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Capítulo 2 Un confuso encuentro (ii)

Eran las 11:45 am, tenía que pasar por mi hermanito, Connor a la escuela, era el último día de clases y estaba en esa fiesta, de fin de curso, mama no podía pasar por él porque estaba recogiendo algunos planos en el lugar donde trabajaba.

Cuando llegue el lugar estaba desierto, era la única allí frente al kínder por lo que simplemente saque mi iPod y empecé a escuchar música, recuerdo que estaba escuchando Bruno Mars cuando un auto negro deportivo estaciono muy cerca de donde estaba de pie.

De el bajo este chico alto, musculoso, sexy, con ese porte de modelo de revista que me dejo embelesada mirándolo, sin si quiera notarme se recostó del auto y saco su teléfono, estuvo algunos minutos concentrado en él y luego giro su rostro para verme, sentí como los colores subieron a mis mejillas y desvié la mirada de él.

Lo escuche reír suavemente y pensé que era la risa más encantadora que había escuchado alguna vez en un chico, al cabo de algunos minutos en los que nos dedicamos miradas para nada furtivas, él se levantó y se acercó a mí.

– Hola – me saludo colocándose cerca de mí, quite mis audífonos y sonreí con timidez, nunca me había abordado un chico como el en mi vida.

– Hola – el rio una vez más y con esa sexy y ronca voz volvió a hablarme

– ¿Qué escuchas? – pregunto con dulzura, dude un instante y le tendí el auricular, riendo se acercó más a mí y lo coloco en su oído, su cercanía acelero mi corazón – este tema es muy bueno, tienes buen gusto para la música – agrego, después de unos segundos de haber estado escuchando.

Quito sus gafas de sol y justo en ese instante pensé, en que este chico tendría que ser el padre de todos mis ojos, sus ojos eran tan hermosos pero tan diferentes entre sí que no pude evitar el gesto de mi boca abrirse por la sorpresa.

El al verme rio una vez más y tendió su mano para que la sujetara, aletargada por lo que veía demore algunos segundos en responder al saludo lo que provoco que volviera a reír.

– soy Niko, mucho gusto – volvió hablar lo que realmente me hizo reaccionar y riendo con nerviosismo tome su mano y con eso selle nuestro pacto.

Un pacto del que solo yo tenía conocimiento pero me valía, este chico seria mi amor platónico y el padre de mis hijos algún día.

– Brooklyn – susurre, el sonrió y ladeo su rostro divertido

– ¿Cómo la ciudad? – esta vez fui yo la que rio

– si, como la ciudad – el vuelve a reír y yo hice una pausa para suspirar – es una larga historia, bueno, no realmente es muy corta allí me hicieron mis padres – solté con nerviosismo haciendo que más risas salieran de sus labios y sus facciones se dulcificaran aún más – lo siento, eso fue raro – agregue rápidamente tratando de enmendar mi error pero él seguía riendo con dulzura

– Tranquila, está bien he visto y escuchado cosas más raras – comenta divertido – ¿esperas a alguien? – pregunta después de unos segundos y noto que nuestras manos aun están unidas y se debe a que yo no he soltado la suya, con rapidez la suelto y el vuelve a reír.

– Eh, bueno, si – agrego más nerviosa de lo que jamás había estado en mi vida – a mi hermanito – agrego una vez y el ríe metiendo sus manos en los bolsillos de su ajustado jean, que por cierto le quedaba de muerte lenta.

– yo vine por mi hermana, está en tercero – comenta sonriendo viendo el edificio delante de nosotros y un brillo hermoso adorna aún más esos ojos que me tienen hipnotizada.

– Ya – comento sin saber que decir y el vuelve a reír, en ese momento un timbre inunda el silencio y la puerta de el frente se abre y un montón de niños salen corriendo por ellas.

El posa su vista hacia allí y yo solo puedo mirarlo como una idiota, sus rasgos masculinos tan definidos, su mandíbula cuadrada, sin ningún rastro de vellos, su cabello perfectamente arreglado, sus pobladas cejas, tener hijos con esos ojos debe ser un gran acontecimiento, pienso cuando una voz aguda grita mi nombre.

– Brooklyn – y algo pequeño pero fuerte choca contra mis piernas, desvió la mirada de Niko para mirar hacia abajo donde el pequeño monstruo al que llamo hermano esta abrazándome.

– Hola monstruito – lo saludo despeinando su cabello negro, el ríe y se gira para ver a una niña que corre hacia nosotros pero esta da un gran salto y es atrapada por Niko en el aire.

– HERMANITOOO REGRESASTE – grita entusiasmada la niña rodeando el cuello de Niko y riendo mientras este gira sobre sí mismo

– Hola princesita – le saluda con dulzura abrazándola con fuerza – ¿Qué tal la escuela?

– ultimo día de clases hoy empiezan las naciones me llevaras a ese parque del que venimos hablando hace unos días ¿verdad? – pregunta mientras Connor ríe a mi lado y le dice divertido

– Ash, no seas escandalosa la señorita García te ha dicho como un millón de veces que no debes estar gritando – la niña posa sus ojos azules en mi hermano y lo ve mal

– no estoy gritando Connor solo saludaba con emoción a mi hermano – y Niko comienza a reír

– princesita el campeón de allí tiene razón, gritaste – la niña mira mal a su hermano y le espeta molesta

– bien aquí vamos otra vez con eso de que entre chicos se apoyan ¿no? – Niko ríe y se encoge de hombros

– La verdad es que estabas haciéndolo – Niko se gira para verme y me guiña un ojo

– ¿Ash nos veremos durante el verano verdad? – pregunta Connor con ilusión mientras Niko la deja en el suelo, ella se acerca a él y le tiene su mano, Connor ríe sujetándola y después de un segundo comienzan hacer un saludo con sus manos.

Que consiste en hacer varios movimientos de sus dedos, luego sus manos se separan, chocan entre ellas, luego sus codos y finalmente se cruzan de brazos y ambos se sacan la lengua y Ash responde sonriendo

– Es una promesa – Connor ríe y la abraza, presenciamos el momento Niko y yo con una sonrisa

– Bien monstruito hora de ir a casa – comento arruinando el momento y ganándome una mala mirada de mi hermano.

– ¿podemos llevar a Ash a casa Brook? – pregunta con ilusión y rio, busco la mirada de Niko que parece estarlo pasando en grande

– No creo que pueda, su hermano vino por ella y seguramente tendrá cosas que hacer Connor – le explico, pero el decidido se gira  hacia Niko y lo ve un instante

– ¿puede venir Ashley a mi casa? – Niko ríe y lo observa un instante

– Lo siento pequeño hombre pero esta princesita y yo tenemos planes, le prometí un helado al volver y luego ella tiene cierto compromiso en casa con nuestros padres  – le explica a mi hermano con detenimiento quien parece decepcionado – ¿pero que dices si luego se llaman y quedan para jugar? Seguro que Brook no tendrá ningún problema en llevarte a casa  – dice dedicándome una sonrisa cómplice y enmudezco totalmente atontada.

– ¿Brook, en serio me llevarías? – pregunta entusiasmado Connor y rio nerviosa

– Claro pequeño engendro a donde quieras que este el té llevare – suelto sin siquiera notar lo que he dicho, Niko comienza a reír y a carcajadas y Connor me ve confundido

– ¿el? Que tiene de genial, solo quiero estar donde este Ashley no su hermano

– hey, mi hermano es el más genial del mundo – le espeta la niña a mi hermano indignada por su comentario y Niko intensifica su risa.

– Que no te escuche cierto súper héroe porque se enojara contigo – le dice entre risas y la niña coloca su dedo sobre sus labios y Niko vuelve a reír

– no se enterara si no le dices – comenta decidida con el ceño fruncido, a lo que su hermano se cruza los labios como si tuviera un cierre y hace el gesto de cerrar algo y botar una llave, la niña ríe y él lo hace también

– Bien, hora de irnos, se nos hace tarde y tengo que ir al estudio en dos horas – agrega Niko mirando a su hermana – Brook un placer conocerte, espero poder verte en casa cuando lleves a Connor – dice con una enorme sonrisa que solo me atonta a un mas

– ¿oye Brook, estas bien? – pregunta Connor observándome con cuidado y espabilándome

– ¿eh, que, como dices? – Hago una pausa para mirar a Niko que continua sonriendo y asiento – oh claro, claro, seguro que sí, Connor vamos – digo tomando la mano de mi hermano que me ve como si estuviera loca, doy un par de pasos atrás mientras Niko vuelve a colocarse sus gafas de sol y se despide

– Nos vemos hermosa – y yo quiero morirme porque me ha llamado hermosa.

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