Al día siguiente. Mandy Zimmer entró a la empresa con círculos oscuros alrededor de los ojos. Antes de que pudiera llegar a su oficina, Todd Jean ya había entrado con su grupo de guardaespaldas.

Ninguno de los guardias de seguridad de la empresa se atrevió a acercarse a él cuando vieron a esos guardaespaldas, armados hasta los dientes con pistolas en la cintura. Con armas involucradas, podrían morir en cualquier segundo, ¿verdad…?

¿Quién tendría el coraje de enfrentarse a esas personas? Los directivos de la Empresa Regency estaban listos para arrodillarse ante Todd y su gente.

Presumiblemente, se habían comunicado anoche y llegaron a un acuerdo.

"Me pregunto si ha pensado en mi oferta, Directora Ejecutiva Zimmer". Todd se sentó en el sofá, con la pierna sobre la otra mientras evaluaba a Mandy.

El rostro de Mandy estaba helado. "Está bien. Incluso si estoy dispuesta a venderte la Empresa Regency, ¿no crees que deberías mostrar algunos modales?”.

Todd estaba un poco desconcer