Harvey miró a Todd y frunció el ceño. "¿Quién crees que eres? ¿No ves que estoy hablando con mi esposa? ¡Vete de aquí!".

"Tú...". Todd estaba enfurecido.

Apretó los dientes con fuerza, luego se puso de pie y se burló: “¡Di lo que quieras! ¡Cuando termines con tus últimas palabras, los enviaré a los dos al infierno!".

“No, primero te dejaré vivo para que puedas presenciar cómo atormento a tu esposa. ¡Solo después de eso te acabaré!". Todd se rio.

Él no dejaría que Harvey se escapara tan fácilmente.

¡Paf!

Harvey le lanzó una bofetada feroz a la cara de Todd.

Bajo las miradas de incredulidad de todos, él gruñó con frialdad: "No me importa quién diablos seas".

"¡Pero recuerda esto!".

“Esto es Buckwood. ¡Si eres poderoso o no, aquí te portas bien!".

"¡Te daré tres segundos para arrodillarte y disculparte por asustar a mi esposa!".

"¡Si no, perderás tu vida aquí!".

"¡Ten respeto!".

En ese momento, todos los guardaespaldas de Todd se enfurecieron y apuntaron con sus ar