Se decía que estos cuatro Reyes de Armas fueron preparados personalmente por el propio Cuarto Amo Yates.

Habían estado cultivando sus habilidades con él a lo largo de los años, y su destreza solo se había vuelto aún más aterradora que antes.

Los dos llamados campeones de boxeo de Texas bajo el difunto Tercer Amo Yates eran meros debiluchos en comparación con estos Reyes de las Armas del Escuadrón Cobra.

Si estos cuatro hicieran un movimiento, podrían matar solos a un ejército bien equipado que consta de mil personas.

Si no se hubieran retirado, todos podrían tener las cualificaciones para convertirse en Dioses de la Guerra.

¡Esta gente era aterradora!

Aquellos que estaban al tanto de los Yates de América temblaron de miedo.

"¡Bienvenido, Cuarto Amo Yates!".

Al ver salir al Cuarto Amo Yates, las numerosas familias y las fuerzas extranjeras presentes inclinaron la cabeza y saludaron.

Incluso los representantes de las diez principales familias del Gran País H se inclinar