La multitud se quedó en absoluto silencio.

‘¡Este turista es demasiado engreído!’.

‘¡El Inspector Miller ya se ha rendido, pero sigue intentando aprovecharse de él! ¡Esto es horrible!’.

El Inspector Miller se levantó del suelo a trompicones. No pudo darse cuenta de lo poderoso que era Harvey York cuando volvió a mirarle a los ojos.

Estaba hirviendo de ira.

“No te atrevas a cruzar la línea, chico...”, exclamó el Inspector Miller con resentimiento.

¡Paf!

Harvey pasó el dorso de la palma de su mano por la cara del Inspector Miller.

“Deberías saber cuándo admitir tus faltas”.

“¿Cómo no entiendes un concepto tan sencillo?”.

El Inspector Miller cerró su mano en un puño mientras apretaba los dientes. Quería dispararle a Harvey allí mismo, pero no tenía fuerzas para hacerlo.

“¡Lo siento!”.

Naturalmente, no tenía miedo de Harvey. En realidad tenía miedo del Inspector Failes.

No se atrevería a ir en contra de Harvey ya que ese era el caso.

Después de escuchar la disculpa, Harvey di