—Sí, ha pasado mucho tiempo. Veo que le ha ido muy bien —expuso con formalidad, aclarando su garganta.
En todo ese tiempo imaginó que sus caminos nunca volverían a encontrarse. Esa era la razón por la que ella, de manera inconsciente, estaba obsesionada con el trabajo, no pensó que ese mismo fuera el que la llevara de regreso a su encuentro.
»Dean me asignó para ser su guardaespaldas personal. Aquí hay dos copias de posibles acuerdos a los que podamos llegar, estoy aquí para responder cada una de sus dudas— comentó extendiendo el portafolio en el que los llevaba.
—¿Guardaespaldas? —preguntó extrañado.
No era la chica que había dejado atrás
—No, no, nada, ni una sola pregunta, todo está perfectamente —soltó casi en una sola línea.Ahora está más que claro: ella no era la misma mujer con la que contrajo matrimonio años atrás. Algo cambió en su interior, ni siquiera tenía idea de qué cosa podría haber sido. Ya no solo deseaba tenerla a su lado las veinticuatro horas del día, sino descubrir qué fue la que la volvió quien era.—Lo dejaré pasar, aunque no suene muy convencido —se aseguró de que la muchacha se hubiera marchado del departamento—. Parece que no volverá en un largo tiempo, eso me lleva a cuestionarme: ¿qué acabó de pasar?Debía admitirlo, era la primera vez que veí
—La misma que calza y viste. Ha pasado mucho tiempo, Erika. Me sorprende que sigas luciendo tan… —La mira de pies a cabeza—. Tan tú.—Me gustaría decir lo mismo de ti, pero luces muy diferente a la Astoria que vi por última vez en casa de Marcus. No pareces tan…—¿Demacrada? —Sonrió—. Es una suerte que no lo parezca más, y… —mira a Marcus—, no vayas a malinterpretar las cosas, es solo una relación laboral, tienes el camino despejado para que sigas intentando eso que haces.—¿Qué estoy haciendo? —rio fingiendo desentendimiento.—Intentar reemplazarme. No creas que pasa desapercibido la clase de perfume que usas, ni la
La ceja de Astoria se enarcó, su mirada se desvió a medida que soltaba una abrupta bocanada de aire. ¿Él creía que solo con eso podría hacer que ella bajara su guardia? Jamás.Marcus no tenía idea de todo lo que ella tuvo que pasar para poder sacarlo de su corazón, o, por lo menos, para enterrarlo en lo más profundo. No se permitiría volver a lo mismo de antes, las personas cambian, ella lo hizo, de una forma que no le agradaría tener que repetir.—Por supuesto que no lo hará. Los seres humanos estamos en un constante desarrollo, bueno, la mayoría.—Astoria…—Al parecer es necesario que repita esto una vez más, lo nuestro es meramente una relación laboral, no vaya a confundir las cosas; en caso de que sus sentimientos se vean envueltos y esto llegue a afectar mi con mi trabajo, tendré que enviar a uno de mis compañeros para que continúe con esto —expuso con seriedad.—¿De verdad no sientes nada por mí? —dejó a un lado todos sus archivos para levantarse y caminar en su dirección.Su mi
La mirada de Marcus demostraba lo confundido que se encontraba en ese preciso momento, ¿por qué ella reaccionaba de esa manera? Tomó un poco de aire, se mantuvo en silencio, tenía mucho que asimilar. Era consciente de que su curiosidad era mucho más grande de lo que imaginaba, deseaba saberlo, tenía el derecho a conocer qué sucedió con su hijo.Por otro lado, si aceptaba, eso significaba que jamás en su vida podría volver a ver a Astoria, ¿era eso lo que realmente quería?—¿A qué te refieres con lástima, Astoria? —murmuró con duda luego de unos segundos.Intentaba darse tiempo a sí mismo para saber qué hacer.Ella desvió la mirada, esa seguridad que la caracterizaba tambaleaba un poco. Eso que ella tuvo que pasar era horrible, ni siquiera se lo desearía a su peor enemigo, no solo el dolor físico y emocional, sino el hecho de haber sido traicionada por la persona que en su momento le dijo que la amaba.—¿Desea saber lo que realmente sucedió o prefiere dejarlo atrás donde pertenece? —Su
Astoria se mantuvo en silencio mientras caminaba de un lado a otro. Sus pensamientos eran un remolino de dudas y emociones revueltas. Marcus estaba en silencio, su mente estaba plagada de miedos e incertidumbre. ¿Qué fue lo que pasó realmente y quiénes eran los implicados?—Astoria, no puedes seguir evitándome. Esto también me afecta a mí —dijo Marcus con firmeza, rompiendo el silencio.Astoria se detuvo y lo miró, sus ojos reflejando una mezcla de tristeza y enojo. Su pasado estaba amenazando con salir a la luz. Todo lo que ella deseaba enterrar, todo el dolor que cargó, todas las cicatrices que escondió, todo saldría a la luz.No quería, no soportaría mostrarse vulnerable.—¿De verdad cree que es una buena idea entrometerse en esto, Marcus? —dijo con un tono cargado de frustración—. Ya es bastante complicado como para añadir más personas al problema.Cuando hablaba de «problema», se refería en realidad a su vida. Tenía miedo de permitir que él se acercara una vez más a ella, que tod
—Fui lo suficientemente clara cuando te dije cuál era mi trabajo. Te estás tomando más atrevimientos de los que te corresponden. Como soy una persona benevolente, tienes dos segundos para salir antes de que te pase algo.Tiró de su cabello con más fuerza, tanto que su cabeza se inclinó para atrás. Un gruñido de dolor salió de los labios de Erika.—Eres una bestia salvaje, Astoria. No tienes derecho a actuar de esa manera, él no es nada para ti —se atrevió a decir.—Lo tiene, puede hacer lo que quiera para cumplir con su trabajo. Tiene pase libre —intervino Marcus cruzándose de brazos y dando un paso para atrás.Erika dejó pasar un trago grueso por su garganta. En su mirada se notaba el nerviosismo que sentía en ese momento, pues notó que la persona que ella quería estaba del lado de su enemiga. ¿Qué debería hacer en ese momento? No permitiría que Astoria se creyera con el poder de asustarla; no funcionaría.—Sé que no harás nada, te falta la… valentía, tal como en el pasado —expuso en
—Está bien… Está bien —susurraba, no solo para Marcus, sino para ella también.Recordar su pasado era una de las cosas que Astoria más detestaba hacer. Sabía que en algún punto de su vida tendría que hacerlo, tendría que enfrentar eso que vivió y a aquellos que la hirieron. Debía vengarse.Enfrentar esos monstruos que la perseguían con tanta crueldad, esos que le arrancaron lo más importante de su interior.—No lo está —Se atrevió a responder—. Nada de esto lo está. Hemos perdido tanto… por mi culpa.Seguían aferrados al cuerpo del otro, buscando ese consuelo que necesitaban, esa pequeña calidez que les hiciera, por lo menos, un poco más sencillo sobrellevar el peso de esas revelaciones.¿Qué debían decir ahora? ¿Qué clase de palabras servirían para reparar un poco lo estropeado de sus corazones?Astoria sentía que su deber era callar, llevar el peso de su pérdida ella misma, volver toda su debilidad en fortaleza, para que pudiera vengarse de aquellos que la trataron de una forma tan
Los pasos de Marcus seguían rápidamente a los de Dean, su rostro era tan imperturbable que lo asustaba. Frente a él se encontraba un hombre con años de experiencia encima, el combate cuerpo a cuerpo era una de sus fortalezas, eso era lo que le indicaba la pared llena de reconocimientos a Marcus.—Antes que nada… señor —intentó decir; sin embargo, las palabras se esfumaron.Deseaba hacerle saber a Dean que no tenía ninguna mala intención con Astoria, pero nada salía. ¿De verdad tenía que ponerse así de nervioso en ese momento?No lo estuvo ni cuando sus padres se juntaron para hablar de su compromiso, ¡ni siquiera se puso nervioso el día de su boda!, y aquí estaba, intentando convencer a un completo extraño de que no le haría daño a esa mujer.A esa que regresó para hacerle dudar de todo lo que creyó en el momento, esa que le dio razones para sonreír.—¿Por qué no la buscaste durante esos días?Marcus se paralizó, no tenía idea de qué debería decir. Aunque optó por lo más difícil para