Había dejado al joven en su dormitorio para regresar junto a su madre.Chantal lo vio aparecer por las escaleras.Elliot llegó junto a ella para sin más pedirle:-Sientate mamá, por favor-Ella, percibiendo su olor entre preocupación y tensión, le obedeció y tomó asiento. Su hijo lo hizo frente a ella.-He cometido un...error- dijo Elliot mirándola fijamente.Chantal estiró sus manos y agarró las suyas.-¿Qué error?- preguntó ella.Elliot dejó oír un suspiro para después responder:-Ataqué a una persona y ahora él es un licantropo- Su madre abrió los ojos de par en par.-¿Có-cómo que...--Fue por proteger a Patryce de él y lo dejé herido de muerte...pero logró recuperarse y ahora es un licantropo- explicó Elliot.-Bueno, no es algo malo si se le enseña a controlar ese poder...- -Ya ha matado, mamá- apuntó Elliot.-¿¿Qué??- se aterró ella.-La pareja que salió en las noticias de la mañana. Él fue quien los mató- afirmó Elliot.Chantal se llevó las manos a la boca.-Y lo peor no es e
Notaba una cálida y cariñosa caricia efectuada por una mano en su mejilla.Luego, oyó esa voz, nada de aguda pero sí grave y tintes seductores.-Ey, nene, ey, despierta- Parecía como si le estuviera cantando.Y fue entonces cuando comenzó a abrir los ojos.Al hacerlo por completo, vio, frente a sí, el rostro de tez oscura y orbes marrón oliva, que le miraban sin pestañear.-Bienvenido al mundo de los vivos- saludó Elliot dándole una sonrisa.Achicando los ojos, Patryce empezó a preguntar:-¿Cómo que...--Te desmayaste- contestó Elliot -¿Lo recuerdas?- El joven asintió con la cabeza, al recordar.-Y aunque te di la enhorabuena voy a volver a dártela...pero luego más tarde y a mi modo- musitó Elliot las últimas palabras tras arrimar su rostro al suyo -Me veo sufriendo un sin vivir cada que te vea en la empresa, ne-ne- ronroneó echando su aliento sobre los labios del joven.Patryce dejó oír una risita.-Van a creer que tú...que yo...--Que crean lo que quieran- respondió antes de tiemp
Bajaron juntos y agarrados de las manos entre ellos.Chantal aún seguía allí, en el salón, cuando los vio aparecer por las escaleras.Tuvo que cuidarse de no emitir un rugido de felicidad al ver la bonita pareja que su hijo y el joven hacían, por lo que solo les obsequió a ambos con una sonrisa amplia y que casi abarcó toda su cara.Elliot, percibiendo el tremendo estado de felicidad en ella, esperaba que no se le escapara nada raro en relación a lo que eran.Llegando junto a su madre, ésta fue quien primero habló:-¿Estás bien cariño?- preguntó mirando al joven. -S-sí- asintió titubeante Patryce.Elliot, guiando a éste hacía el sofá, le hizo sentarse.Volviendose a su madre, preguntó:-¿Vas a quedarte a comer?-Chantal miró a su hijo para después hacerlo al chico.-En realidad solo vine a hablar contigo y bueno viendo que estás bien y que está todo...solucionado entre nosotros pues...--Mamá sé que a veces se pueden decir o hacer cosas que luego te arrepientes- repuso comprensivo El
Observaba dormir al joven mientras paseaba sus dedos por el contorno de su rostro.Por suerte logró hacer que cayera profundamente dormido aunque no por sueño sino por agotamiento. Durante la tarde había conseguido que le contara, de principio a fin, todo sobre Raymond.Cómo fue que se conocieron, su relación a lo largo de todos aquellos años, su personalidad...Después cenaron algo ligero.Patryce no supo el porqué de aquella cena tan ligera y efímera.Hasta que vio la razón de ello.Si hubiera cenado más pesado probablemente le habría vomitado encima mientras realizaban tan extenuante "ejercicio físico".Fue la primera vez que él probó a ser el que controlara, por supuesto dirigido por Elliot, claro está.Y le gustó.Ser él quien controlara la intensidad, la velocidad, la profundidad...Le encantó.Así terminó agotado y dormido.Elliot besó castamente los labios del joven para en un susurro decirle:-No tardaré- Con muchísimo cuidado, se salió de debajo las sábanas. Echando un vis
Sentía una liviana y dulce caricia hecha por unos dedos sobre sus labios.Poco a poco comenzó a abrir los ojos hasta que se topó con los claros orbes del hombre, mirándole fijamente.-Buenos días nene- oyó su saludo en un tono de voz de lo más tenue y dulce.-Bu...buenos días- devolvió el joven la respuesta.Lentamente, el de piel ébano, comenzó a inclinar su rostro hacia el suyo.Con toda la ternura que podía tener, Elliot acabó por atrapar suavemente los labios del joven entre los suyos.Patryce, sintiendo un grato sopor, cerró los ojos y asió por la cabeza a éste. Ambos deponían todas sus ganas en dicha muestra y acto hasta que Elliot fue quien empezó a retirar su boca de la del joven.No se alejó demasiado sino que permaneció bien cerca observandole y notando los dedos de Patryce afianzarse a su cabeza.-¿Has dormido bien?- se interesó el hombre.-Ujum- afirmó el chico.Elliot dibujó una tranquilizadora sonrisa.A punto de volver a besarle, Patryce respondió:-Tuve...tuve un sueñ
Observó a los demás candidatos al puesto vacante que la empresa ofrecía. Solo había hombres. Más jóvenes o menos. Guapos y no tan guapos. Probablemente, la mayoría de ellos con experiencia en tal puesto o uno similar. Él, acababa de terminar la carrera. Menos de seis meses pasaban desde que se graduó y allí estaba. Nervioso. Rodeado de expertos. Empezaban a sudarle las manos, por lo que tuvo que frotarselas en el pantalón. En ese momento, la puerta que allí había cedió, saliendo tras ésta una mujer alta, de cabellera rojiza y ondulada y un elegante traje de corte inglés. La falda entubada le llegaba un poco más allá de las rodillas y tenía una apertura en el lado izquierdo para tener más movimiento. La blusa, de un blanco hueso, la remetía por la falda, dejándola bombacha en su cintura. -Patryce Connors- nombró. El joven dudó unos minutos antes de procesar que acababa de decir su nombre. Poniéndose en pie alzó una mano junto a un débil "Yo". -Pensé que eras una chica-
Patryce tropezó con la silla al tratar de dar un paso atrás.Se tambaleó casi perdiendo el equilibrio, por lo que Elliot, siendo lo bastante rápido, evitó que cayera sujetandolo por los brazos.-¿Estás bien?- se interesó mirándole fijamente.Patryce titubeó para de inmediato liberarse de él.-Al parecer te ha supuesto una ¿Sorpresa?- repuso Elliot volviendo a hacer aparecer su sonrisa.-Y-yo...es que...n-no me lo esperaba y...- tartamudeó el joven.-Me lo imagino- refirió Elliot. Con paso decidido caminó hacia él para en cuanto llegó a su lado agacharse y colocar la silla otra vez en pie -Anda, siéntate y sigamos con la entrevista- pidió dando unos golpecitos en la silla.Luego, como si nada, regresó a su sillón y se sentó.Patryce, vacilante, miró la silla y después al hombre.Elliot, apoyando una pierna sobre la otra, reposó un codo en el reposabrazos de su butaca para enseguida dejar descansar la cara en dicha mano.-No es tan sorprendente- apuntó -Digamos que soy un jefe fuera de
La noche antes...-Pero ¿Por qué no te quedas?- preguntó su madre abrigandose con la rebeca.-Quiero llegar a casa, ponerme cómodo y no pensar en mañana- resopló Patryce haciendo un mohin con la boca.-Son casi las doce y ya sabes que no me gusta mucho que vayas solo por la calle a éstas horas- -Solo iré hasta la parada del bus, mamá- -Preferiría que te llevaras mi coche- alegó ella viendo la solitaria calle del barrio.La parada quedaba a unos veinte minutos o así andando.No era que tuviera miedo por la soledad sino más bien por el bosque que había cerca al residencial.-Y mañana cómo ibas tú a manejarte. De verdad mamá, no pasará nada- metiendo la mano en uno de sus bolsillos sacó el móvil y lo agitó en la mano -Lo tengo cargado de batería hasta arriba--Mejor si no lo tienes que usar- repuso su madre.No muy convencida, besó en la mejilla a su hijo. Pero no entró en casa hasta que lo viera alejarse lo suficiente como para saber que llegaría a la parada.Desde la entrada, le obse