Mientras hablaban y almorzaban, David parecía no poder percibir nada de lo que había a su alrededor, estaba trabajando tan fuerte por no mantener su mirada fija en hermoso hombre frente a él, ¿era siquiera posible tanta belleza?, lo intentó, de verdad se esforzó, pero sus ojos no dejaban de pasearse por toda esa piel clara, por ese cuello delicado y elegante al que ya había tenido apretado entre sus manos y Liam ni siquiera lo sabía, sus manos hormigueaban y sudaban, se moría sentir más de esa suave piel, por escuchar más de esos hermosos gemidos, y por deleitarse nuevamente con el sabor de aquella boca rosada, que rogaba por más y lo llamó Amo, enredar sus dedos por esos rizos rubios y aprisionar su pequeña cintura entre su manos, mientras se hundía en él y lo atravesaba por completo tanto en su cuerpo como en su ser. Su polla dura saltó, justo en el mismo instante en el que Liam levanto la mirada y la fijo en la suya, con una altivez digna de alguien que sabía el hermoso príncipe q
Cuando Liam volvió a la mesa, su guardaespaldas lo seguía como si fuera su sombra, David no sabía por qué eso le molestaba tanto, rápidamente noto que también se había vuelto a colocar su gabán abrochando hasta el último botón, y se sorprendió al ver que nadie pareció notar nada raro, ni pregunto nada al respecto_ que es tan divertido? _ pregunto Liam al escuchar las risas de todos en la mesa, quedándose de a un lado_ si solo necesitaban que me retirara para pasarla bien, debieron haberlo dicho_ la mesa se quedó en silencio _ tú, ogro _ se dirigió a David _ estas en mi lugar“si, definitivamente me está odiando” ¿qué pensaría Liam si supiera que este “ogro” es el mismo hombre al que se sometió en aquel cuarto oscuro? ¿A quién rogó, con placer y le llamo Amo a pesar su voluntad, quien lo llevo a un subespacio y de quien huyo en la madrugada? ¿Le gustaría lo que ve, o se odiaría a sí mismo? tal vez, ni siquiera recordaba ese momento, al parecer el chico tenía muchas cargas sobre sus ho
En cuanto Liam leyó la frase de la tarjeta, David pudo ver cómo sus piernas vacilaron por un momento antes de que su cuerpo se tensara. Su guardaespaldas también pudo notarlo, porque de inmediato estuvo encima de él, verificando que todo estuviera bien. Liam le indicó con una señal que sí lo estaba, y el hombre de negro se alejó unos pasos a regañadientes. Todo esto lo observó David atentamente desde su escondite a unos pocos metros del lugar donde se encontraban, estratégicamente oculto en complicidad con la chica de recepción a quien casi había coaccionado. Valiéndose del error cometido días antes por la mujer y de su amistad con los dueños del club, a la pobre mujer no le quedó más que aceptar, pero David preferiría pensar que simplemente se dejó seducir un poco por sus encantos.La mirada de David permanecía en cada gesto y acción de Liam. Su bello rostro estaba serio y su ceño fruncido, tal vez temeroso o incrédulo de lo que estaba sucediendo. Era obvio que no le gustaban para na
David salió del Club Paradise, tomo su motocicleta y planeaba dirigirse a casa de sus padres. No podía evitar la revoltura de sentimientos que llevaba dentro de él, después de haber visto la sonrisa y la emoción de Liam al recibir noticias del hombre misterioso de aquella noche. Se sintió feliz por aquello, pero a la vez lo embargaba una inquietante sensación de decepción o… ¿celos?, ¿que esperaba? Sabía desde el primer momento que estaba enviando el obsequio a nombre de aquel hombre. No sabía por qué aun no podía dejar de pensar en él como si fuera otra persona. Se reprendía a si mismo mentalmente por las estupideces que se le pasaban por la cabeza, pero después de ver la manera como Liam simplemente se interesó en la rosa y dejo tirada la caja, no podía evitarlo. El hecho de que el chico imaginara a su Amo misterioso como una persona totalmente diferente a lo que él era en realidad, también lo decepciono un poco. Tal vez solo debía volver a Seal Beach y desistir de este plan, dejar
David salió por aquella puerta aflojándose la corbata y desabrochando los primeros botones de su camisa. Si normalmente odiaba los trajes, en este momento en que estaba demasiado acalorado por la excitación, tanto sexual como emocional, aún más. No corría, pero caminaba a sancadas amplias, con sus largas piernas dirigiéndose al ascensor para marcharse. Todo el club estaba desierto a excepción de algunos empleados que se movían por aquí o por allá, todos parecían estar concentrados en el súper evento que acababa de abandonar. Por esa razón encontró el ascensor completamente disponible. Entró e inmediatamente marco el botón con el número uno. Las puertas ya estaban casi cerradas cuando una mano atravesó la estrecha abertura, haciendo que el sensor volviera abrirlas. David se sobresalto por la acción sorpresiva, pero todo fue peor cuando se dio cuenta de quien era._ Hola Dav_ le sonrió el hombre frente a él, mientras David lanzaba maldiciones mentalmente_ ¿porque te marchas tan pronto?
Liam corrió dejando atrás su propio importante evento. Salió del salón tropezando con algunas personas del staff y, cuando se encontró en el iluminado pasillo, miró hacia un lado y hacia el otro. No había rastro del hombre con espalda fuerte y traje color vino. Se dirigió hacia su boutique, entró en su oficina y empezó a escarbar entre todos los regalos de sus fans y clientes. No pasó mucho tiempo cuando Taylor apareció frente a él, con un caminar pausado y sus manos metidas en los bolsillos. Su tranquilidad llego incluso a molestar a Liam, sin saber la razón.—Liam, te he estado buscando. ¿Sucede algo? —preguntó Taylor.—¿Por qué lo preguntas? —respondió Liam sin levantar la cabeza de entre todos los regalos.—Lo pregunto porque deberías estar en la piscina en este momento siendo un buen anfitrión, como siempre. Pero en cambio, estas aquí… ¿Qué estás buscando?—Una rosa —respondió en su susurro, casi sin darse cuenta.Taylor repartió la mirada entre todas las cosas. Había infinidad d
Había pasado una semana desde que David había vuelto a su rutina diaria después de haber asistido a aquel evento. A pesar de eso, no podía sacarse de la cabeza al chico que con tanta seguridad y propiedad caminaba en aquella pasarela. Hoy era domingo, el taller no abría, y por esa razón quiso aprovechar para hacer una de las cosas que más amaba: ir a la playa. Al deslizarse sobre las olas sentía como pudiera sortear cualquier obstáculo y lo ayudaba a despejar su mente. Así que tomo su tabla, la subió a su jeep Wrangler todoterreno y se encamino a su aventura.Era allí donde se encontraba en este momento, sentado en la arena disfrutando del sol, el viento y el mar. Las playas de Seal Beach eran bastante tranquilas, por eso amaba este lugar. A diferencia de Beverly Hills, donde vivían sus padre y amigos, las playas eran hermosas, pero permanecían abarrotadas de gente. Pero hoy había un especial silencio en esta área de la playa. David miro a su alrededor y todo estaba extrañamente solit
—¡No! —dijo Liam rotundamente a la insistencia del fotógrafo para que aceptara que Dav fuera su modelo.—Pero, ¿por qué, Liam?, Dav es sencillamente perfecto, reúne todo lo que buscamos para estas fotos y está dispuesto. Además, habías dicho que se veía guapo. Ya hemos perdido toda la mañana y aun no consigues a nadie más, y si cancelamos la sesión perderemos el haber movido todos estos equipos hasta aquí. De verdad que no entiendo, ¿cual es la razón?—No es lo que estoy buscando, eso es todo. Además, no es un modelo.—Sí, él dijo lo mismo, pero ¿qué tal si lo traemos y le hacemos una prueba? Confía en mí, sabes que tengo un buen ojo para esto.Liam resopló. —Esta bien, pero…—Esta bien, yo me encargo —dijo el fotógrafo, interrumpiendo las palabras de Liam, e inmediatamente corrió para traer a David.…—Liam —volvió a llamar el fotógrafo, pero esta vez venía acompañado de David, quien se veía jodidamente sexy sin ningún esfuerzo, mostrado su torso al descubierto completamente entintad