una mirada antes de asentir. —Primero, debemos ayudarte a controlar tus poderes —dijo Octavio—. Solo así podrás protegerte y enfrentar a cualquier enemigo que intente hacerte daño. Berenice se levantó y fue a buscar un antiguo libro de hechizos y runas. Lo abrió ante Aurora, mostrando páginas llenas de símbolos y palabras antiguas. —Este es un grimorio de tu familia, pasado de generación en generación —explicó Berenice—. Aquí encontrarás hechizos y encantamientos que te ayudarán a descubrir y controlar tus habilidades. Aurora miró el libro con reverencia, sintiendo la antigüedad y el poder que emanaba de sus páginas. Con cada hoja que pasaba, sentía una conexión más profunda con sus raíces y su destino. —También debes saber que hay aliados en el mundo mágico que podrían ayudarte —dijo Octavio—. No todos desean hacerte daño. Algunos pueden ser grandes aliados en tu lucha contra los enemigos de tu madre. Pero debes de der muy cuidadosa con quien hablas, esconder tu lunar por que por medio de él pueden descubrirte. Aurora asintió, absorbiendo toda la información. Sabía que tendría que ser cautelosa y astuta, pero con el apoyo de Octavio, Berenice y Ester, sentía que podría enfrentar cualquier desafío que viniera. —Ahora, descansemos un poco —dijo Ester—. Mañana comenzaremos tu entrenamiento en serio. Aurora se retiró a la habitación en la que había vivido toda su vida sin saber el porqué de la actitud de las personas que la criaron, pero ahora que entendía todo no les guardaba ningún rencor, al contrario, sentía mucho agradecimiento, su mente llena de pensamientos y emociones encontradas. Se tumbó en la cama, mirando el techo, pero el sueño tardó en llegar. Finalmente, cayó en un sueño profundo y en su mente apareció nuevamente la figura de su padre, Gabriel. —Papá —susurró Aurora, sintiendo su presencia cálida y protectora. —Estoy aquí, Aurora —respondió Gabriel, su voz resonando en su mente—. Siempre estaré contigo, guiándote y protegiéndote. Eres más fuerte de lo que crees, y juntos superaremos cualquier obstáculo, pero hija cuídate. Cuídate mucho de las personas que están a tu alrededor. Aurora asintió en su sueño, sintiendo una nueva ola de confianza y fuerza. Sabía que, con su padre a su lado, aunque fuera en espíritu, podría enfrentar cualquier cosa. Al despertar, el amanecer llenaba la habitación con una luz suave y dorada. Aurora se levantó con una nueva determinación, lista para enfrentar el día y comenzar su entrenamiento. Aurora salió de su habitación y se reunió con Octavio, Berenice y Ester en la sala principal. Sentía que este día marcaría el inicio de una nueva etapa en su vida, una en la que finalmente podría descubrir y abrazar su verdadero poder. —Hoy comenzamos tu entrenamiento, Aurora —dijo Octavio, levantándose—. Es hora de que descubras de lo que eres capaz. Aurora asintió, su corazón latiendo con fuerza. Sabía que su vida nunca volvería a ser la misma, pero estaba lista para enfrentar su destino y protegerse de los peligros que se avecinaban. Con una última mirada a sus nuevos mentores, Aurora dio el primer paso hacia un futuro lleno de incertidumbre, pero también de esperanza y poder.Capítulo 4: Un Día DiferenteHoy es el día. Me despierto con el corazón latiendo con fuerza, una mezcla de ansiedad y emoción recorriendo mi cuerpo. Es mi primera salida con los chicos del pueblo, y no tengo idea de qué ponerme. Mientras me cepillo el cabello frente al espejo, me doy cuenta de que mi ropa habitual no será suficiente. Necesito ayuda, y solo hay una persona en la que puedo pensar: Giulia.Giulia es una de las pocas personas que me ha hecho sentir bienvenida en este nuevo entorno. Con su sonrisa cálida y su actitud despreocupada, se ha convertido en una amiga en quien puedo confiar. Me dirijo a su casa, esperando que tenga alguna idea de cómo transformarme en alguien que no parezca recién salida del bosque.—¡Giulia! —llamo desde la puerta, golpeando suavemente.Ella abre la puerta con una sonrisa amplia, sus ojos brillando con curiosidad.—¡Aurora! ¿Lista para tu gran día? —pregunta, moviéndose hacia un lado para dejarme entrar.Asiento, mordiéndome el labio inferior.—
Capítulo 5: La Maldición de LorenzoEl sol apenas empezaba a ocultarse en el horizonte, tiñendo el cielo con tonos anaranjados y rosados, cuando Lorenzo Salvatore se sentó en su habitación, recordando los eventos que cambiaron su vida para siempre. Cerró los ojos, dejándose llevar por los recuerdos que, aunque dolorosos, eran parte esencial de su existencia.Todo comenzó hace veinte años, mucho antes de que él naciera. La historia de su maldición tenía sus raíces en un amor traicionado y una venganza oscura. Su madre, Luciana, había sido una mujer hermosa y ambiciosa. Se enamoró de Bruno Salvatore, un hombre de gran poder y riqueza. Pero Bruno no estaba solo; su corazón pertenecía a otra mujer, Morgana, una hechicera de gran poder y belleza.Morgana y Bruno eran inseparables, unidos no solo por el amor, sino también por la magia. Pero Luciana, consumida por los celos, decidió intervenir. Utilizó todas sus artimañas para seducir a Bruno, y finalmente, logró separarlo de Morgana. Bruno,
Capítulo 6POV LorenzoCamino desesperado de un lado a otro, como un animal enjaulado, incapaz de encontrar consuelo. La sola idea de que mi padre esté decidido a encontrar a esa mujer, la única que puede poner fin a todo este maldito sufrimiento, me tiene al borde de la locura. ¿Cómo puedo mantener la calma cuando una chispa de esperanza se ha encendido en la oscuridad en la que vivo?Soy un maldito asesino, un monstruo que se alimenta de la desesperación y el dolor de mujeres inocentes. Cada vez que la maldición se apodera de mí, pierdo la consciencia de lo que hago, y cuando despierto, los recuerdos se desvanecen como una niebla, dejando tras de sí el rastro de una tragedia inevitable. Pero esta vez... esta vez fue diferente. Hubo una mujer, una sola, a la que no pude lastimar, una a la que no quise dañar. Durante un breve momento, mi humanidad luchó por salir a la superficie, incluso mientras estaba transformado en ese ser maldito.Aurora. Su nombre resuena en mi mente como una me
POV NARRADOR…Hace 21 años...En la quietud de la noche, la luna brillaba intensamente sobre Tivoli, Italia, iluminando con su luz plateada los muros antiguos y los oscuros callejones. Morgana, una joven hechicera de gran poder, caminaba con paso firme hacia su destino. Su corazón latía con fuerza, no por temor, sino por la emoción de ver a Bruno, el hombre que había conquistado su alma.Morgana había pasado años ocultando la verdad sobre su naturaleza, manteniendo sus habilidades en secreto para protegerse de la crueldad del mundo. Solo dos personas conocían su verdad: su mejor amiga, Luciana, y Bruno, el hombre al que había confiado sus más profundos secretos. Bruno la había escuchado con atención, aceptando su realidad con una ternura que solo fortaleció su amor por él. Llevaban meses juntos, y cada día que pasaba, Morgana se sentía más segura de que Bruno era el hombre con el que quería pasar el resto de su vida.Pero, en el corazón de su amiga Luciana, se gestaba una traición. Lu
POV AURORAMe siento agotada, frustrada. No he podido memorizar nada de lo que quieren enseñarme. Siento que la hechicería no es lo mío, que no nací para esto. Aunque mi madre sea una poderosa hechicera, yo desearía ser una chica ordinaria, llevar una vida normal, lejos de los peligros y responsabilidades que parecen caer sobre mí sin cesar.—Basta, Ester. No quiero continuar más con esto. Por más que te esfuerces, no puedo. No quiero seguir con esto —digo, dejando caer el libro de hechizos sobre la mesa, como si con ese gesto pudiera liberarme del peso que siento en el pecho.Ester me mira con una mezcla de preocupación y firmeza. Sus ojos, que suelen ser cálidos, ahora reflejan una cierta dureza que no había visto antes.—No digas eso, Aurora. Debes aprender para protegerte del peligro. Cada vez estás más sola, tus padres adoptivos ya se han ido lejos. Lo hicieron para despistar a quienes te buscan. No puedes tirar su sacrificio a la basura —me responde Ester, con un tono que deja e
CAPITULO 9POV AURORAMi conversación con Giulia aún me atormenta. Han pasado varios días y no he podido olvidar lo que hablamos. Siento que había más en su curiosidad, como si ella supiera algo que no quería decirme. Me pregunto qué podría ser.La culpa por haberle mentido a la única persona que me ha tendido la mano desde que nos conocimos, sin esperar nada a cambio, me carcome por dentro. Giulia ha sido como una hermana para mí en estos últimos meses, y sentir que he traicionado su confianza me duele más de lo que esperaba.En estos días tampoco he podido volver a ver a mi padre en mis sueños, como antes solía ocurrir. Ahora, más que nunca, necesito hablar con él. Hay tantas preguntas que quiero hacerle, tantas dudas que me atormentan y que no me atrevo a compartir con Ester. Aunque sé que ella es buena y que realmente quiere lo mejor para mí, no confío en ella completamente, especialmente cuando se trata de asuntos tan personales.De los chicos, no he vuelto a saber nada. Lo últim
POV AURORANo sé qué pasó, por qué se acercó de esa manera a mí, pero sentí mi pecho estallar. Mi corazón latía tan fuerte que parecía detenerse al mismo tiempo.Estos sentimientos, estas sensaciones, son nuevas para mí. Nunca había experimentado algo así. No entiendo por qué mi corazón reacciona de esta manera solo con Lorenzo. Cuando estoy cerca de los otros chicos, me siento normal. Esto es algo que mi cerebro no logra comprender.Llego a casa más confundida de lo que estaba antes. Mi vida está patas arriba, mi cabeza da vueltas, y siento mi cuerpo arder. Me recuesto en la cama a descansar. Cierro los ojos durante más de media hora y, a lo lejos, escucho a Ester llamarme, gritando mi nombre. Pero es como si estuviera en un trance, como si no pudiera abrir los ojos y despertar.Camino por un sendero hermoso, lleno de flores. Estoy deleitada con el lugar. Escucho la voz de mi padre, lo busco, pero no lo encuentro. Sigo el camino hasta el final, con la esperanza de verlo, de hallarlo.
CAPÍTULO 11POV LORENZOLas noches se han vuelto insoportables. Cada vez que cierro los ojos, aparece ella: una mujer de cabellos oscuros y ojos penetrantes que me observa con una sonrisa fría y calculadora. No sé quién es, pero siento que su mera presencia en mis sueños saca lo peor de mí. Hay algo en su voz, en la forma en que pronuncia mi nombre, que despierta en mí una rabia incontrolable, una necesidad de destruir todo a mi alrededor.Desde que estos sueños comenzaron, la maldición se ha alterado. Me estoy convirtiendo en ese demonio con más frecuencia. Antes solo ocurría pocas veces, pero ahora sucede tres veces por semana, a veces incluso más. Es como si una fuerza oscura dentro de mí respondiera a su llamado, como si ella estuviera aquí para asegurarse de que la oscuridad en mi interior se libere completamente.Anoche fue uno de esos episodios. Me desperté en el bosque, con mis manos cubiertas de tierra hojas y sangre, sangre de alguna chica inocente de la cual me sentiré culp