Después de un momento, Nellie Padlow volvió por fin en sí.

Se sujetó el estómago mientras miraba a Harvey York con furia.

“¡¿Cómo te atreves a darme una patada, b*stardo?!”.

“¡¿Sabes quién soy?!”.

“Solo eres una dueña inmoral del hospital, ¿no?”, replicó Harvey.

“Tengo a la persona correcta, ¿verdad?”.

“Tú...”.

Nellie se puso furiosa al ver la expresión tranquila de Harvey.

“¡Vayan! ¡Tras él! ¡Todos ustedes!”, exclamó ella mientras señalaba a Harvey.

“¡Me haré responsable de esto!”.

Docenas de guardias de seguridad rodearon completamente a Harvey mientras mostraban sonrisas despiadadas.

Irene Johnson estaba totalmente sorprendida por el espectáculo. Nunca se había visto en una situación así, ni pensaba que el hospital fuera tan poco razonable.

“¡Cuidado, Señor York!”, exclamó Irene instintivamente.

Rayne Bell dejó escapar una risita fría.

“¡Este chico está muerto por ir contra la directora!”.

“No importa si tiene cuidado. ¡Definitivamente está muerto!”.

Los pacientes y