Estimadas lectoras y lectores Creo que todas sabemos que Dominik, solo quiere que Ana se quede a su lado y hará todo lo posible por hacerlo.
--- Dominik Müller ---Se va de la cocina y yo, me quedo con una extraña sensación. Ella me besó, me abrazó, eso jamás lo había hecho y yo sonrió como idiota. Pero la sonrisa se me va al recordar lo que me contó anteriormente.Ella casi no habló de su familia, pero de aquellos hombres sí, debo saber quiénes son, ¿Por qué? Porque uno de ellos me suena familiar, ese tal Héctor Plourde, sé que lo he escuchado antes, pero no recuerdo de dónde.- De nuevo… ¡Gracias! ¡No sabe cuál feliz me hace saber que tendré vacaciones! ¡Es más, deme ese maldito contrato y se lo firmo ahora! – Dice ella toda entusiasmada.- Ana, es obvio que debo volver a redactarlo, no lo tengo a la mano…- Bueno, pues apresúrese antes de que cambie de opinión…Luego se va, obviamente no se puso ni pantuflas, ni zapatos, va por la casa dando brinquitos tal cual niña…Terminó de recoger la mesa, voy a verla y se ha quedado profundamente dormida, cosa que aprovecho para revisar el susodicho contrato. Al leerlo con detenim
--- Dominik Müller ---La tarde fue amena, llegamos a un bar, ella decía que lo quería conocer, pidió una grasienta hamburguesa y yo la acompañé con la misma, pidió un enorme vaso de cerveza. Yo no soy mucho de esa bebida y eso que soy Alemán, pero terminé pidiendo una, para acompañarla.Es la primera vez que la veo así de contenta, luce relajada y feliz, luce como cuando la conocí hace ya varios años.Luego de ver el final de una serie que ni ella, ni yo hemos visto en nuestras vidas, veo que lleva 3 vasos de cerveza IPA. Sus mejillas son rosadas, se ha integrado muy bien en el ambiente, sonríe y me mira, una banda de rock comienza a tocar, ella coloca su brazo lastimado arriba de la barra, me mira y habla.- ¿Quién es Ashley, Dominik?Creo que el alcohol ha comenzado a hacer efecto.- Nadie… - Respondo cortantemente.- No pareciera… - Dice mientras da un sorbo enorme a su vaso de cerveza.- Ana… Creo que no deberías tomar más…- ¡Tú tranquilo! Es algo que he hecho montones de veces e
--- Dominik Müller ---- Bien, ahora que le conté la historia entre Héctor y yo, ¿Me contará sobre Ashley? - Dice con curiosidad.- ¿Qué quieres saber de ella? – Pregunto porque no sé por dónde comenzar.- ¿Por qué es caso cerrado? O al menos eso me advirtió Bruno… - Dice y ahora sé de dónde viene todo eso.- Bruno y su bocota… - Digo molesto.- Bueno, no lo tome a mal, pero varias chicas me preguntaron que si yo sería la nueva Ashley, por eso supe cómo se llamaba la nueva asistente. Al principio me miraban raro y casi no querían hablar conmigo, supuse que debía tratarse de un tema incomodo.Luego lo vieron llegar del brazo de Bárbara y obviamente supieron que habían metido la pata.- Ashley fue mi asistente, duró casi el mismo tiempo que tú… Solo que, bueno, sucedieron cosas… - Digo apenado.- ¿Te acostaste con ella? - Preguntó sabiendo la respuesta.- ¿Quién te dijo eso? – Respondo sorprendido y apenado aún más.- No necesita decirlo, todos decimos lo mismo cuando pasa algo así… - Di
--- Dominik Müller ---Dejó salir un suspiro. Sé que casi nadie conoce la historia real de lo que pasó aquella noche de nuestro fatídico accidente, básicamente solo Bruno lo sabe.- Ana… Salgamos de aquí, vamos a caminar… - Digo por qué no me siento muy cómodo de hablar de esto en un bar.- Hace frío, pero está bien… - Responde ella y aquí reparo en que trae vestido y comienza a hacer frío.Saliendo de ahí, aún conseguimos un café, caminamos un rato y llegamos a Central Park, nos sentamos en una banquita y comencé a hablar.- Ana… Lo que te voy a decir solo lo conoce Bruno, nadie más, bueno, ahora tú lo sabrás, por lo que si te lo estoy contado, es porque confió plenamente en tu total discreción. - Digo por qué sé que esto solo Bruno lo sabe y ahora ella lo sabrá.- ¡Claro…! Boca cerrada, creo que sabrá que no es mi deber decir lo que usted me diga, ver, oír y callar, ¿Recuerda?- Bien, a los 18 años tenía una novia, era rubia, ojos azules, hermosa, me traía vuelto loco, en aquella épo
--- Dominik Müller ---Cuando por fin llegamos a mi camioneta, Ana llevaba las mejillas más rosas que de costumbre. Le ayudé a subir a la camioneta y ajusté su cinturón de seguridad. Ella quería aparentar sobriedad, pero básicamente estaba demasiado mareada, casi no tardó en llegar a casa, al final tuve que bajarla cargando, ella estaba completamente dormida.Entramos al apartamento y la llevé inmediatamente a su habitación, le quité el abrigo y sus botas, ella medio despertó, me miró y sonrió.- Señor Müller es usted un hombre muy atractivo… Debería vestirse así más seguido… - Dijo tratando de hablar lo mejor que podía. – Seguro así conseguiría a una chica linda, guapa y hermosa.- ¡No necesito buscar una! Ya le tengo, pero no se da cuenta… - Dije sin pensar o sí, pero ciertamente aproveché que ella no recordaría nada.- ¡Gracias! Hoy me la he pasado muy bien… - Dijo Ana haciendo un esfuerzo sobre humano para mantenerse despierta.- ¡De nada…! Tal vez podamos hacer un hueco y repetir
--- Dominik Müller ---Al salir de la cocina, veo cómo Ana tropieza con una mesa que se encontraba en el pasillo, corro a ayudarla.- ¡Auch, Auch! ¡Mi dedito, mi dedito…! ¡Pinche mesa! ¡Si seré! – Dice varias cosas, las primeras dos las entiendo, pero las segundas las dice en español y no sé por qué presiento, pero son malas palabras.- Ana… ¿Estás bien? – Preguntó al momento que llegó a su lado.- ¡NO! No estoy bien, mire mi dedito… - Dice y veo que se ha sangrado un poco.- ¡Dios! ¿Ya vez por qué te pido que no andes de puntitas y descalza…? - Digo y veo que sus ojos se llenan de lágrimas.- ¡No me regañe y ayúdeme a llegar a mi habitación! Ahí tengo alcohol y algodón.Sin más remedio, la cargo y la termino llevando a donde tanto estaba tratando de no entrar y sí, la llevo en brazos, pero no por las razones que quiero. La pongo en la cama y busco el alcohol y algodón para limpiar la herida, aunque encuentro algo mejor.- ¡Espere, espere! Solo hágalo con cuidado… - Dice Ana y me toca
--- Dominik Müller ---A la mañana siguiente, abro los ojos y ella aún está en mis brazos, es agradable sentir su calor, no sé qué va a decir de lo que pasó, sé que no crucé la línea, pero no sé qué vaya a pensar ella, lentamente me levanto, la cubro con una manta y al dejo dormir.Rápidamente, saco la ropa que me voy a poner y abandono mi habitación, no sé qué me espera por la tarde, pero por lo que paso anoche, vale la pena.Estoy en la cocina tomando un poco de café y perdido en las noticias, cuando siento su presencia, olfateo su característico olor, sé que está detrás de mí, volteo y, efectivamente, ella me está mirando.- ¿Qué haces en la puerta? ¡Pasa! ¡No como!- ¿Está completamente seguro? - Dice ella con ironía.- Ana… Sobre lo que sucedió anoche… - Digo inmediatamente, abordando el tema.- No es necesario que toquemos el tema, es mejor que hagamos como que no pasó nada, estaba un poco tomada y usted, pues solo nos dejamos llevar, pero prometo que eso no volverá a suceder.-
--- Dominik Müller ---Salgo de casa, no porque ya fuese hora de salir, más bien porque no podía seguir más ahí. Sé que, de seguir, bien podría decir algo muy estúpido, como el que, Ana pudiera estar esperando a Héctor Plourde o Alexis Betancourt, incluso podría estar esperando a Diego Sánchez, ya ni sé.Una parte de mí me dice eso, pero otra parte me dice que estoy exagerando, me estoy haciendo ideas. Ella tiene razón, yo tengo una larga fila de mujeres que la anteceden, ninguna se ha quedado a mi lado, pero lo que no entiende, es que ella no es como ninguna.Llego a la oficina y casi nadie me saluda. Es obvio que vengo que hecho chispas, no por lo que dijo Ana, más bien por lo que yo he hecho con mi vida en estos malditos dos años.- ¡Buenos días! – Dice Bruno al verme, me entrega un café y un sándwich.- Buenos días… - Digo sin mucho humor.- Ahora, ¿Qué te hizo nuestra hermosa Petit? – Dice Bruno al ver mi estado de ánimo.- ¿Por qué intuyes que se trata de la Petit?- Ashley ya n