El policía los observó a todos detenidamente, los reconoció de inmediato, obviamente, pero ellos no necesitaban ni querían ocultar sus rostros.— son tan patéticos — les dijo el hombre — ni siquiera tuvieron la molestia de taparse el rostro — Carlo se acercó a él, con el índice en el mentón del policía hizo que lo mirara hacia arriba, luego con el cuchillo, trazó un surco por toda su cara sin llegar a cortarlo.— es porque hay muy pocas posibilidades de que salgas vivo de aquí — el policía parecía tranquilo, como si estuviera acostumbrado a esa clase de situaciones, tal vez así lo estuviera.— si me van a matar de todas formas, ¿por qué creen que les diré algo?— porque no te mataremos si nos lo dices, solo te enviaremos con la policía — le contó Toro y luego él se rio.— entonces con menos razón lo haré — se rio cínicamente, Entonces Helene entendió que que la cuestión no estaría tan fácil, solamente había una forma de lograr intimidarlo lo suficiente. si el hombre estaba en el medi
Cuando Itsac escuchó que las puertas del relevador se abrieron, apretó los puños y luego respiró profundo. Estiró la mano y tanteó el aire, luego dio un paso al frente. El ardor en la cabeza era leve, pero constante, lo sentía ahí palpitando como otro corazón dentro de su cerebro. Ciertamente no era oscuridad lo que veía, quedarse ciego no era como cerrar los ojos y ver oscuro, era no ver nada, nada, y era algo que para él era casi imposible explicar.Dio un paso fuera del elevador y luego otro hasta que tocó la pared de enfrente, alguien a su lado le habló, pero Helene tenía razón, no solo sería una oscuridad perpetua sino una soledad perpetua, ya que no entendió ni una sola palabra de lo que la mujer le dijo, era como si le hubiera hablado en otro idioma y así, de repente, como llegó todo se desvaneció en un parpadeo.Vio la pared tapizada frente a él y la vista se le aclaró en solo un segundo, se volvió hacia la derecha hacia donde había escuchado la voz femenina y se encontró con
Los periodistas en la casa comenzaron a ceder poco a poco, pero siempre había unos que se resistían completamente, incluso habían montado tiendas de campaña, hacían hogueras y tomaban chocolate caliente en la noche y a Helene le parecía absurdo incluso, se había reído con su hermana Portia de aquello. lucían tan desesperados por una primicia que entonces entendió a Alexandra Tcherassi.Se tomó un tiempo mientras Itsac estaba en su consulta psicológica para entrar al periódico Sole In Premiere para checar un poco de que iba la periodista. Ana Avendaño, su cuñada y su hermano, habían forjado uno de los periódicos digitales más importantes del mundo, No por nada habían sido ellos los que expusieron, por seguridad de estas especies, a todos los miembros del submundo.— me pregunto por qué no hablará nada sobre la gente del bosque, de donde descienden Franco y Aurora — se preguntó en voz alta Helene, incluso para ellos, la gente del bosque seguía siendo un misterio.¿Cómo lucirían? ¿qué ha
Cuando Carlo era niño, fue prácticamente entrenado por uno de los guardaespaldas de su padre. Él y su hermano mellizo se adiestraron en el espionaje, en las peleas cuerpo a cuerpo, en el uso de armas y demás habilidades que necesitarían para heredar el dejado Lacrow, pero una vez su hermano murió, Carlo entendió que todo ese mundo no era para él, que no le traería más que dolor y soledad, y mientras estaba ahí de pie en medio de la oscuridad, esperó que aquellas habilidades no le costaran la vida como a su hermano.Sobre el cielo volaba uno de los drones de Itsac, no entendía muy bien que era lo que hacía o cómo funciona, pero confío en el hombre. parecía que era muy bueno que la tecnología y ese tipo de cosas, así que decidió aventurarse de esa forma.En medio de la oscuridad, sólo se escuchaba el ronroneó del mar acariciando la playa, así que se acordó de los lentes de visión nocturna que le había dado Toro y se los puso.La maleza alrededor de la bodega era alta, lo suficientemente
Todo el cuerpo de Carlo se tensó de golpe, las luces brillaron sobre el alto techo y la alarma resonó por todo el lugar.— tienes que salir de ahí ¡ahora! — le gritó Itsac — los puntos de calor se mueven, van a entrar al menos seis hombres — Carlo respiró profundo, ya estaba ahí, no podía perder la oportunidad, así que salió corriendo con toda la habilidad que tenía, recordando el entrenamiento de su niñez, tomó la reja que había pateado y la puso sobre la entrada del ducto de ventilación, luego corrió hacia una de las cajas que había revisado. En ella había retazos de tela, de los que se utilizaban para hacer colchas o trapeadoras y comenzó a quitar las tuercas.— ¿Qué estás haciendo? Sal de ahí — lo regañó Itsac, pero Carlo no tenía tiempo para discutir con él. levantó la tapa y luego saltó dentro de la caja cerrando justo cuando la puerta de la bodega se abría.— Les juro que escuché que algo cayó — dijo uno de los hombres que entró — mientras bajé del tejado a aquí me doblé el tob
Habían pasado dos largas semanas des de aquello, esa misma noche Itsac preparó el video, lo editó todo lo que pudo y lo enviaron con una nota anónima a la policía. No estaban completamente seguros de que aquello funcionara, Amadeus tal vez tenía personas compradas dentro de la organización, así como lo tenía Brenda, pero Carlo tenía razón, dentro de la bodega y en el cargamento que llegaba no podían encontrar nada que incriminara a Amadeus, lo único que podían hacer era ir a la policía para que ellos mismos iniciaron una investigación.Dos días después de eso, el cargamento fue atrapado incautado y los hombres que lo transportaban capturados. la noticia recorrió todo el país, ¿quién sería el nuevo narco que se había atrevido a traer tal cargamento de drogas a la ciudad? era la pregunta que llenaba los periódicos, pero nadie lo sabía.— La policía sí inició una investigación, solo tenemos que esperar que los hombres que transportaron la droga cuenten todo lo que saben y así tal vez lle
Cuando la puerta del avión se abrió, Helene casi que saltó hacia afuera. Sus compañeros notaron que estaba un poco pálida, Pero los que le preguntaron se los quitó de encima con un simple: es por el embarazo. Pero dentro de ella se formó un nudo muy grande.Helene pensó que en el hotel en México había superado su trauma, había entendido que no había sido su culpa y logró confesarle a Itsac lo que sentía, pero ese ese trauma seguía por completo, el de aterrizar.Eran dos cuestiones completamente diferentes, aterrizar o estrellarse… ella se había estrellado, había decidido voluntariamente ir en picada al bosque, no entendía por qué su cerebro confundía ambas acciones y cada vez que estaba a punto de aterrizar, sea en el simulador o ahora como lo comprobó, en la vida real, el miedo la invadía y se sentía incapaz de hacerlo. El siguiente compañero subió al avión y después de que checaran que todo estaba correctamente en orden, el avión aceleró por la pista, despegó y un par de minutos de
— ¡Esta es una completa injusticia! — gritó Helene y pateó la puerta que cerró de golpe — una simple prueba psicológica que arrojó estrés postraumático no debe ser suficiente para que despidan a alguien de su propia empresa.— No me están despidiendo — comentó Itsac, sólo los demás miembros, que también son dueños de la empresa, no quieren que sea yo el que los lidere.— Creo que no deberíamos respetar esa decisión — Murmuró Toro.— Claro que no deberíamos respetar a esa decisión — replico Helene — sabemos exactamente a qué se debe, es el maldito de tu tío que quiere quedarse con la compañía para transportar drogas — Itsac no parecía tan furioso como debería y eso hizo enojar más a Helene — ¿Por qué no estás furioso? — le preguntó — deberías estarlo — Itsac la tomó por la mano para que se sentara a su lado luego la miró con ternura.— He pensado esto desde anoche, creo que tal vez es algo bueno que suceda.— ¿Bueno que Amadeus ponga sus garras sobre Aeromaya? — pregunto Toro extrañado