La emoción me invade al ver todo lo que tengo preparado para mi novio, Nate. Después de todo, llevamos semanas sin vernos porque su trabajo lo ha mantenido ocupado y yo debo recompensar todo su esfuerzo con una buena sorpresa de cumpleaños.
Nate Perasi, es lo mejor que me ha pasado en mi vida. Porque no solo ha sido un hombre que ha estado conmigo mucho tiempo como mi novio, si no que, antes de eso, era mi único conocido en esta empresa donde los abusos de poder ocurren en todo momento. Por eso, aunque yo debí ir de viaje de negocios, trabajé duro para ser reemplazada por otra compañera y así, darle la sorpresa a mi increíble novio. Sonriente, miro el resultado de toda la decoración de su departamento y mirando la hora, subo a mi auto rumbo a la casa de sus padres. — Esta vez si voy a sorprenderte, cariño. Sabiendo la programación de su cumpleaños, entro a la propiedad de su familia y toco a la puerta donde la música ya se escucha con fuerza. Apenas llego, su madre, abre los ojos sorprendida. — Oh, querida, ¿no estabas de viaje por trabajo? — ¡Sorpresa! — digo abriendo mis brazos por la emoción. — Oh, Elise, quizás es momento de que abras tus ojos, entra. — dice la señora Perasi abriendo la puerta. Sin comprender lo que quiere decirme, entro a su casa buscando a mi novio, pero, no lo encuentro por algún lado. Por eso, camino por la casa, siguiendo su olor con un regalo que aunque sea para él, me lo pondré yo para que lo disfrute. ‘Es momento de unirnos, después de todo, no fue mi cuarto rechazo de un lobo, si no, el único que ha deseado ser mi pareja en este mundo donde parece que los hombres lobos me rechazan.’ Me digo mentalmente La felicidad me invade porque estoy lista para dar este paso con el hombre que tanto he amado durante más de un año. Así que, con ese pensamiento en mi mente, recorro la casa llena de personas extrañas que no me reconocen como la novia de Nate, ya que, para evitar problemas en la empresa, nos tratamos como empleados y no como novios. Al ver que no lo encuentro por ningún lado de la casa donde están los invitados de la fiesta, tomo la escalera para ir al área de las habitaciones. Con cuidado, comienzo a abrir las puertas intentando percibir el aroma reciente de mi novio en alguna de ellas y vaya que lo hago. El hombre al que sorprendería con un uniforme de enfermera sexy, está recibiendo atención de dos mujeres que no necesitaron de disfraces, para atenderlo como seguramente él desea. Con una puerta ligeramente abierta, veo como Nate, mi increíble Nate está teniendo relaciones con tres mujeres y dos hombres. — Nate… — susurro desde la puerta. Nate levanta su mirada, pero, aunque la sorpresa lo invade brevemente, no se detiene realizando su traición, si no que, aun penetrando a una de las mujeres que están una encima de la otra, me habla. — ¿Qué haces aquí, Elise? Se supone que estarías trabajando. — dice Nate. — Quería sorprenderte, pero, evidentemente la sorprendida soy yo. — susurro retrocediendo. — No te vayas, entra para que podamos divertirnos todos. Chicos, ella es mi novia… la oficial delante de mis padres. Así que, pueden probarla un poco después de que yo por fin la pruebe. — dice Nate llamando la atención de sus amigos. La repulsión me invade, por lo que, cubro mi boca ante las inmensas ganas de vomitar. Eso hace que Nate se burle y es eso, lo que me impide que yo pueda marcharme. ‘Ya te burlaste de mí, no puedo permitir que me pisotee aún más.’ Me digo mentalmente. — Lo siento, pero, no quiero decepcionarme. Según lo que veo, ni siquiera saben cómo usar su polla. Así que, prefiero no ensuciarme con algo que no me hará sentir placer. Por eso, los dejo para que al menos intenten complacer a esas chicas, que tengan buena noche. — digo girándome, teniendo como recuerdo el enojo de Nate. — Dudo que haya un alfa, que no sepa como usar su polla, Elise. Pero, si es eso lo que te dirás a partir de ahora para asimilar como es nuestra relación, adelante. — Por lo que me has hecho, deseo tanto que seas el único alfa al que se le encoja tres centímetros de polla ni sepa cómo usarla. — digo marchándome. — ¡Elise! — grita Nate saliendo de la habitación completamente sudado y aun desnudo, pero, logra cubrirse con una toalla cuando yo tomo las escaleras. Sus feromonas me afectan, pero, logro alejarme de su asqueroso toque, mientras mantengo mi mirada fría, dura y distante. Porque al final, he sido pisoteada por un hombre lobo que creí que me quería de verdad. — ¡Espera un momento! — Tome, señor Perasi, dele buen uso a su regalo. — digo entregándole la bolsa delante de los curiosos que disfrutan la escena que estoy dando y así marcharme de la casa que tanto me asfixia. Solo después de salir de casa es que dejo caer las primeras lágrimas, pero, no me atrevo a gritar y llorar con todo mi dolor, una vez que salgo de la propiedad de los Perasi. Porque no quería darles el placer de verme completamente destruida. El hombre que había estado a mi lado por más de un año, el único hombre lobo con que el que he sentido compatibilidad y no me ha rechazado, ahora es un hombre diferente y no porque haya cambiado de un momento a otro, si no, porque supo esconder su verdadero rostro. Porque dudo que esto haya pasado solo hoy. — Eres una tonta, Elise. Has caído en las garras de un maldito lobo que por poco te devora de un solo mordisco. — digo llorando mientras conduzco tan rápido que pierdo el control del auto. Con mi corazón latiendo en mis oídos, hago varias maniobras cuando el auto tropieza con una parte del suelo que me hace girar y casi volcarme. Por eso, uso mis habilidades conduciendo para evitar un accidente, pero, a la final, mi pequeño auto termina volcado, quedando yo aferrada a mi asiento, mientras el techo de mi auto queda en el suelo. — Maldición. — susurro en medio de mi llanto, mientras escucho un trueno con fuerza que me hace temblar. El trueno, anuncio una lluvia tan fuerte, que en menos de dos minutos, me impide ver a mi alrededor, por eso, como puedo salgo del auto, implorando que un auto no venga rápido y termine atropellándome. Pero, mi suerte es terrible, por eso, apenas estoy saliendo del auto, la luz de un auto me ilumina. Comprendiendo que puedo morir en cualquier momento, extiendo mis manos impidiendo que avance, aunque yo más que nadie sé que no debería usar magia. Sin embargo, este caso lo amerita y por eso, detengo el auto de donde sale un conductor aturdido por lo que he hecho. — Señor… — ¡Acelera! — Una maga no nos deja hacerlo. — dice el conductor. ‘Maga… sabe que soy una maga. Oh, no.’ Me digo mentalmente.Las advertencias de mi padre, vienen a mi mente comprendiendo que estoy en un grave peligro. Después de todo, el mundo es un caos y todos desean tener en su hogar una maga que le ayude a lidiar con sus demonios.Por esa razón mi familia desapareció, pero, fácilmente fue encontrada por un demonio que gobernaba en la oscura Europa. Sin embargo, yo pude escapar de la masacre de mi familia, una que se sacrificó para que yo viviera como una simple humana.Así debía vivir para estar cómoda, pero, el peligro de muerte, me hizo olvidar la promesa que tanto mi padre me hizo insistir en recordar.— No puede ser. — susurro sintiéndome mal por ser descubierta.El hombre que está detrás del conductor, sale del auto tan rápido que me aturde, pero, comprendo cual es el problema, después de todo, su brazo derecho arrastra el suelo y su mirada es digna de un asesino.‘¿Acaso tengo tan mala suerte para ser un cambia-formas?’ me pregunto mentalmente.— A ti te necesito. — dice el hombre y yo de inmediat
Mi padre me enseñó muchas veces que la manera de vivir sin ataduras es no pensar en venganzas sin sentidos y que si nos habían otorgado un poder supremo como es el uso de la magia, debíamos usarlo con prudencia.Por lo que, no debíamos tomar alguna inclinación sobre guerras de humanos, bestias o demonios. Pero, esta noche, estaba rompiendo por segunda vez lecciones que mi padre se esforzó tanto en enseñarme.‘Esto lo hago por mí. Debo saber más de Nate y su familia, para saber cómo hacerles pagar.’ Me digo mentalmente.Por eso, paso por medio de mi beso, la sangre que poco a poco calma el cuerpo del hombre que me tiene prácticamente como su prisionera. Él de inmediato me abraza, pero, sus brazos aunque se sienten muy grandes para ser humanos, no tienen las escamas ni se sienten calientes como antes.Por lo que, solamente dejo que me lleve a donde desee, comprendiendo que primero debo saber dónde estoy y a donde me lleva, para saber hacia dónde puedo escapar una vez que él este complac
Intento comprender como puede alguien saltar en una conversación de forma tan… impresionante. Por eso, pienso que es broma o que en el peor de los casos, escuché mal, pero, cuando miro al hombre frente a mí, no me da tiempo para pensar que eso sea posible.— Estoy esperando tu respuesta.— ¿Es este un efecto por beber mi sangre? — pregunto y él niega.— Ya no tengo mi forma demoniaca notoria, así que, comprenderás que no hay manera de que pueda hablar y verme normal, si he perdido el control de mis pensamientos.— Entonces, ¿Por qué me pregunta algo tan absurdo?— Soy el hijo ilegitimo de mi madre. — anuncia él.‘¿Cómo es posible que una mujer tenga un amorío con alguien más cuando tiene su hogar con su esposo e hijo?’ me pregunto mentalmente.— ¿Cómo puedes ser el hijo ilegitimo? Según veo, usted es menor que el señor Perasi, así que, si ella está casada con el padre del señor Alan, quiere decir que usted…— Mi padre nunca se casó con ella, porque al final, yo fui producto de una vio
Siempre crecí escuchando a mi padre y a los humanos decir que hay mezclas de especies que pueden ser más oscuros y malos que los propios demonios del infierno, pero, creía que mi padre exageraba y que los humanos al no conocer las demás especies en el mundo, inventaban esas cosas, pero, ahora lo confirmo.Porque solo eso explicaría porque en estos momentos Reymond me tiene a su lado, mientras su padre y mi reciente exnovio me observan fijamente intentando comprender todo lo que está sucediendo.Pero, lo peor es que yo solo escuché como Reymond los invitó a entrar y me llevó a este incomodo encuentro, sin atreverme a decir o hacer otra cosa. Por eso, estoy aquí… en el lugar y con las personas equivocadas.— Entonces, eres la prometida de mi hermano menor.— Oh, Alan, ¿tanto me quieres ahora que me llamas hermano menor y no bastardo asesino? — pregunta Reymond aumentando el ambiente tensionado que ya hay con la mirada asesina que Nate me muestra.— ¿Es verdad, Elise? ¿Lo que ha dicho mi
Mi respuesta, no le agrada siquiera un poco, por eso, me coloca contra la pared y su cuerpo de tal forma que siento como las arcadas me invaden, porque el olor de otras mujeres y mucho sexo esta incluso en su ropa.Por eso, lo aparto con fuerzas e intento vomitar, aturdiendo a Nate que no me agarra con fuerzas e incluso, se aparta de mí como si le hubiese revelado una terrible noticia que parece impactarle más que la noticia de que seré su tía.— Por eso vas a casarte con él, ¿no es así?— ¿Por qué lo dices? ¿Acaso has notado que él si es un hombre y no un niñito que cree que la buena vida es follar con muchas mujeres sin temor a enfermarse por ser tan promiscuo?— Sabes que no es por eso que hay un matrimonio tan rápido entre ustedes. Dime, Elise, ¿acaso te lanzaste primero a su cama, para probar con cuál de los dos te quedarías? ¿También complaciste a mi padre o solo fue entre mi tío y yo? — pregunta él y yo lo abofeteo.El enojo puede más que mi intención de ser alguien pacifista,
Al día siguienteDespués de haber usado un poco de magia, mi cuerpo comenzó a fallarme. Ya que, una de las razones por las que no uso magia, es porque mi cuerpo no puede soportar tanto agotamiento y por ello, debo usarlo lo menos posible.Por fortuna, solo se siente como si estuviera a punto de tener un resfriado y no algo peor. Además, también debo sentirme agradecida porque después de haberle dicho a Reymond que me dejará pensarlo, dejó de insistir en su plan y me envió a casa sin algunas otras intenciones.— No le des importancia, Elise. Lo mejor es que te prepares para trabajar y no pienses en cosas que seguramente quedarán en el olvido. — me digo levantándome de la cama.Debo reconocerlo, tengo mucho miedo, ya que, ayer rompí muchas reglas y me expuse a peligros innecesarios por no pensar sabiamente sobre lo que debería o no hacer. Por eso, deseo que Reymond lo olvide, porque si sigue insistiendo, tendré que desaparecer sin dejar un solo rastro.Con eso en mente, me preparo y me
Soy consciente que no es bueno mentir, mucho menos, de una forma tan descarada. Pero, no pueden juzgarme cuando soy una persona lastimada y acorralada, que solo intenta equilibrar las cosas con este desgraciado.— Elise…— Aléjese de mí, señor. Desde lejos puede hablarme y yo no tendré que reprimir la repulsión que su aroma me causa. — digo con frialdad, observando en su mirada cuanto le impacta lo que he mencionado.— Estás jugando con fuego.— Hasta donde sé, quien viene y juega con fuego es mi querido alfa, Reymond. — digo.El malestar me invade por mentir de forma tan descarada, pero, necesito alejarlo de mí tanto como sea posible, sin embargo, Nate no piensa lo mismo al detener el ascensor, sin importar que no tengo su tiempo libre.— No me hagas perder el control, Elise, porque vas a arrepentirte.— Ya me he arrepentido. — susurro y él se aleja un poco complacido.— Entonces, si te has dado cuenta, ¿Qué piensas hacer para implorar mi perdón?— ¿Ah?— Ya sabes, puedes arrodillart
La sangre se congela, mi respiración es pesada y mis pies se mueven retrocediendo lentamente mientras mi vista se nubla por todo el dolor que siento al ser difamada de esta manera.— No puede ser… — susurro completamente herida.— ¡¿En dónde está esa maldita mujer?! — grita el señor Geles y yo doy un pequeño salto ante el susto que me hace experimentar su grito.— Entre, señorita. Si no lo hace, será peor. — dice la asistente.— No puedo hacerlo. — digo sintiéndome completamente desprotegida.Así que, como una tonta, corro lejos de esa oficina donde comienzan a escucharse ruidos fuertes de cosas lanzándose y maldiciones que no puedo tolerar escuchar. Por eso, corro hacia el ascensor, donde de inmediato, presiono el botón para ir al primer piso y así marcharme de una empresa que en estos momentos me asfixia.