Las dos niñas pusieron una sonrisa enorme y Emma se les acercó seria. Habían escuchado a Alice, Alan y Julianne comentar las veces que su mamá perdí la dulzura y el humor y como aquella personita pequeña se transformaba. Su voz megaforizaba que sin gritar se escuchaba por todo el edificio cuando abrió la boca Mily e Isa entendieron que no se trataba de una metáfora. Su abuela y tía Emma. Enojada es muy feroz.
Lucrecia había llegado a tiempo para evitar que Verónica fuese atropellada por la ambulancia. Inmediatamente enfermeras y médicos salieron a ver si estaban bien y a atenderle. Verónica se había desmallado, sin embargo no sabían si se trataba de un infarto o cualquier otra cosa. Arturo le había colocado en una camilla y le llevó a sala de emergencias. Valentina y Marcela siguieron la camilla a más no poder. Ellis vio a su papá el cual venía corriendo. —¿Qué pasó? Mamá estaba llorando, papá. ¿Papá qué pasó a mi mamá? ¿De dónde venía?—Ellis le tomó de los hombros.—Papá, ¿el cáncer volvió? ¿Qué pasa? —Alonso…—Respondió distraídamentese encogió de hombros y negó con la cabeza.—¿Está viva, Ellis? —No sé, papá—respondió el joven asustado. Se acercó a Lucrecia y le dio las gracias, ella negó con la cabeza. También se negó a una revisión, apenas se había golpeado y se sentía bie
Después de que Alonso estuviese estable y le pusieran en una habitación aparte, Lucrecia fue a hablar con su hija. Le comentó en forma de resumen el accidente de Verónica y que su compañero de cuarto tendría que estar son unas horas para que le estuviesen chequeando. Priscila le pidió a su mamá el celular. Lucrecia se lo dio y le preguntó si estaría bien mientras ella ayudaba y acompañaba a los Pieth a como pudiera, para ir a ver a sus amigos. La joven asintió. Priscila ¿Estás bien? Sam No, mis tíos están muy enojados. Sobre todo, tío Ellis y es como si fuese el hijo mayor de papá. Se han golpeado. Mi abuela está mal. No saben, creen que es cerebral. Mi abuela tuvo un derrame. Priscila Si quieres compañía sabes que estoy aquí.
Alonso sonrió a Lucrecia.El joven se acercó y le tomó de las mejillas.—Lo siento. —Dijo Alonso.—Soy un imbécil.—Lo sé.—No debí...—Ella le puso una mano sobre los labios.—Voy a quitarte la camisa—Dijo mientras le acariciaba el abdomen, el joven sonrió y se inclinó para sacar su cabeza y brazos porque definitivamente le gustaba eso más que hablar.Lucrecia le quitó los pantalones y Alonso le quitó la blusa, los dos rieron con complicidad antes de besarse. El joven la cargó para dejar de inclinarse, ella le rodeó con sus piernas y Alonso fue hacia la puerta, la joven gritó divertida y confesó que nunca lo había hecho contra una puerta.Alonso rio ante la cara de sorpresa de Lucrecia cuando comenz&
Emma estaba de mucho mejor humor desde que podía comunicarse con Verónica. Valentina estaba viendo a su tía junto a Julianne, la cual estaba empezando a preocuparse por la salud mental de la doctora Pieth.—Tu mamá y mi mamá...—Dijo sorprendida y su prima asintió.—Están hablando desde el más allá—Dijo Valentina y Julianne rio.—Se quieren mucho, Vale—Replicó Julianne con el final normal de su oración, Valentina le vio divertida.—Mi mamá y tu mamá están sexingtrap a Alonso y Lucrecia.—Define lo que acabas de inventar—pidió July entre risas.—Es una trampa sexual—Ellis rió antes de saber de qué hablaba su hermana, porque estaba seguro de que sería una pasada.—
Alice incluyó a Lucrecia en la terapia de su hija, pero lo único que detectó fue un bloqueo emocional muy fuerte por parte de Lucrecia. La cual no parecía enterarse de lo fuerte que vivió o pretendía muy bien que no le interesaba.—Lucrecia entiendo que tienes una filosofía y bloquear y evadir funciona para ti, pero tu hija no.—Lo comprendo, pero no puedo cambiarlo.—Puedes cambiar cómo le afecta a Priscila.—¿Entonces...? ¿Qué? ¿Quieres que mienta?—Alice respiró profundo y tomó de las manos a su amiga.—Lucrecia, voy a contarte la historia de alguien y tú tienes que decirme como te sentiste al final. Priscila, tú también.—Bien—Ambas aceptaron. Acordaron que con una seña de Alice, las dos hablarían. La terapeut
Lucrecia despertó y recordó su primer año con Héctor fue dulce, respetuoso y siempre estaba emocionado por escucharla. Por entenderla y darle afecto. Lucrecia estaba muy enamorada y lo estuvo durante cuatro años, podía estar segura de que después de firmar los papeles de matrimonio entendió que no funcionarían a largo plazo y luego estaban los cumpleaños de Priscila, cada año deseaba que pasara el siguiente y su hija pudiese descubrir la verdad y encontrarse con ella en algún lugar, lejos, muy lejos de su papá, incluso había pensado que su hija iría a la universidad y ella aprovecharía para huir o algo solucionarían porque desde los siete años, Priscila entendía que el juego en el sótano no era un juego, era una forma de secuestro explicó un día y le pareció una buena definición para un niño d
Lucrecia vio a Alonso, tenso, viendo. Max, su novia se acercó al grupo y le dio un beso en la mejilla, era alta e impresionantemente guapa, no le sorprendía que tuviese dos novios. Quizá… solo quizá ella necesitaba tener dos hombres ocupándose de su cuerpo… pero Alonso no parecía del tipo que estaría de acuerdo con eso. Necesitas dejar de sumar a Alonso en tu vida, se dijo mientras le veía con pena. —Vecina… estamos esperándote cuando quieras. Apunta mi número. —Apunta el mío, es que lo apagué porque un hombre me insultó. —¿Alonso? —dijo Max. —No la insulté. Discutimos. —Alonso vio a Lucrecia con los ojos entrecerrados y a Max con los brazos cruzados.—Tuvimos una conversación de pareja. —No somos una pareja. —Bueno, siempre que la meto dos o más veces en un lugar estoy en una relación L u c r e c i a. —A mí tienes que pedírmelo A l o n so. Maximiliano vio a Alonso y le dio un golpe en la cabeza, porque él