Capítulo 2: Encuentros Inesperados
Pov Narrador… Han pasado dos días desde aquella noche aterradora en las calles de Tivoli. Aurora ha permanecido bajo la protección de Ester, quien le ha enseñado algunas cosas básicas sobre magia y defensa personal. Ella nunca imagino que podía hacer esas cosas, que ella tenía poderes especiales y que van más allá de lo que su mente puede imaginar. Aunque la curiosidad por su origen y sus poderes crece con cada día, Aurora también siente la necesidad de conocer el pueblo y sus habitantes. Esta tarde, como las dos anteriores, Aurora decide salir a explorar Tivoli. El sol comienza a bajar en el horizonte, bañando las calles empedradas con una cálida luz dorada. Mientras camina, observa cada rincón, cada tienda y cada persona con la fascinación de alguien que ha vivido toda su vida aislada. En una plaza concurrida, ve a un grupo de jóvenes que parecen de su edad. Ríen y conversan animadamente, ajenos a su presencia al principio. Aurora se acerca, sintiendo una mezcla de timidez y curiosidad. Su belleza natural y su aire misterioso pronto llaman la atención del grupo. Aurora es una visión deslumbrante. Su piel es muy blanca, contrastando de manera impresionante con su cabello largo y negro. Sus ojos azules profundos tienen una dulzura cautivadora que parece detener el tiempo por un instante. La mezcla de estos rasgos la convierte en una figura fascinante y misteriosa. —¡Hola! —dice uno de los chicos, un joven de cabello oscuro y ojos verdes—. No te habíamos visto antes. ¿Eres nueva en el pueblo? Aurora sonríe tímidamente, sus ojos brillando con curiosidad. —Sí, acabo de llegar hace unos días —responde—. Me llamo Aurora. —Encantados, Aurora —dice una chica de cabellos rizados y expresión amigable—. Yo soy Giulia, y estos son Matteo, Luca y Fabio. Todos vivimos aquí desde siempre. Los chicos asienten y sonríen, invitándola a unirse a su conversación, para ellos ella es la mujer más hermosa que han visto y les gustaría conocerla mejor, aunque Luca tiene otras intenciones pues quedo flechado con su belleza. —¿Te gustaría acompañarnos? Hoy vamos a ver a Lorenzo —dice Luca, el joven de ojos verdes que la saludó primero, él la mira con determinación, admirando cada parte de su cuerpo y sus hermosos ojos. —¿Lorenzo? —pregunta Aurora, curiosa por saber más sobre la persona que parece ser tan importante para ellos. —Sí, Lorenzo es nuestro mejor amigo —explica Matteo, un chico alto y atlético—. Solo sale de su mansión dos veces por semana porque está siempre ocupado con sus estudios y entrenamientos. Es el heredero del dueño del pueblo. —Es un poco intimidante al principio, pero es un buen tipo —añade Fabio, un joven rubio y musculoso—. Todos le temen, excepto nosotros, claro. —Es verdad, nadie se atreve a meterse con Lorenzo, aunque es el chico más atractivo del pueblo —dice Giulia y le giña un ojo—. Pero él siempre es amable con sus amigos. Ven con nosotros, te lo presentaremos. Aurora siente una mezcla de emoción y nerviosismo, pero la curiosidad por conocer a este joven misterioso y poderoso la impulsa a aceptar la invitación. —Claro, me encantaría conocerlo —responde con una sonrisa. Juntos, se dirigen a una zona más apartada del pueblo, donde una imponente mansión se alza entre jardines cuidados y altos muros de piedra. Al llegar, encuentran a Lorenzo esperándolos en la entrada, acompañado por un hombre mayor que parece ser su instructor. Lorenzo tiene una presencia imponente. Alto y de complexión fuerte, sus ojos son de un profundo color verde y su expresión es seria. Sin embargo, al ver a sus amigos, una sonrisa cálida suaviza sus rasgos. —¡Lorenzo! —gritan los chicos, corriendo hacia él con entusiasmo. Lorenzo los saluda con un gesto de la mano y una sonrisa. —Me alegra verlos, chicos. –dice, aunque su mirada está puesta en Aurora quien llama su atención inmediatamente ¿Quién es tu nueva amiga? —pregunta, mirando a Aurora con interés. —Lorenzo, ella es Aurora. Llegó hace unos días al pueblo —dice Giulia—. Aurora, él es Lorenzo. Aurora siente una extraña conexión en su mirada. Extiende la mano con timidez. —Hola, Lorenzo. Mucho gusto. Lorenzo toma su mano con firmeza, pero con una suavidad que la sorprende. Al tomar su mano ambos siente algo extraño. —El gusto es mío, Aurora. Bienvenida a Tivoli. Mientras los demás continúan conversando y riendo, Aurora y Lorenzo intercambian miradas, ambos sintiendo una chispa de interés mutuo. Hay algo en la forma en que Lorenzo la observa, una mezcla de respeto y curiosidad que la hace sentir especial. El sol sigue descendiendo, y la tarde se convierte en noche. Aurora siente que esta nueva amistad podría ser el comienzo de algo importante, algo que podría cambiar su vida de maneras que aún no puede comprender. Junto a sus nuevos amigos, Aurora se siente por primera vez aceptada y parte de algo más grande. Aunque todavía tiene mucho que descubrir sobre sí misma y su pasado, por ahora se permite disfrutar del presente, sabiendo que no está sola en su viaje. Aurora no podía apartar la mirada de Lorenzo. Cada vez que sus ojos se encontraban, sentía una extraña conexión, algo inexplicable. Su corazón le decía que Lorenzo la necesitaba de alguna manera, que él era diferente a los demás chicos que había conocido. Esta sensación la intrigaba y asustaba a partes iguales, pero también la llenaba de una curiosidad incontrolable. La tarde pasó rápidamente, entre risas y conversaciones con sus nuevos amigos. Aunque ellos preguntaron poco de su vida Aurora por momentos tuvo que inventar información, pues sabe que no sería correcto hablar de ella misma. Al despedirse de Lorenzo y los demás, Aurora se sentía más viva que nunca. Ella le da la mano a uno por uno y a Giulia le da un abrazo, del ultimo en despedirse es de Lorenzo quien le pide que se aparten un momento. Ellos caminan unos cuantos pasos alejados de los demás, Aurora está muy nerviosa, pero siente curiosidad a lo que él pueda decirle. -Aurora, eres una chica diferente, hay algo en ti que no logro descifrar, pero que me gustaría hacerlo poco a poco, estoy encantado de conocerte –Dice Lorenzo con una sonrisa. Ella no entiende por qué le dice esas cosas, todo lo que está viviendo para ella es nuevo, pero le devuelve la sonrisa. -Yo siento lo mismo contigo, siento que tu mirada ya la había visto, en tus ojos veo mucho, pero ya tendremos tiempo de hablar, fue un gusto para mi conocerlo Lorenzo –expresa y le da la mano en señal de despedida, él la toma y deja un beso en ella. -Espero puedas venir el sábado, saldremos a una disco, te espero, no faltes. Aurora sonríe y se va caminó de regreso a la casa de Ester con una mezcla de emociones, tratando de ordenar sus pensamientos. Al llegar, Ester la recibió con una sonrisa cálida y un plato de sopa humeante. —¿Cómo te fue, querida? —preguntó Ester, mientras servía la cena. —Bien, conocí a algunos jóvenes del pueblo. Parecen amables —respondió Aurora, sentándose a la mesa. —Me alegra oír eso. Es importante que hagas amigos y te sientas a gusto aquí —dijo Ester, sentándose frente a ella. Aurora comió en silencio por un momento, sus pensamientos aún en Lorenzo y la extraña sensación que él le provocaba. Finalmente, decidió hablar. —Ester, hay algo que me inquieta —comenzó Aurora, mirando a la mujer mayor con seriedad—. Siento que hay algo que no me has contado, algo importante sobre mí y mi origen. Ester la observó por un momento, sus ojos reflejando una mezcla de preocupación y decisión. Dejó su cuchara a un lado y suspiró. —Sabía que este momento llegaría, Aurora. Pero no esperaba que fuera tan pronto —dijo con voz suave—. Es verdad, hay cosas que necesitas saber, y no puedo ocultártelas más. Aurora sintió un nudo en el estómago, pero asintió, dispuesta a escuchar. —Te he estado esperando desde hace mucho tiempo —confesó Ester—. Soy una de las personas destinadas a cuidarte. No es coincidencia que nos hayamos encontrado. Tu llegada aquí estaba predestinada. —¿Destinada? —preguntó Aurora, confundida. —Sí, querida. Y no soy la única. Hay más personas que han estado esperando este momento. Debemos ir a la cabaña en las montañas para hablar con Octavio y su esposa, Berenice. Ellos te cuidaron antes, y es hora de que te enteres de algunas cosas sobre tu origen. Aurora sintió que su mundo se tambaleaba. Todo lo que había creído sobre su vida, su aislamiento y su origen estaba a punto de cambiar drásticamente. Pero en lugar de miedo, sintió una creciente determinación. —¿Cuándo vamos? —preguntó, su voz firme. —Mañana al amanecer —respondió Ester—. Descansa esta noche. Mañana será un día largo y revelador. Aurora asintió y se retiró a su habitación, pero el sueño fue esquivo. Su mente estaba llena de preguntas y su corazón latía con anticipación. ¿Qué secretos le revelarían Octavio y Berenice? ¿Qué significaba todo esto para su futuro? Al amanecer, Aurora y Ester se prepararon para el viaje. El aire fresco de la mañana y la luz del sol naciente les acompañaron mientras caminaban hacia las montañas. Aurora sentía una mezcla de ansiedad y emoción, sabiendo que este viaje cambiaría su vida para siempre.Capítulo 3: RevelacionesAurora caminaba junto a Ester por el sendero montañoso ya que la camioneta no podía seguir por aquel camino, el aire fresco de la mañana llenando sus pulmones. El paisaje era hermoso, con la luz del sol filtrándose a través de los árboles y el canto de los pájaros acompañando sus pasos. Pero en su corazón, Aurora sentía una mezcla de anticipación y temor. Estaba a punto de descubrir la verdad sobre su origen, algo que siempre había anhelado y temido a partes iguales.—¿Qué crees que me dirán, Ester? —preguntó Aurora, rompiendo el silencio que había acompañado su caminata.Ester miró a Aurora con ojos llenos de compasión y sabiduría.—Te revelarán cosas que cambiarán tu vida para siempre, Aurora. Pero es importante que recuerdes que todo lo que te dirán es para ayudarte a entender quién eres y por qué eres tan especial.Aurora asintió, tratando de calmar los nervios que la invadían. No podía dejar de pensar en los sueños recurrentes que tenía, en los que un hom
Capítulo 4: Un Día DiferenteHoy es el día. Me despierto con el corazón latiendo con fuerza, una mezcla de ansiedad y emoción recorriendo mi cuerpo. Es mi primera salida con los chicos del pueblo, y no tengo idea de qué ponerme. Mientras me cepillo el cabello frente al espejo, me doy cuenta de que mi ropa habitual no será suficiente. Necesito ayuda, y solo hay una persona en la que puedo pensar: Giulia.Giulia es una de las pocas personas que me ha hecho sentir bienvenida en este nuevo entorno. Con su sonrisa cálida y su actitud despreocupada, se ha convertido en una amiga en quien puedo confiar. Me dirijo a su casa, esperando que tenga alguna idea de cómo transformarme en alguien que no parezca recién salida del bosque.—¡Giulia! —llamo desde la puerta, golpeando suavemente.Ella abre la puerta con una sonrisa amplia, sus ojos brillando con curiosidad.—¡Aurora! ¿Lista para tu gran día? —pregunta, moviéndose hacia un lado para dejarme entrar.Asiento, mordiéndome el labio inferior.—
Capítulo 5: La Maldición de LorenzoEl sol apenas empezaba a ocultarse en el horizonte, tiñendo el cielo con tonos anaranjados y rosados, cuando Lorenzo Salvatore se sentó en su habitación, recordando los eventos que cambiaron su vida para siempre. Cerró los ojos, dejándose llevar por los recuerdos que, aunque dolorosos, eran parte esencial de su existencia.Todo comenzó hace veinte años, mucho antes de que él naciera. La historia de su maldición tenía sus raíces en un amor traicionado y una venganza oscura. Su madre, Luciana, había sido una mujer hermosa y ambiciosa. Se enamoró de Bruno Salvatore, un hombre de gran poder y riqueza. Pero Bruno no estaba solo; su corazón pertenecía a otra mujer, Morgana, una hechicera de gran poder y belleza.Morgana y Bruno eran inseparables, unidos no solo por el amor, sino también por la magia. Pero Luciana, consumida por los celos, decidió intervenir. Utilizó todas sus artimañas para seducir a Bruno, y finalmente, logró separarlo de Morgana. Bruno,
Capítulo 6POV LorenzoCamino desesperado de un lado a otro, como un animal enjaulado, incapaz de encontrar consuelo. La sola idea de que mi padre esté decidido a encontrar a esa mujer, la única que puede poner fin a todo este maldito sufrimiento, me tiene al borde de la locura. ¿Cómo puedo mantener la calma cuando una chispa de esperanza se ha encendido en la oscuridad en la que vivo?Soy un maldito asesino, un monstruo que se alimenta de la desesperación y el dolor de mujeres inocentes. Cada vez que la maldición se apodera de mí, pierdo la consciencia de lo que hago, y cuando despierto, los recuerdos se desvanecen como una niebla, dejando tras de sí el rastro de una tragedia inevitable. Pero esta vez... esta vez fue diferente. Hubo una mujer, una sola, a la que no pude lastimar, una a la que no quise dañar. Durante un breve momento, mi humanidad luchó por salir a la superficie, incluso mientras estaba transformado en ese ser maldito.Aurora. Su nombre resuena en mi mente como una me
POV NARRADOR…Hace 21 años...En la quietud de la noche, la luna brillaba intensamente sobre Tivoli, Italia, iluminando con su luz plateada los muros antiguos y los oscuros callejones. Morgana, una joven hechicera de gran poder, caminaba con paso firme hacia su destino. Su corazón latía con fuerza, no por temor, sino por la emoción de ver a Bruno, el hombre que había conquistado su alma.Morgana había pasado años ocultando la verdad sobre su naturaleza, manteniendo sus habilidades en secreto para protegerse de la crueldad del mundo. Solo dos personas conocían su verdad: su mejor amiga, Luciana, y Bruno, el hombre al que había confiado sus más profundos secretos. Bruno la había escuchado con atención, aceptando su realidad con una ternura que solo fortaleció su amor por él. Llevaban meses juntos, y cada día que pasaba, Morgana se sentía más segura de que Bruno era el hombre con el que quería pasar el resto de su vida.Pero, en el corazón de su amiga Luciana, se gestaba una traición. Lu
POV AURORAMe siento agotada, frustrada. No he podido memorizar nada de lo que quieren enseñarme. Siento que la hechicería no es lo mío, que no nací para esto. Aunque mi madre sea una poderosa hechicera, yo desearía ser una chica ordinaria, llevar una vida normal, lejos de los peligros y responsabilidades que parecen caer sobre mí sin cesar.—Basta, Ester. No quiero continuar más con esto. Por más que te esfuerces, no puedo. No quiero seguir con esto —digo, dejando caer el libro de hechizos sobre la mesa, como si con ese gesto pudiera liberarme del peso que siento en el pecho.Ester me mira con una mezcla de preocupación y firmeza. Sus ojos, que suelen ser cálidos, ahora reflejan una cierta dureza que no había visto antes.—No digas eso, Aurora. Debes aprender para protegerte del peligro. Cada vez estás más sola, tus padres adoptivos ya se han ido lejos. Lo hicieron para despistar a quienes te buscan. No puedes tirar su sacrificio a la basura —me responde Ester, con un tono que deja e
CAPITULO 9POV AURORAMi conversación con Giulia aún me atormenta. Han pasado varios días y no he podido olvidar lo que hablamos. Siento que había más en su curiosidad, como si ella supiera algo que no quería decirme. Me pregunto qué podría ser.La culpa por haberle mentido a la única persona que me ha tendido la mano desde que nos conocimos, sin esperar nada a cambio, me carcome por dentro. Giulia ha sido como una hermana para mí en estos últimos meses, y sentir que he traicionado su confianza me duele más de lo que esperaba.En estos días tampoco he podido volver a ver a mi padre en mis sueños, como antes solía ocurrir. Ahora, más que nunca, necesito hablar con él. Hay tantas preguntas que quiero hacerle, tantas dudas que me atormentan y que no me atrevo a compartir con Ester. Aunque sé que ella es buena y que realmente quiere lo mejor para mí, no confío en ella completamente, especialmente cuando se trata de asuntos tan personales.De los chicos, no he vuelto a saber nada. Lo últim
POV AURORANo sé qué pasó, por qué se acercó de esa manera a mí, pero sentí mi pecho estallar. Mi corazón latía tan fuerte que parecía detenerse al mismo tiempo.Estos sentimientos, estas sensaciones, son nuevas para mí. Nunca había experimentado algo así. No entiendo por qué mi corazón reacciona de esta manera solo con Lorenzo. Cuando estoy cerca de los otros chicos, me siento normal. Esto es algo que mi cerebro no logra comprender.Llego a casa más confundida de lo que estaba antes. Mi vida está patas arriba, mi cabeza da vueltas, y siento mi cuerpo arder. Me recuesto en la cama a descansar. Cierro los ojos durante más de media hora y, a lo lejos, escucho a Ester llamarme, gritando mi nombre. Pero es como si estuviera en un trance, como si no pudiera abrir los ojos y despertar.Camino por un sendero hermoso, lleno de flores. Estoy deleitada con el lugar. Escucho la voz de mi padre, lo busco, pero no lo encuentro. Sigo el camino hasta el final, con la esperanza de verlo, de hallarlo.