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Capítulo 2 Un confuso encuentro (III)

 

– ¿Brooklyn, amiga estas bien? –  la voz de Sarah me trae de regreso al presente donde un agudo dolor en mi pecho me hace saber que el recuerdo solo me ha hecho daño.

– eh, si – digo con voz entrecortada, limpiando el montón de lágrimas que corren por mis mejillas – lo siento – agrego en apenas un susurro.

Mis mejores amigos se ven entre ellos y suspiran

– ¿estabas pensando en Connor verdad? – Aventura Jack con pesar y simplemente asiento – ya, ¿quieres que vayamos a casa? – pregunta después de un instante

– Sí, creo que es mejor regresar, no me siento muy bien – susurro, Sarah y él se observan con tristeza y asienten.

Mientras salimos de la cafetería en donde nos encontrábamos en la cual perdí la noción del tiempo cuando comencé a recordar el encuentro con Niko, un trueno inunda el lugar sobresaltándome y anunciando que pronto lloverá, observo el cielo gris que al parecer ha conspirado con mi estado de ánimo para empeorarlo todo.

El nudo en mi garganta crece y el odio por los días nublados en particular los lluviosos me hace sentir aun peor y sin más empiezo a caminar en dirección al estacionamiento donde mi auto espera, sin aguardar a que mis amigos me sigan llego donde esta estacionado y suspiro.

 Reviso en mi bolso buscando las llaves, sin poder conseguirlas dejo el vaso térmico con el café sobre el techo del auto mientras comienzo a sacar cosas de mi bolso en busca de las dichosas llaves cuando sin querer tumbo varias de ellas al suelo.

– M*****a sea – susurro con voz ronca, aun por la cantidad de emociones que estoy tratando de controlar

– Ten – dice una voz ronca – cuando elevo mis ojos para agradecer es de nuevo ese chico Zero, al verme su cuerpo se tensa y yo honestamente no sé qué hacer, en su mano continua una pluma que para completar resulta ser la misma que Connor me regalo en mi cumpleaños el mismo año que murió.

Observo la pluma en su mano y puedo ver que sobre el nudillo del pulgar tiene una A tatuada, también puedo notar que hay más tatuajes en el dorso de su mano y quizás en sus brazos

– ¿vas a tomarlo o no? – me espeta con brusquedad haciéndome reaccionar

– oh, sí lo siento – digo tendiendo mi mano y tomando la pluma, sus ojos se desvían hacia ella y una sonrisa burlona se dibuja en sus labios.

Devuelvo la vista a la pluma y siento la ira correr mis venas, este imbécil quien se cree que es, para venir a burlarse de mi preciada pluma solo porque tiene dibujos de Jake y los piratas, busco su mirada una vez más pero su expresión fría una vez más está allí instalada.

– no tienes por qué burlarte de las cosas de otros – le espeto, el me ve de arriba abajo con detenimiento y después de unos segundos, la comisura de sus labios se curva hacia la izquierda dibujando una media sonrisa en sus labios, se antoja arrogante y termino de confirmar que este idiota aunque luzca igual que Niko no podría ser el.

– para burlarme de algo o alguien tendría que importarme al menos un poco y la verdad no es el caso – dice en tono frio y sin más se gira y echa andar a un deportivo negro que está aparcado cerca de mi auto

– Imbécil – susurro lo suficientemente alto como para que me escuche mientras me giro para volver a buscar mis llaves

– Lo mismo digo – comenta desde la distancia y elevo mi rostro incrédula

– ¿Qué rayos está mal contigo? – le espeto furiosa, explotando finalmente

– hey Brook ¿qué pasa? – comenta Jack a mi lado ayudando a recoger el resto de mis cosas y mirando en dirección al idiota de Zero.

– Ese imbécil – digo con frustración, mientras Sarah ríe a mi lado

– ¿ya te baño con su dulzura? – comenta con ironía y pongo mis ojos en blanco – en fin ¿qué es este desastre? – dice señalando las cosas en el suelo y a Jack terminando de recogerlas.

– Nada, se me cayeron – respondo sin dejar de ver a Zero entrar a su auto, encenderlo y sin ni siquiera mirarnos salir del estacionamiento – ¿Qué está mal con ese chico? – pregunto mirándola con frustración

– ¿con Z? – pregunta distraída

– Pensé que habías dicho que se llamaba Zero – ella ríe y me ve con cara de debes estar bromeando

– Z de Zero, Brooklyn hoy estas en las nubes – dice luego ríe despreocupadamente tendiéndome las llaves del auto – ten las dejaste en la mesa del café y las tome por ti junto a esto – dice entregándome el teléfono, suspiro y ella sonríe – respondiendo tu pregunta no sé qué está mal con él, pero su mala actitud es conocida por todos así como la larga lista de chicas en su cama – agrega con picardía, Jack bufa a su lado y suspira

– es un patán de m****a y si quieres un consejo sabio, mantente lo más lejos de el – Sarah sonríe y asiente

– es lo que pretendo hacer es un idiota – digo aferrando con fuerza la pluma que Connor me regalo y el idiota tuvo la osadía de burlarse.

– bueno ve a casa y nos vemos luego ¿sí? Yo tengo que reunirme con unos amigos para ir a practicar – comenta Jack acercándose a mí y dejando un beso sobre mi mejilla con dulzura – prometo pasar en la noche por el departamento para verlas ¿de acuerdo? – yo asiento, pero Sarah ríe con picardía

– Lo siento Jacky pero esta noche tengo una cita – dice divertida, ganando que nuestro amigo ponga sus lindos ojos en blanco

– genial, ¿Quién es el desafortunado esta vez? – pregunta con desdén y rio

– Idiota, ya quisieras ser tú – dice Sarah sacándole la lengua, ambos ríen y se despiden con un abrazo

– ¿entonces tienes una cita? – pregunto una vez estamos solas y ella asiente

– sí, pero te alcanzare luego, quiero buscar un libro en la biblioteca antes de empezar las clases mañana – comenta y asiento, girándome para abrir el auto – Brooklyn – me llama y me giro para enfrentarla – prométeme que no vas a encerrarte en tu cuarto cuando llegues, ve una película, lee un libro de esos que tanto te gustan en W*****d o no sé, pero no vayas a encerrarte, mañana es el inicio de un nuevo semestre y una nueva etapa para ti, así que no te deprimas ¿vale? – comenta apartando un mechón de cabello y sonrió

– está bien, tranquila, nos vemos tarde ¿sí? – ella sonríe ampliamente y asiente

– genial, nos vemos tendrás que ayudarme a escoger algo lindo y sexy para la cita – comenta divertida y rio con ella mientras se gira y camina como una modelo por la pasarela e inevitablemente comienzo a reír.

Lo bueno de estar en New York es que estoy con mis dos mejores amigos, mañana comenzare a estudiar en una de las mejores universidades del mundo y en la de mis sueños La Universidad de Columbia, estar aquí es todo un sueño hecho realidad y ser parte de esto es un gran logro, sobre todo para mi familia.

Ya que había aplazado mi ingreso porque no quería irme de casa y dejar a mama, en realidad estaba aterrada de seguir adelante, pero mis padres me convencieron y ya estoy aquí, así que daré lo mejor de mí.

De camino a casa Bruno Mars suena en los altavoces del auto, acompañando mi gris humor al igual que el clima afuera, cuando llego hago justamente lo que dije que no haría, encerrarme en mi habitación solo que lo hago para terminar de arreglar mis cosas.

Observo a mí alrededor satisfecha con el resultado, mi habitación es amplia y con una muy bonita vista hacia Manhattan, suspiro mientras observo mi reflejo en el vidrio y pienso una vez más en Connor. Dios como extraño al pequeño monstruo.

Jamás imagine que nuestras vidas fueran a cambiar de esa manera, tampoco entendí en ese momento como es que Dios puede ser tan cruel y llevarse a un pequeño niño que apenas empezaba la vida, con tantos sueños y ganas de vivir. Desde hace  cuatro años que mi hermanito no está y desde hace cuatro años siento que mi vida se convirtió en un ir y venir sin mucho sentido, Connor y yo éramos muy unidos y en serio lo extraño.

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