Dos hombres, uno pelirrojo y otro rubio, salieron del ascensor en la planta del edificio donde Elliot tenía su despacho.Rowena, en su mesa, captó el olor de ambos hombres por lo que alzó la cabeza y los vio.Éstos, caminaban el uno al lado del otro, erguidos, con rostro desafiante.Cómo si de dos titanes fueran.La mujer dejó lo que estaba haciendo y se puso en pie interceptando su paso.-Os habéis retrasado- reprochó ella un pelín seria.El pelirrojo rodó los ojos.-Lo siento hermanita- se disculpó con sorna.El rubio le propinó un codazo como si le estuviera regañando a la vez que le increpó:-No le hables así a tu hermana- El pelirrojo se volvió a éste para mirandole fijamente mostrar una sonrisa un tanto rara.-¿Sabes? Empiezo a dudar de si te has equivocado de hermano- espetó.Rowena negó con la cabeza al mismo tiempo que se llevó una mano a los ojos. -Yo no me he equivocado de hermano, Damon- repuso el rubio -Solo he dicho que no le hables con ese...tono--No le he hablado co
-Esto no estaba previsto- Elliot se daba prisa en salir del despacho siendo acompañado por los otros dos.-No creo que sea tan malo que tu madre esté en tu casa con tu chica- repuso Damon.El mulato se detuvo en el acto y se giró rápidamente hacia el pelirrojo.-No es una chica sino un chico- rebatió.Tanto Damon como Wesley se lo quedaron mirando sin pestañear.-No...no teníamos ni idea de que también te...te fijas en...ellos- repuso el rubio.-Estaba abierto a cualquiera- alegó Elliot -¿O es que acaso no sabes eso con respecto a nosotros?- -La verdad...a mí siempre me llamaron más la atención los...hombres- añadió Wesley.-Bueno un claro índice de que por eso debías formar pareja con él- señaló el afroamericano al pelirrojo.Damon achicó los ojos.-Pero a mí no me gustaban- apuntó ganandose una severa mirada de parte de su pareja -He dicho gustaban, pasado- recalcó Damon.Elliot obvió la tensión entre ellos para dejarles avisados:-He de irme pero estad atentos al teléfono porque
Había dejado al joven en su dormitorio para regresar junto a su madre.Chantal lo vio aparecer por las escaleras.Elliot llegó junto a ella para sin más pedirle:-Sientate mamá, por favor-Ella, percibiendo su olor entre preocupación y tensión, le obedeció y tomó asiento. Su hijo lo hizo frente a ella.-He cometido un...error- dijo Elliot mirándola fijamente.Chantal estiró sus manos y agarró las suyas.-¿Qué error?- preguntó ella.Elliot dejó oír un suspiro para después responder:-Ataqué a una persona y ahora él es un licantropo- Su madre abrió los ojos de par en par.-¿Có-cómo que...--Fue por proteger a Patryce de él y lo dejé herido de muerte...pero logró recuperarse y ahora es un licantropo- explicó Elliot.-Bueno, no es algo malo si se le enseña a controlar ese poder...- -Ya ha matado, mamá- apuntó Elliot.-¿¿Qué??- se aterró ella.-La pareja que salió en las noticias de la mañana. Él fue quien los mató- afirmó Elliot.Chantal se llevó las manos a la boca.-Y lo peor no es e
Notaba una cálida y cariñosa caricia efectuada por una mano en su mejilla.Luego, oyó esa voz, nada de aguda pero sí grave y tintes seductores.-Ey, nene, ey, despierta- Parecía como si le estuviera cantando.Y fue entonces cuando comenzó a abrir los ojos.Al hacerlo por completo, vio, frente a sí, el rostro de tez oscura y orbes marrón oliva, que le miraban sin pestañear.-Bienvenido al mundo de los vivos- saludó Elliot dándole una sonrisa.Achicando los ojos, Patryce empezó a preguntar:-¿Cómo que...--Te desmayaste- contestó Elliot -¿Lo recuerdas?- El joven asintió con la cabeza, al recordar.-Y aunque te di la enhorabuena voy a volver a dártela...pero luego más tarde y a mi modo- musitó Elliot las últimas palabras tras arrimar su rostro al suyo -Me veo sufriendo un sin vivir cada que te vea en la empresa, ne-ne- ronroneó echando su aliento sobre los labios del joven.Patryce dejó oír una risita.-Van a creer que tú...que yo...--Que crean lo que quieran- respondió antes de tiemp
Bajaron juntos y agarrados de las manos entre ellos.Chantal aún seguía allí, en el salón, cuando los vio aparecer por las escaleras.Tuvo que cuidarse de no emitir un rugido de felicidad al ver la bonita pareja que su hijo y el joven hacían, por lo que solo les obsequió a ambos con una sonrisa amplia y que casi abarcó toda su cara.Elliot, percibiendo el tremendo estado de felicidad en ella, esperaba que no se le escapara nada raro en relación a lo que eran.Llegando junto a su madre, ésta fue quien primero habló:-¿Estás bien cariño?- preguntó mirando al joven. -S-sí- asintió titubeante Patryce.Elliot, guiando a éste hacía el sofá, le hizo sentarse.Volviendose a su madre, preguntó:-¿Vas a quedarte a comer?-Chantal miró a su hijo para después hacerlo al chico.-En realidad solo vine a hablar contigo y bueno viendo que estás bien y que está todo...solucionado entre nosotros pues...--Mamá sé que a veces se pueden decir o hacer cosas que luego te arrepientes- repuso comprensivo El
Observaba dormir al joven mientras paseaba sus dedos por el contorno de su rostro.Por suerte logró hacer que cayera profundamente dormido aunque no por sueño sino por agotamiento. Durante la tarde había conseguido que le contara, de principio a fin, todo sobre Raymond.Cómo fue que se conocieron, su relación a lo largo de todos aquellos años, su personalidad...Después cenaron algo ligero.Patryce no supo el porqué de aquella cena tan ligera y efímera.Hasta que vio la razón de ello.Si hubiera cenado más pesado probablemente le habría vomitado encima mientras realizaban tan extenuante "ejercicio físico".Fue la primera vez que él probó a ser el que controlara, por supuesto dirigido por Elliot, claro está.Y le gustó.Ser él quien controlara la intensidad, la velocidad, la profundidad...Le encantó.Así terminó agotado y dormido.Elliot besó castamente los labios del joven para en un susurro decirle:-No tardaré- Con muchísimo cuidado, se salió de debajo las sábanas. Echando un vis
Sentía una liviana y dulce caricia hecha por unos dedos sobre sus labios.Poco a poco comenzó a abrir los ojos hasta que se topó con los claros orbes del hombre, mirándole fijamente.-Buenos días nene- oyó su saludo en un tono de voz de lo más tenue y dulce.-Bu...buenos días- devolvió el joven la respuesta.Lentamente, el de piel ébano, comenzó a inclinar su rostro hacia el suyo.Con toda la ternura que podía tener, Elliot acabó por atrapar suavemente los labios del joven entre los suyos.Patryce, sintiendo un grato sopor, cerró los ojos y asió por la cabeza a éste. Ambos deponían todas sus ganas en dicha muestra y acto hasta que Elliot fue quien empezó a retirar su boca de la del joven.No se alejó demasiado sino que permaneció bien cerca observandole y notando los dedos de Patryce afianzarse a su cabeza.-¿Has dormido bien?- se interesó el hombre.-Ujum- afirmó el chico.Elliot dibujó una tranquilizadora sonrisa.A punto de volver a besarle, Patryce respondió:-Tuve...tuve un sueñ
Observó a los demás candidatos al puesto vacante que la empresa ofrecía. Solo había hombres. Más jóvenes o menos. Guapos y no tan guapos. Probablemente, la mayoría de ellos con experiencia en tal puesto o uno similar. Él, acababa de terminar la carrera. Menos de seis meses pasaban desde que se graduó y allí estaba. Nervioso. Rodeado de expertos. Empezaban a sudarle las manos, por lo que tuvo que frotarselas en el pantalón. En ese momento, la puerta que allí había cedió, saliendo tras ésta una mujer alta, de cabellera rojiza y ondulada y un elegante traje de corte inglés. La falda entubada le llegaba un poco más allá de las rodillas y tenía una apertura en el lado izquierdo para tener más movimiento. La blusa, de un blanco hueso, la remetía por la falda, dejándola bombacha en su cintura. -Patryce Connors- nombró. El joven dudó unos minutos antes de procesar que acababa de decir su nombre. Poniéndose en pie alzó una mano junto a un débil "Yo". -Pensé que eras una chica-