Al verse descubierto por su confidente, Alastor sonrió y se dio la media vuelta para clavar su mirada en las cristalinas aguas del lago.― ¿Está nervioso mi señor? ―― ¿Acaso soy tan evidente? ―preguntó Alastor clavando su mirada en una pequeña familia de patos que justo entraba para darse un chapoteo―No mi señor, ha sabido ocultarlo muy bien ――Emmet, ¿estoy haciendo lo correcto? ―Ante la pregunta de su alfa, Emmet suspiró y se colocó junto a Alastor, quien le dedicó una rápida mirada.―Si usted cree que es lo correcto, entonces lo es ―dijo Emmet con simpleza ―Además, creo que, sí alguien en el mundo merece una explicación, ese sería usted ――Lo sé, pero, Emmet, tengo miedo… ―admitió el alfa ―No sólo de las respuestas que vaya a encontrar, sino que, también, temo por la seguridad de todos… ――Puedo entenderlo mi señor ―dijo Emmet sentándose en una enorme roca cercana a ellos, lo que le permitió ver como Don y Byron, reunían unos cuantos leños para encender una fogata ―Además, no se
Ante el tono meloso de su hermano, Mendel, Tabatha rodó los ojos.―Déjame ―le gruñó Tabatha a la joven que estaba con ellaTras una reverencia, la joven mujer adoptó su forma lobuna y se adentró al bosque para dejar que Tabatha atendiera su llamada.― “¿Te gustó mi regalo?” ―le preguntó Mendel―Ha sido útil, ¿dónde la encontraste? ―― “¿Me creerías si te dijera que fue ella la que me encontró a mí?” ――No ―dijo Tabatha con tono aburrido ― ¿Dónde la encontraste? ―repitió la mujer haciendo un gesto de desagrado al ver como Anna se unía al joven guitarrista para cantar una canción― “Sí que me conoces” ―dijo el hombre ― “Me la encontré en nuestro antiguo hogar” ―― ¿A qué fuiste a ese lugar? ―― “Últimamente había estado pensando en dejar de vigilar esas ruinas, pues nadie había puesto un pie en esa isla desde que decidimos esparcir los rumores de que estaba mal dita, claro, eso pensé hasta que mis perritos me alertaron de Diana” ―― ¿Qué hacía ahí esa niña? ―― “Al parecer, su padre es
Eran alrededor de las once cuando, después de mucha insistencia por parte de su esposo, Camelia accedió a volver a casa, por lo que, pese a las protestas del joven Marco, los Rizzo fueron los primeros en marcharse.Unos minutos después, los siguientes en marcharse, fueron Connor y Adeline, a quienes Alda decidió acompañar de regreso a Wolfsong al ser sus estudiantes.Este pequeño grupo, fue llevado a la ciudad nuevamente por Jared y por Marcia, pues al ser maestra de los dos jóvenes humanos, también se sentía responsable.Una hora después, los siguientes en marcharse, fueron los Benedetti, quienes fueron escoltados por Don y Alina, quien, de hecho, no parecía querer marcharse, pues charlaba animadamente con Anna sobre sus adorados sobrinos.―Descansa, te veré mañana en la presentación de mi hermano ―le dijo Egan a Chloe, quien asintió suavemente ―Por favor, avísame cuando llegues a casa, ¿vale? ――Lo haré ―dijo Chloe sonriéndole―Vale… ―susurró él antes de darle un pequeño beso cerca
Ante la pregunta de su compañera, Dante se tensó.Desde que había bebido aquel brebaje, Damon había estado inquieto, por lo que había pensado en salir a correr una vez que Anna se durmiera, pues no quería preocuparla de ninguna manera.―Es algo tarde para eso, ¿no lo crees mi amor? ―Ante la timidez de su compañero, Anna no pudo más que sonreír―Amara dice que Damon está inquieto, ¿es eso cierto? ―preguntó poniéndose de pie para acercarse a Dante, quien no dudó en tomarla de la cintura con ambas manos―Es cierto ―admitió finalmente ― ¿Te molestaría acompañarme? ―preguntó Dante antes de besar su frente―Para nada, la verdad es, que yo me sentí así los primeros días después de transformarme, ¿recuerdas que te lo conté? ―le preguntó antes de alejarse de él para poder quitarse la sudadera y los botines―Lo recuerdo ―dijo Dante sonriendo con nostalgia ―Recuerdo que te pasó más de una vez ――Diosa, recuerdo que, cuando papá no podía
Tras el pequeño beso, la loba se puso de pie y se frotó ligeramente contra el cuerpo de Dante antes de tirar suavemente de su mano, dándole a entender nuevamente, que la loba quería a su compañero.―Vale, perdona por hacerte esperar ―susurró Dante antes de dar paso a su transformaciónNada más aparecer, Damon se acercó rápidamente a su compañera para poder olfatear el cuello de la loba antes de frotar su cabeza contra ella, lo que arrancó dulces ronroneos de la loba, la cual, no tardó en imitarlo antes de lamer el rostro de Damon, quien gruñó alegremente ante la muestra de cariño de su compañera.Cuando ambos tuvieron suficiente, ambos se acercaron al camino que llevaba a la colina, donde se miraron juguetonamente antes de colocarse a cuatro patas.“Creo que están listos” ―dijo Anna riendo“¿A la cuenta de tres?” ―le preguntó Dante“Vale” ―dijo Anna emocionada“Uno” ―empezó Dante“Dos”“¡Tres!” ―exclamaron los dos al uní
Al notar que su compañera se había quedado dormida, Damon colocó su cabeza sobre la de ella y disfrutó del mágico momento, pues, sabía de sobra que, una vez que él estuviera a cargo de Loto de Luna, rara vez tendría momentos como ese.Permitiéndose relajarse, el propio Damon se quedó dormido varios minutos, pues la calma de aquel lugar, los acompasados sonidos de los grillos y la compañía de Amara le brindaron una paz que nunca había experimentado.Tras varios minutos que para él resultaron gloriosos, Damon abrió los ojos solo para descubrir que la luna ya no se encontraba sobre ellos, lo que significaba que ya era bastante tarde, por lo que se apartó de su compañera, se estiró brevemente y bostezó ligeramente antes de clavar su mirada en Amara.Pese a que la luna ya no brillaba sobre ellos, el pelaje de la loba brillaba ligeramente, por lo que, pese a la oscuridad, el lobo pudo distinguir perfectamente el color violeta que caracterizaba a la loba, sobre todo, el delicado color lila q
Clavando sus ojos en él, Anna le dedicó una dulce sonrisa al mismo tiempo que asentía suavemente.―Estoy muy segura… ―jadeó ella antes de cerrar la poca distancia que había entre sus labios atrayendo hacia ella la nuca de su compañeroCediendo ante sus deseos, Dante la besó con ferocidad mientras que, una de sus manos, recorría el suave y curvilíneo cuerpo de su compañera, la cual, se estremecía con cada roce.― ¿Puedo probarte? ―preguntó Dante sonriendo cuando Anna, gimió suavemente cuando él rozó uno de sus pezones―S-Sí…―masculló ellaAnte el permiso concedido, Dante besó sus labios una última vez antes de comenzar un lento y tortuoso recorrido de besos por el cuerpo de su compañera.El recorrido comenzó con su quijada y continuó hasta su cuello, justo hasta aquella pequeña área donde algún día, ella llevaría su marca.Cuando sintió que sus colmillos querían emerger, el continuó su camino hasta sus pechos, donde, mientras que una de sus manos amasaba uno de ellos, él atendía con su
Sin darle tiempo a replicar, tras besar los labios de su compañero, Anna continuó con el camino de sus besos, bajando primero hasta su mandíbula, la cual, mordió suavemente.Para seguir con su camino, esta vez, la joven deslizó su lengua hasta aquel punto sensible que existía en el cuello de su compañero, el cual, soltó un gruñido cuando Anna succionó suavemente el lugar donde él, algún día, llevaría su marca.Ante la sola idea de que aquel hombre le pertenecía, la poca cordura que le quedaba desapareció en un suspiro. Y es que, hasta ese momento, los nervios y la vergüenza la habían estado dominando, pues lo que él le había hecho y lo que ella estaba por hacer, era algo que jamás había hecho en su vida.Dejándose llevar por su excitación, la cual, ya había inundado la habitación, Anna mordisqueó suavemente el cuello de su compañero, quien no tardó en regalarle suaves quejidos llenos de placer.Mientras ella se centraba en su cuello, las manos de Dante volvieron a recorrer el cuerpo d