Ante el encantador puchero de su compañera, la cual no sólo había arqueado una ceja, sino que también, se había cruzado de brazos y lo miraba con reproche, Dante no pudo evitar soltar una risita.― ¿Qué es lo gracioso? Dante, no tengo otra cosa con que cubrirme, ¡rompiste mis bragas! ―exclamó la joven indignada al mismo tiempo que apretaba más sus brazos contra su cuerpo desnudo―Cariño, por lo que resta de esta noche… ―susurró Dante antes de cargarla al estilo princesa, lo que la obligó a aferrarse a su cuello ―Sólo me necesitas a mí para cubrirte ―masculló antes de besarla―Oh… Pues viéndolo así, entonces creo que no tengo problemas ―dijo ella con una suave risita―Te amo tanto cariño… ―susurró Dante a la vez que pegaba su frente contra la de ella―Yo también te amo ―dijo Anna antes
Ante el rostro avergonzado de su compañera, Dante soltó una risita antes de levantar la barbilla de la joven con sus dedos para obligarla a mirarlo.―No tiene que saber lo que hicimos, sólo debe de saber que intenté marcarte y que nuestros lobos lo impidieron ―― ¿Estás seguro? ―preguntó la joven clavando sus ojos en los de él mientras se aferraba a sus caderas―Estoy convencido ―dijo Dante inclinándose hacia ella―Vale… ―masculló Anna antes de ponerse puntillas para poder besarlo―Venga, gírate, cariño ―le pidió él en un susurro cuando ambos se separaronObedeciendo, Anna asintió y se dio la media vuelta. Cerró los ojos cuando Dante comenzó a masajear su cabello usando algo de champú, lo cual, le produjo una muy agradable sensación en su vientre.Cuando él terminó y enjuagó s
Durante largo rato, ambos permanecieron en silencio, disfrutando de la compañía del otro bajo el cálido chorro de agua, intercambiando tiernos y pequeños besos.Cuando Anna recuperó la estabilidad en sus piernas, Dante la bajó con cuidado, por lo que ambos, finalmente pudieron continuar con aquella ducha que habían dejado de lado.Como si se hubieran puesto de acuerdo, ninguno de los dos se tomó la tarea enserio, y lejos de tomar una simple y rápida ducha, los dos comenzaron a jugar con el agua, lo que dio paso a que aquel ambiente lujurioso desapareciera por completo del lugar y fuera sustituido por uno más inocente y divertido.Una vez conseguido el objetivo de limpiar sus cuerpos, Dante cerró las llaves y salió de la cabina para entregarle una toalla a Anna, quien se secó dentro de la ducha antes de salir.―Te queda bien ―le dijo a Dante, quien, tras haberse secado y atarse una toalla en las caderas, observaba su marca en el espejo―Lo sé, me encanta…―masculló él sin apartar su mir
Ante las palabras de Dante, Anna contuvo la respiración.Había dado por hecho que, al reconocerse como compañeros, ambos estaban destinados a casarse.Algo así como lo que había sucedido con Byron y Ella, quienes pasaron de todas las tradiciones que ella conocía y simplemente eligieron una fecha para casarse.― ¿Sucede algo? ―le preguntó Dante desde el pequeño sillón―Dante, ¿por qué tú…? ―Interrumpiéndola, Dante se puso de pie y se acercó a ella para ayudarla levantarse.―Quieres saber el por qué hago las cosas como si fuera un humano, ¿cierto? ―preguntó besando su cabeza antes de dirigirse hacia la chimenea―Bueno… Sí… ―masculló ella alisando su falda antes de dirigirse a su mesita de noche, donde Catherine, había dejado su cepillo―Porque sé lo mucho que significan para ti esas costumbres ―dijo Dante simplemente a la vez que se aseguraba de haber apagado la chimenea correctamenteAnte sus palabras, Anna dejó de cepillar su cabello y sonrió ampliamente.“Lo recuerda…” ―pensóY es q
― ¿¡Qué sucede?! ―preguntó Anna sobresaltándose ante el fuerte sonido de un claxon y la brillante luz que la envolvía Tratando de entender qué rayos estaba pasando y de descubrir dónde estaba, Anna se frotó los ojos y observó a su alrededor, suspiró aliviada cuando sus ojos se posaron finalmente en su compañero, quien estaba sentado detrás del volante del auto y le dedicaba rápidas miradas divertidas. ―Realmente tienes el sueño pesado ―dijo Dante intentando reprimir su risa ―Probé de todo para despertarte antes de entrar al territorio, creo que me olvidé de la bocina del auto ― ― ¿Dónde estamos? ―preguntó Anna al no poder reconocer la zona en la que se encontraban ―Acabamos de entrar al pueblo, aún nos faltan unos minutos antes de llegar a la boticaria ―dijo Dante antes de volver a centrarse en el camino ―Rayos… Dante, lo siento mucho, no sé que me pasó ―dijo Anna quitándose la manta con la que, muy seguramente, Dante la había cubierto al haberla subido al coche ―No te preocupes
Decidiendo ignorar a su beta y su falta de respeto, Dante cortó el enlace con él y se tomó unos instantes para hacer unos cuantos ejercicios de respiración.¿Quiénes se creían esos dos para apostar con su intimidad?―Luces tenso alfa ―dijo Gael, quien justo entraba a la cocina y dejaba las llaves del auto de Iva y el uniforme de Anna sobre una encimera ―De hecho, me atrevería a decir que pareces molesto ―― ¿Debería estarlo? ―preguntó Dante con una extraña y peligrosa calma al mismo tiempo que se acercaba nuevamente a la barraAl ver que su semblante y su tono de voz no combinaban en absoluto, Gael retrocedió varios pasos hasta que su espalda chocó con la encimera más cercana, lo que, a Chloe, le arrancó una carcajada.― ¡¿Se lo dijiste?! ―preguntó un muy asustado hechicero―Claro que lo hice ―dijo Chloe alejándose del alcance de su hermano ―Te dije que no apostaras con la intimidad de ambos, incluso Emmet te lo pidió ――Oye alfa, lo lamento, pero el que abrió la boca primero fue tu b
Mientras Dante y Gael continuaban teorizando sobre la condición de Damon, Anna y Chloe charlaban de lo sucedido la noche anterior.Con cada detalle que Anna le contaba a su amiga, la loba chillaba emocionada, por lo que, en más de una ocasión, Anna tuvo que cubrir la boca de Chloe, quien inmediatamente se disculpaba torpemente.―Por la diosa, Anna, ese momento en las glicinas debió ser super romántico ――Lo fue ―dijo Anna con voz soñadora mientras se vestía con el nuevo uniforme ―Por la diosa, Chloe, te juro que ha valido la pena cada minuto de espera ――Puedo imaginarlo, la verdad, desde ayer luces radiante ―dijo la loba riendo ―Sin embargo, Anna, ¿tomaste alguna precaución? ――Ah… ¡No! ―exclamó la joven sacando la cabeza del pequeño vestidor improvisado que Chloe le había hecho ― ¿Tienes algo que pueda ayudarme? ――Por suerte para ti, lo
Intercambiando risas y bromas privadas, Anna y Chloe subieron las escaleras del pequeño sótano de la boticaria, por lo que, cuando ambas entraron en la cocina, Dante y Gael guardaron silencio y clavaron sus ojos en ambas lobas.― ¡Ah! Por la sagrada Diosa Selene ―dijo Gael entregándole un libro a Dante antes de correr en dirección de Anna ―Que imagen más perfecta, luces como una auténtica Luna alfa ¿no es así alfa? ――Sí…―masculló Dante torpementeY es que, ante la hermosa imagen de su compañera vestida con un nuevo uniforme que combinaba con el suyo, las palabras se quedaron atoradas en su garganta.El nuevo uniforme de Anna era muy similar al que usaba ella normalmente, sin embargo, al igual que el de la Luna Iva, la actual Luna de la manada, el uniforme que Anna portaba en ese momento llevaba una minifalda y los tacones de sus botas eran un poco más altos.En cuanto sus colores, si bien los bordes no eran blancos como los del suyo, estos tenían un color lila muy claro que casi podí