Estimadas lectoras y lectores Ana tiene razón, hay una larga lista de pendientes en los que Dominik tiene que trabajar...
--- Dominik Müller ---Luego de ver que Ana se levanta del sofá, dejo que se vaya, no la sigo, no quiero aturdirla, no quiero acosarla. Sé que el hecho de abrirme ha sido repentino y me arrepiento profundamente por eso.Debo reconocer que soy y he sido un completo idiota, sabía que tarde o temprano me arrepentiría. No lo quería reconocer, pero Ana, si esta misma Ana me atraía desde hace años y medio, lo vi, pero no lo quería aceptar, aún recuerdo cómo fue que me di cuenta…--- Año y medio atrás ---- Su limusina está confirmada, primero pasa por usted aquí y luego van por Bárbara, su esmoquin ya está en el cambiador, es el que usted eligió y mire que le debo algo al modista… Casi, casi me refresco la memoria con tanta apuradera… No se le vaya a olvidar que debe estar listo a las 6:45 pm, no se me vaya a perder en su papeleo y luego me haga correr… - Dice Ana haciendo una serie de advertencias.Hoy se llevaba a cabo la famosa Meet Gala y Barbi era una modelo en ascenso, gracias a mis c
--- Dominik Müller ---No puedo evitar comparar mi vida con la del maldito Héctor; al hacerlo, me doy cuenta de que el muy idiota es obviamente mucho mejor que yo.Me llevo las manos al rostro en frustración, sé bien que él y yo nos conocemos de tiempo atrás, pero ¿Quién demonios diría que él y yo ahora tendríamos algo más en común que nuestro repudio?- Señor Müller… Un favor… - Una dulce voz me saca de mi ensoñación.Ana traía una venda e intentaba cambiar la que tenía.- Me bañé, pero no acomodé bien la protección, se mojó mi herida, pero ya me hice cargo, solo me falta poner la venda. – Dice tratando de parecer fuerte.Al verla, me levanto de mi lugar, la observo, no parece estar apenada como hace un par de horas, al menos sé que vendrá a mí cuando necesita ayuda.- Déjame ver la herida, si se mojó debemos hacer curación. – Digo descubriendo la herida.Ella, al ver aquello, se voltea y dice:- ¡No! No es necesario… Ya la limpié y todo está bajo control.- A ver, vamos a revisar, re
--- Ana Teyssier ---Cuando llegamos a casa, me sentía aturdida, no entiendo por qué acepté, me siento rara, no debí hacerlo, debí pensarlo mejor, más bien, no, no tengo nada que pensar. El señor Müller no es un hombre para mí, ¡Demonios! ¿En qué me acabo de meter?Estoy perdida en mis pensamientos, lucho entre lo que debería y lo que es, no sé cómo explicar lo que salió de mi bocota, no quiero arruinar mi estabilidad, digo, llevo dos años sin nadie y de todas las personas en las que me podría fijar: el señor Müller jamás.Me gusta mi vida, no es asombrosa, pero es tranquila, al menos no he tenido que ser otra persona, no he tenido que fingir ser alguien que no soy, no quiero perder esta tranquilidad.No niego que en san Valentín, la Navidad y alguna que otra fecha, en donde siento que me hace falta ese alguien que te escribe o te da un detalle, pero, no por eso, quiero aguantar a cualquier hombre. Ya lo hice una vez y resulta peor de lo que es si no está.- Ana… Sé que has aceptado… P
--- Dominik Müller ---Luego de aquel beso, la llevo a la cama, la ayudo a recostarse, ella me mira, pero no sé cómo descifrar su mirada.- ¡Descansa…! – Digo y le doy un beso en los labios y me alejo de ella.- ¡Gracias! Igualmente… - Dice aceptando mi beso mientras acaricia mi mejilla.Aquel pequeño e insignificante detalle, para mí lo fue todo, estoy completamente seguro de que Ana es todo lo que necesito. ¡Lo sé! Lo siento, ella ha estado aquí por dos años, Bárbara y otras mujeres también, pero el solo hecho de pensar en no tenerla, me vuelve loco.No echo a saco roto lo que me pide y sé que debo poner manos a la obra, quiero que Ana se dé cuenta de que hablo en serio y que de verdad lo quiero en mi vida.Me voy a mi estudio y envió un correo a mi abogado, quiero ver cómo va la demanda contra Bárbara, él inmediatamente me contacta por teléfono.- Señor Müller, buena noche…- Schiff, ¿Cómo vas con el tema de la señorita Stump?- La demanda ya ha sido interpuesta, pero necesitamos qu
--- Héctor Plourde ---En México pocos sabían de mi vida en el extranjero, solo sabían que venía de Nueva York y que tenía una hija. Cuando Franklin murió, me dolió, él fue un gran hombre, me acogió cuando no tenía nada, el juez Monroy me lo presentó.Debo reconocer que, gracias a su recomendación y presentación, Franklin me acogió como uno de los suyos, de apoco me fue introduciendo a su mundo. El hombre era un magnate en la industria minera, tenía todo el dinero del mundo y un corazón de oro; lamentablemente ese corazón, lo hacía confiar de más.El supuesto abogado y mano derecha de Franklin le había estado robando por años, cuando me di cuenta, inmediatamente se lo notifique al hombre, él me sorprendió, ya que, sin miramientos, mandó a investigar y, efectivamente, el mismo lo confirmo.Luego de ello, las cosas cambiaron de tono, Franklin me firmó un poder, ahora yo era su abogado y su mano derecha. Se me formó un nudo en la garganta cuando lo recuerdo, el hombre me acogió como un hi
--- Dominik Müller ---La semana rápidamente había pasado, veo cómo Jada ayuda a Ana a prepararse, ya tenemos todo listo, ayer el médico nos pidió volverla a revisar y ella se encuentra cada día mejor. Hoy harán la cirugía para poder retirar la férula y poder dar un poco más de movimiento.Ana luce nerviosa, luego de que se hizo pública mi separación, el ánimo de Ana cambió, ella dejó de verme como bicho raro, al menos vi que eso la relajó. He tocado el tema de ir a ver la denuncia, pero luce nerviosa, por mi parte sí lo hice y por ahora solo basta esperar a que se gire la orden de aprehensión.Sé por conocidos en común que Bárbara anda de gira en Francia y no sé cuántos países más, pero en cuanto regrese, se girará la orden. Como dije, no soy vengativo y menos con mujeres, pero esta vez ella se excedió y no puedo dejarlo pasar por alto.- ¿Lista? – Digo al verla salir de la habitación.- Sí… Estoy un poco nerviosa… - Dice mientras camina hacia la puerta.- Todo saldrá bien, tranquila
--- Dominik Müller ---Luego de la operación de Ana, el tiempo se ha ido volando y no puedo negar que poco a poco me la he ido ganando, ya no parece tan arisca como antes.Las cosas cambiaron a partir de que hice público que me separaba de Bárbara, realmente me sentí tan bien al dejarla, nunca imaginé a qué grado me asfixiaba.Ana, por otro lado, ella es la brisa que necesito al volver a casa. No cabe duda de que agradezco llegar y verla sentada en el sofá de la sala, leyendo o simplemente viendo el panorama.Ahora bien, el dejar a Bárbara me volvió a poner en el mercado. Según lo que dice mi madre, ella insiste en que en algún momento debo sentar cabeza; lo que no sabe es que ya lo estoy haciendo.Aún no sé cómo le voy a decir lo que intento con Ana, no sé cuál será la reacción de mi familia, ellos saben que Bárbara la lastimó y saben que Ana ya no trabaja para mí, saben que las estoy cuidando y ayudando, hasta ese punto es donde les he informado.Annalena me dijo que esta vez la gala
--- Ana Teyssier ---Apenas cierro la puerta, suelto un suspiro, este hombre me tiene vuelta loca, no lo voy a negar, este hombre no es el que creía conocer yo.Se la ha pasado cuidándome y dándome detalles que nunca había recibido, mira que llevarme todos los días el desayuno, más bien desayunar juntos en la cama, es algo nuevo.No puedo negar que el hombre me atrae, sí y mucho, cada beso, cada abrazo, cada caricia, están derrumbando las murallas que había puesto yo.Apenas me voy perdiendo en aquellos momentos, cuando de pronto suena el timbre, yo aún sigo parada como tonta en la puerta, checo quien está detrás.- Petit, soy yo… - Dice Bruno, quien viene elegantemente vestido.Al verlo, sé y trae algo en manos.- Bruno… ¿Qué haces aquí? - Pregunto intrigada.- Vine por ti… - Dice sin pelos en la lengua.- ¿Por mí? ¿A dónde vamos o qué? - Pregunto ahora intrigada y asustada.- Vamos a ir a la cena de caridad… Tengo pases y no tengo con quién ir, supongo que a Dominik no le importará.