Estimadas lectoras y lectores Esta claro que Dominik tratara de conquistar a nuestra Ana, pero ella, querrá aquello.
--- Ana Teyssier ---Tan pronto como veo salir al señor Müller y veo a Jada en casa, siento un respiro. Ese hombre es capaz de robarme el aliento y ahora no es en sentido figurado, lo ha estado haciendo desde anoche y no sé cómo reaccionar a ello.Llevo dos años sin nadie en mi vida, digo, Héctor y yo nos hemos mensajeado, no pasa de un “Te extraño”, de un “Te quiero”, algo que ambos sabemos que solo se queda ahí.Pero de eso a que de repente este hombre al que le he visto desfilar un sinfín de mujeres, salga con que le gustó, sí que está, pero sí mal de la cabeza.No, no puedo seguir con esto, él no sabe lo que quiere, hace una semana, tal como lo dije, estaba durmiendo con su “Barbi” y ahora, resulta que se enamoró de mí. Eso, incluso, me suena aún más loco que, lo que me sucedió con Héctor y Diego.El día se me va entre la curación, los nervios de ir al médico y las últimas cosas que me dijo el señor Müller… Cuando menos lo espero, Jada aparece en mi habitación, saca un hermoso ves
--- Ana Teyssier ---Yo logro respirar con más tranquilidad, ahora que sé que mi herida va por buen camino, un poco de tranquilidad regresa a mi alma. Aunque no del todo, no cuando tengo a quien tengo a mi lado.- Ana… Ahora que ya vimos que todo va bien con tu brazo, necesito hablar contigo seriamente. - Dice mi jefe mientras me ayuda a subir a su camioneta.Cuando dice aquello, un escalofrío recorre mi cuerpo. No sé con qué cosa me va a salir ahora, pero ojalá no sea con lo mismo de la mañana.- Señor Müller… Yo creo que, si es por la operación, sé que todo va a salir bien, mi brazo lo vio, va muy bien… - Digo tratando de marcar una línea de lo que vaya a decir.- No es por tu operación, sé que aquello va viento en popa, sé que ahora eres joven y tus ligamentos son muy fáciles de sanar. De lo que realmente quiero hablar contigo es de lo que paso en la mañana… Quiero hablar de nosotros, de lo que pasó anoche y de lo de hoy. - Dice y no veo ninguna duda en su rostro.- ¿Nosotros? Seño
--- Ana Teyssier ---Solo puedo ver cómo el señor Müller se desabrocha el cinturón de seguridad, baja del auto, lo rodea y abre la puerta de mi lado, me mira, se acerca a mí de manera muy peligrosa y sin previo aviso me besa.Inmediatamente, una corriente de electricidad recorre e invade todo mi cuerpo. Al momento me quedo paralizada, él pone su mano en mi nuca y atrae mi rostro más hacia él.Hace mucho que alguien no me besaba, se siente raro, al momento, no sé cómo reaccionar, mi mente se pone en blanco, más cuando la persona frente a mí hace una semana era uno que ponía mi vida de cabeza y no por algo como esto.Por un momento, me pierdo ante lo que me está haciendo sentir. Inconscientemente, reacciono al beso, sus labios masajean los míos, su lengua busca la mía y, de una manera que nunca lo habían hecho, provoca que la mía acaricie la suya al mismo ritmo.Definitivamente, no sé qué estoy haciendo, no debería meterme con este hombre, de todos los hombres en los que algún día podría
--- Dominik Müller ---Luego de ver que Ana se levanta del sofá, dejo que se vaya, no la sigo, no quiero aturdirla, no quiero acosarla. Sé que el hecho de abrirme ha sido repentino y me arrepiento profundamente por eso.Debo reconocer que soy y he sido un completo idiota, sabía que tarde o temprano me arrepentiría. No lo quería reconocer, pero Ana, si esta misma Ana me atraía desde hace años y medio, lo vi, pero no lo quería aceptar, aún recuerdo cómo fue que me di cuenta…--- Año y medio atrás ---- Su limusina está confirmada, primero pasa por usted aquí y luego van por Bárbara, su esmoquin ya está en el cambiador, es el que usted eligió y mire que le debo algo al modista… Casi, casi me refresco la memoria con tanta apuradera… No se le vaya a olvidar que debe estar listo a las 6:45 pm, no se me vaya a perder en su papeleo y luego me haga correr… - Dice Ana haciendo una serie de advertencias.Hoy se llevaba a cabo la famosa Meet Gala y Barbi era una modelo en ascenso, gracias a mis c
--- Dominik Müller ---No puedo evitar comparar mi vida con la del maldito Héctor; al hacerlo, me doy cuenta de que el muy idiota es obviamente mucho mejor que yo.Me llevo las manos al rostro en frustración, sé bien que él y yo nos conocemos de tiempo atrás, pero ¿Quién demonios diría que él y yo ahora tendríamos algo más en común que nuestro repudio?- Señor Müller… Un favor… - Una dulce voz me saca de mi ensoñación.Ana traía una venda e intentaba cambiar la que tenía.- Me bañé, pero no acomodé bien la protección, se mojó mi herida, pero ya me hice cargo, solo me falta poner la venda. – Dice tratando de parecer fuerte.Al verla, me levanto de mi lugar, la observo, no parece estar apenada como hace un par de horas, al menos sé que vendrá a mí cuando necesita ayuda.- Déjame ver la herida, si se mojó debemos hacer curación. – Digo descubriendo la herida.Ella, al ver aquello, se voltea y dice:- ¡No! No es necesario… Ya la limpié y todo está bajo control.- A ver, vamos a revisar, re
--- Ana Teyssier ---Cuando llegamos a casa, me sentía aturdida, no entiendo por qué acepté, me siento rara, no debí hacerlo, debí pensarlo mejor, más bien, no, no tengo nada que pensar. El señor Müller no es un hombre para mí, ¡Demonios! ¿En qué me acabo de meter?Estoy perdida en mis pensamientos, lucho entre lo que debería y lo que es, no sé cómo explicar lo que salió de mi bocota, no quiero arruinar mi estabilidad, digo, llevo dos años sin nadie y de todas las personas en las que me podría fijar: el señor Müller jamás.Me gusta mi vida, no es asombrosa, pero es tranquila, al menos no he tenido que ser otra persona, no he tenido que fingir ser alguien que no soy, no quiero perder esta tranquilidad.No niego que en san Valentín, la Navidad y alguna que otra fecha, en donde siento que me hace falta ese alguien que te escribe o te da un detalle, pero, no por eso, quiero aguantar a cualquier hombre. Ya lo hice una vez y resulta peor de lo que es si no está.- Ana… Sé que has aceptado… P
--- Dominik Müller ---Luego de aquel beso, la llevo a la cama, la ayudo a recostarse, ella me mira, pero no sé cómo descifrar su mirada.- ¡Descansa…! – Digo y le doy un beso en los labios y me alejo de ella.- ¡Gracias! Igualmente… - Dice aceptando mi beso mientras acaricia mi mejilla.Aquel pequeño e insignificante detalle, para mí lo fue todo, estoy completamente seguro de que Ana es todo lo que necesito. ¡Lo sé! Lo siento, ella ha estado aquí por dos años, Bárbara y otras mujeres también, pero el solo hecho de pensar en no tenerla, me vuelve loco.No echo a saco roto lo que me pide y sé que debo poner manos a la obra, quiero que Ana se dé cuenta de que hablo en serio y que de verdad lo quiero en mi vida.Me voy a mi estudio y envió un correo a mi abogado, quiero ver cómo va la demanda contra Bárbara, él inmediatamente me contacta por teléfono.- Señor Müller, buena noche…- Schiff, ¿Cómo vas con el tema de la señorita Stump?- La demanda ya ha sido interpuesta, pero necesitamos qu
--- Héctor Plourde ---En México pocos sabían de mi vida en el extranjero, solo sabían que venía de Nueva York y que tenía una hija. Cuando Franklin murió, me dolió, él fue un gran hombre, me acogió cuando no tenía nada, el juez Monroy me lo presentó.Debo reconocer que, gracias a su recomendación y presentación, Franklin me acogió como uno de los suyos, de apoco me fue introduciendo a su mundo. El hombre era un magnate en la industria minera, tenía todo el dinero del mundo y un corazón de oro; lamentablemente ese corazón, lo hacía confiar de más.El supuesto abogado y mano derecha de Franklin le había estado robando por años, cuando me di cuenta, inmediatamente se lo notifique al hombre, él me sorprendió, ya que, sin miramientos, mandó a investigar y, efectivamente, el mismo lo confirmo.Luego de ello, las cosas cambiaron de tono, Franklin me firmó un poder, ahora yo era su abogado y su mano derecha. Se me formó un nudo en la garganta cuando lo recuerdo, el hombre me acogió como un hi